Atoran reestructura de la deuda

* Reyes pone y quita delegados

* Los coordinadores de Merodio

* Inestable unidad priista

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 A menos que hagan otra de primaria, de esas que caracterizan a la presente Legislatura, hoy votarán la Ley para el Sistema Estatal Anticorrupción, marco normativo en el que los hombres de Palacio han puesto especial atención. Lo tomarán de base para construir una estructura amplia diseñada con el propósito de inhibir la corrupción en la entidad.

La sesión de Periodo Extraordinario está convocada para este miércoles y se supone que, tras las pifias del lunes diez, ésta vez estaría planchada su aprobación hasta con la quisquillosa bancada del PRI, que hoy dice no a todo pero con Duarte hasta de tapete se ponían a su paso.

Las expectativas son muy altas por el SEA, especialistas consideran que los gobernantes sobrevaloran el nuevo instrumento, pues la historia de corrupción en el país enseña que no hay ley capaz de frenar el voraz apetito de quienes buscan enriquecerse con los cargos públicos. Antes de aprobar la ley, ya saben cómo darle vuelta.

La importancia está en las personas responsables de aplicarlas, en los titulares de los organismos de fiscalizar, acusar y juzgar a los acusados de corruptos. Con muy pocas excepciones, la mayoría suelen prestarse de tapaderas a quienes deben el cargo, o medio de coacción política contra adversarios del Tlatoani en turno.

¿Quién será el Fiscal Anticorrupción? Esa es la verdadera pregunta. Por lo visto en los diez primeros meses de la presente administración, es válido suponer que votarán por un amigo del gobernador Corral o panista maleable a sus intereses.

Así sucedió en la Auditoria Superior, en el Consejo de la Judicatura, en el Tribunal Superior de Justicia, el Consejo de Atención a Víctimas, en Transparencia ¿Alguien podría, con sinceridad, desmentirlo?.

Ojalá el Fiscal elegido sea una de las refrescantes excepciones, de otra forma su trabajo será de tapadera o coacción, se dijo arriba.

Mientras acuerdan sobre el Sistema Estatal Anticorrupción, sigue atorado el tema de mayor urgencia; la reestructuración de los 20.4 mil millones de pesos en deuda heredados por Duarte. Han querido doblar por la fuerza a los diputados, pero éstos resisten callados los “medios de apremio”.

Que pena la falta de oficio con que se conducen los operadores de Palacio, quieren someter a los diputados a base de insultos, en vez de abrir espacio a una discusión que permita establecer acuerdos parlamentarios. Son estilos.

Sin embargo no se descarta que hoy den la sorpresa e incluyan de último momento durante la sesión de la Junta Parlamentaria, previa a la sesión, éste punto en el orden del día. Sería cosa de ver, sólo necesitan cuatro diputados y dos voluntades.

Sin hacer aspavientos Reyes Baeza sigue quitando delegados federales del duartismo y llenando los espacios desocupados con nombres de su confianza, cuya característica es que son gente de partido.

Lleva una decena de movimientos en los últimos meses, el más claro de todos está en la delegación de gobernación a donde llegó Luis Carlos Campos, en sustitución del hidalguense Javier Sánchez. Ya era tiempo, dejan pasar otra semana y amorcillan el nombramiento.

Además de la Banda del Recodo, cuyo promedio de edad ronda los ochenta años, Campos es uno de los reyistas más consistentes en Parral, tanto que fue considerado para la dirigencia del PRI, desde luego antes de que los huachicoleros y Lilia Merodio batieran el proceso.

Reyes hace su trabajo en previsión de lo que el tiempo encoja, quiere llegar a la cámara de senadores por la vía de la autopista, pero si lo mandan por tierra no tendrá más que lidiar con los desmoralizados grupos locales.

En esa parte las delegaciones juegan un papel importante, dado el desgaste sufrido por su operador estrella del momento, Memo Márquez, tras el proceso de la interna. Todos decidieron saltárselo por considerarlo poco confiable.

Con todo, Chihuahua tiene sin cuidado al CEN de Enrique Ochoa. En México la polémica está centrada en abrir o mantener los candados que condicionan la candidatura a la presidencia a un miembro del partido con experiencia electoral previa. En esa tarea están concentrados los mayores lagartones.

Claramente prevalece una intención de Peña Nieto por eliminar los candados que limitan la participación de no militantes; contra una parte de la nomenclatura encabezada por Beltrones e Ivonne Ortega, quienes por su parte buscan abrir la designación del candidato, siempre que haya piso parejo garantizado.

Ahí, en los candados, está anudado el PRI, es lo que amenaza con romper su precaria e inestable unidad. Chihuahua es juego de niños, por eso ni quien les preste atención ¿Qué se inscriba Lilia? Que se inscriba, total háganla pedazos en el proceso, así sea con taqueo de votos, urnas embarazadas, carrusel o ratón loco.

A propósito, la senadora Merodio trabaja su campaña con dos coordinadores de la vieja guardia y un financiero amparado, afirman. Los coordinadores –ha trascendido- son Pablo Esparza, de origen artemista, y Joel Sandoval, duartista de la primera hora y por lo tanto ballezano. El financista es Lalo Almedia, beneficiario directo de la generosidad del anterior sexenio con los empresarios amigos de Duarte.

Con tal de hacer ruido, Lilia y Fermín son capaces de plegarse a lo peor del duartismo, que sigue teniendo influencia en ciertos municipios, y valerse de los mecenas habituales que tantas campañas financiaron en el pasado reciente. El esfuerzo está destinado al fracaso.

No obstante su reacción es incierta, cuando les digan gracias por participar, adiós que les vaya bien ¿Se tragarán el zapo sin hacer gestos o impugnarán? Y de impugnar ¿Lo harían con fines de pedir consuelo o propósitos rupturistas?.

Son algunos de los escenarios que deben analizar el delegado de malas maneras y Memo Dowell. Pero como ya sabe, están distraídos en otros asuntos: el delegado en ver de que manera se hace más odioso al priismo local; Memo en actualizar sus amparos y restaurar la patente de su notaría. La política después, ahora ambos tienen otras prioridades.