Alfredo Piñera Guevara.- Ya se le hacía tarde al PRI-gobierno. Aprovechar la tragedia que vivió México con el sismo del 19 de septiembre, para tratar de debilitar financieramente a los partidos de oposición y rumbo al proceso electoral del 2018 y despojarlos así de la oportunidad de echar al PRI de Los Pinos.
Por eso, con el apoyo de sus esbirros de las televisoras nacionales, pretenden hacerle creer a la población que ya es viral en las redes sociales y en todos los rincones del país la exigencia ciudadana de que los partidos políticos donen a los damnificados por el terremoto que acaba de suceder, los recursos que se les entregarán para el proceso electoral del 2018.
Qué mejor oportunidad para Peña Nieto y sus compinches del PRI, para restarle solvencia a la oposición y asegurarse que no tengan forma de llevar su mensaje y sus propuestas de cambio a la población, por lo que dejarán de ser competitivos y así consolidar la impunidad y la corrupción.
O ¿alguien de ustedes, en serio, cree que el presidente de la república y su partido se quedarán sin dinero en el 2018, igual que los demás partidos, y no utilizarán recursos públicos para solventar sus campañas electorales? ¡Por favor, no seamos ingenuos!
Todos sabemos que el INE no va a permitir que los recursos que ya fueron destinados en un presupuesto a los partidos políticos se desvíen para otros fines que no sean electorales, por muy humanitarios que parezcan, pues la propia ley lo impide.
Por eso resultó hipócrita y demagogo el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa, cuando aseguró que había solicitado al INE y a Hacienda le permitieran donar recursos de su partido para los damnificados y la reconstrucción, sin violar la ley. Si realmente tuviera tan elevado su espíritu altruista, en vez de ofrecer recursos que no le pertenecen, debió de ofrecer dinero de su bolsillo, aunque fuera sólo una parte de los millones de pesos que inmoralmente sustrajo de la Comisión Federal de Electricidad, para indemnizarse por su renuncia voluntaria al convertirse en dirigente del PRI.
Es muy fácil, para un político de su estirpe hacer caravana con sombrero ajeno, en un procedimiento que además, de antemano, sabía que no le iba a ser autorizado, pero que mediáticamente lo hace aparecer como altruista y solidario con los mexicanos. ¡Pura farsa!
Me pregunto: ¿Por qué, si quiere verdaderamente ser solidario con los mexicanos que sufren, no interviene con la autoridad federal que emanó de su partido para exigir que destine más recursos y personal de la Policía Federal al combate del crimen organizado que en muchos estados está costando la vida de cientos o miles de mexicanos, como sucede en Chihuahua?
Los mexicanos debemos tener mucho cuidado y analizar muy bien lo que se nos dice, sobre todo cuando la información se distribuye por medios tan poco confiables y sustentables como son las redes sociales.
Hemos visto cómo el PRI, sin importarle en realidad la tragedia que viven miles de mexicanos, es experto en provocar movimientos sociopolíticos irracionales, sólo para desestabilizar la democracia de nuestro país y debilitar o callar las voces de oposición, las voces que finalmente pueden ser su fin y su perdición.
Y en absurda y patética comparsa del PRI, sólo para obtener ganancia a río revuelto, vemos también al populista mesiánico Andrés Manuel López Obrador, anunciando ruidosamente que donará una parte del presupuesto asignado a su partido Morena para campañas electorales del próximo año. La misma demagogia e hipocresía que mostró el líder del PRI.
Son mentiras que se difunden en las redes sociales y que muy fácilmente pueden crear una percepción confusa de lo que debe y no debe de ser para el México que todos queremos. Para el México que no queremos tener, a merced de unos cuantos corruptos.
Allá usted si se la cree y se deja.
