Desde que empezaron a circular las fotos en Suiza, a partir del medio día del viernes, se generalizó la indignación en el Supremo Tribunal: Cómo era posible que Lucha Castro, con apenas dos meses de trabajo, se fuese de vacaciones; de dónde sacaba tanto dinero para llevarse a sus nietos y mascotas; tamaña irresponsabilidad de la Consejera; cuando regrese estará muy brava, intentando castigar a quienes viralizaron su viaje y todo lo que usted imagine.
Los empleados del Poder Judicial, envidiosos por que no pueden hacer lo mismo, y los detractores de Lucha deben entender la realidad y situarse en su lugar; lucha sólo hay una… es la señora Lucha Castro. Acéptenlo, no es cualquier empleadillo, hay niveles, es amiga personal del señor gobernador, por la cual entrega hasta la camisa ¿Es tan difícil asimilarlo?.
La señora hace sus vacaciones con recursos propios, nadie piense mal que tomó un centavo del presupuesto para pagar sus viajecitos y si por algún error o descuido involuntario transfirieron dinero del Consejo a su cuenta personal, pues que caray, desde que ingresó al “Club de las buenas familias” le son dadas esas nimias licencias.
Por favor déjenla en paz, que disfrute sus vacaciones, de Suiza todavía debe trasladarse a Noruega para disfrutar de la aurora boreal, bajar a Finlandia para un crucero en el Báltico y regresar a Francia por que sus nietos no conocen la Torre. Sean considerados, no arruinen su paseo, la señora se ha desgastado mucho intentando poner en orden ese Poder que la oxigenación de Duarte dejó batido a nivel de piso ¿En serio no se percatan del enorme esfuerzo que realizan en beneficio de los chihuahuenses?.
Además, dijo Jiménez Castro, estaban preparadas con años de antelación, que fuesen al mismo tiempo que las vacaciones en el Tribunal, es mera coincidencia. Más seriedad y menos hígado, ningún chile les embona, son tan negativos, pero tan negativos que cuando se desmayan en lugar de volver en si, vuelven en no.
Lilia Merodio está muy sorprendida de que en su partido, el PRI, “no hay auténtica democracia” y en represalia por la inaudita e inamisible situación política, pide la destitución del presidente nacional, Enrique Ochoa. Además lo acusa de llegar impuesto por el dedazo y así tratar de imponer a los 32 presidentes de los comités estatales.
La senadora es aguda, profunda en sus reflexiones, pocos tienen la capacidad de establecen con su solvencia y claridad la antidemocracia del PRI y sobre todo la existencia del dedazo. Para llegar a una conclusión de esa naturaleza son necesarias horas de meditación y razonamiento sistemático ininterrumpido.
Además de una mente preclara, lo suyo es valentía a toda prueba, al pedir cabeza de Ochoa “por no tener la experiencia que se requiere para estar en ese cargo, por que está minimizando y no solamente eso, sino que está trastocando y nos está lastimando a quienes tenemos una militancia viva”.
Puras verdades de la senadora: antidemocracia, dedazo e incapacidad ¡Hijita! ¿cómo llegaste a la senaduría? ¿hubo consulta a las bases? ¿probado trabajo partidista? ¿haciendo meritocracia como delegada? ¿o por la voluntad de un cacique sindical?.
Causa pena ver a los eternos beneficiados del dedazo exigiendo democracia en un partido históricamente vertical, al que nadie accede a cargos públicos sino por la vía del dedazo. La unidad es buena, siempre que se haga en torno a mi.
Acostumbrada a recibir dádivas tras cada desplante, esta vez la senadora Merodio estiró la liga hasta reventarla y no se ha percatado. Hoy su futuro político es más incierto que antes de conocer a Joel Ayala.
El único mensaje en serio lo enviaron el viernes Marco Adán Quezada y Alejandro Domínguez, cabezas visibles de los “huachicoleros”. Como decía Artemio, también en ausencia se hace política, éste grupo que llevó el peso de la insurgencia casi hasta el final, decidió ausentarse del registro de Omar Bazán y ninguno de sus representantes se prestó a levantarle la mano al nuevo presidente. Solo hay una lectura; siguen en la institucionalidad… con las debidas reservas.
Algo urgente necesitan hacer Fuentes Vélez y César “exbueno” Jáuregui, para reencausar el proyecto de la reestructuración de los 20.4 mil millones de pesos, movimiento bancario en el que han puesto todas sus esperanzas para restablecer las menguadas finanzas estatales.
Apostaron su resto a que harían mayoría calificada, veintidós votos, con los diputados de Movimiento Ciudadano, Encuentro Social, PT y Morena, más la bancada del PAN. Iban bien hasta que Rubén Aguilar se bajó del compromiso y a los diputados morenos los apretó el partido, obligándolos a recular.
Quizás es el momento de que Jáuregui, en oficio de operador mayor, abandone poses arrogantes como esas de que “al que obra mal se le pudre el tamal” y deje de cargar culpas contra los diputados, el desplego dictado en Palacio de los empresarios, para explorar alternativas políticas con Verde o Panal.
A Rubén Aguilar lo convencen fácil, sólo vayan a la manera tradicional. Pero con los morenos será complicado pues el partido les puso freno, así que sólo conseguirán sus dos votos si rompen con López Obrador, en cuyo caso los someterían a un proceso de expulsión, como a los legisladores de ese partido en Guanajuato, y adiós carrera política. Muévanse, la reestructuración podría amorcillarse y comprometer el futuro de la administración, ya de por si muy cuestionada.
Una de las consecuencias más negativas de la creciente actividad criminal en Chihuahua, es la parálisis de la Industria Forestal, una de las más emblemáticas de la entidad, en amplias franjas de la zona serrana.
Pregunten a los capitanes de la industria forestal hasta qué nivel se redujo la producción en Madera, Guazapares y otros municipios serranos. Encontrarán que la respuesta es “hasta cero”, está detenida por completo, con todo lo que ello significa.
Pero no pasa nada, según Peniche todo está controlado, igual que los homicidios, que tanto son seis diarios y casi mil en lo que va del año. El silencio indolente ante los graves problemas estatales, es lo que hay.
