El arduo trabajo de discernir

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Alfredo Piñera Guevara ¡Me parece realmente absurdo e increíble que el nivel de discusión de algunos actores políticos en Chihuahua sólo se pueda elevar unos centímetros por arriba del suelo, para tratar los asuntos que realmente le importan a nuestro país y a nuestro querido Chihuahua.

Que si Muñoz Ledo sólo vino a Chihuahua a tirar las cenizas de un apestoso pitillo, en un sitio y lugar donde fumar está estrictamente prohibido por tratarse de un edificio público; que si el gasto de la organización del Encuentro Chihuahua fue extraordinariamente superior a los tres pesos que la oposición esperaba que el Estado gastara si mucho para recibir a tan distinguidas personalidades, las que participaron ponentes en este evento; que si el gobernador, con la organización de este ejercicio plural, lo único que buscaba era asegurar su candidatura presidencial, convocando a lo más zurdo de la izquierda política.

Sólo simplicidades que lo único que exhibieron fue el pésimo nivel de argumentación política de la moderna oposición y sus respectivas cámaras de resonancia, quienes con ello demostraron que tienen muy poco para aportar a la urgentísima y necesaria transformación de los viejos patrones políticos, los que a través de la historia nos endilgó en el subconsciente el PRI.

Qué les puede importar a esos feroces políticos de oposición que nuestra democracia en México se nos esté escurriendo poco a poco de las manos y que nuestro país se dirija peligrosamente hacia un populismo destructor, encabezado por neo caudillistas autoritarios que se disfrazan de demócratas para engatusar a la población, pero que terminan convirtiéndose en autoritarios como Nicolás Maduro en la agónica Venezuela.

No es posible que nos cueste tanto trabajo discernir que el debate de esa mesa plural tenía que ver con la forma en que en un futuro muy cercano tendremos que atender los grandes problemas que enfrenta nuestra nación; corrupción, narcotráfico, regresión democrática y el pronunciado crecimiento de los índices de pobreza en toda la población. La urgente conformación de un gobierno de coalición, en donde todos podamos participar y todas las corrientes de pensamiento y opinión puedan aportar lo mejor de sí para salvar al país de las garras del populismo.

Poco parece importarles que estos flagelos tolerados e impulsados por los gobiernos del PRI, se estén comiendo a bocados las libertades y derechos fundamentales de los ciudadanos, sólo para alimentar su insaciable sed y ambición de poder y dinero.

Chihuahua necesita levantar su mirada hacia las alturas; hacia un mañana en el que irremediablemente tendremos que decidir si seguimos por el sendero de la vida democrática, de la participación plural y de la inclusión responsable de todos los mexicanos en las tareas de gobernar y decidir el futuro de México o nos desviamos por el camino de la regresión, del autoritarismo y la restricción de nuestros derechos y libertades. El gobierno de uno solo o de sólo unos cuantos.

No se trata pues de discutir simplezas electorales que para algunos habrá de concluir con los procesos electorales del 2018. Tampoco se trata de concluir con un fraseario de estériles reflexiones filosófico-doctrinales, pues este proceso de transición no podrá jamás concluir junto con las próximas campañas electorales. Se trata de dibujar un trayecto seguro para nuestra nación, que asegure la paz y el desarrollo de los mexicanos para los próximos 50 años.

Se trata de tomar una decisión sobre el patrimonio que habremos de heredar a nuestras futuras generaciones. Al menos intentemos mirarlo así.

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