O.J. Simpson, el conocido exjugador de fútbol americano, saldrá de la cárcel en la que ha permanecido durante los últimos nueve años después de que la Comisión de Libertad Condicional de Nevada le concediera el beneficio procesal este jueves. Tras esta decisión, abandonará la prisión principios de octubre.
Simpson, muchas veces calificado como el preso más famoso de Estados Unidos, se encuentra encarcelado cumpliendo una condena de entre 9 y 33 años después de que fuera declarado culpable en 2008 por secuestrar y robar con armas –entre otros delitos– a varios coleccionistas de objetos deportivos en un hotel en Las Vegas. Pese a que justificó los hechos durante su juicio afirmando que su intención era recuperar objetos personales robados, el jurado no creyó en su versión.
El jugador, que tiene 70 años, no estuvo presente en la audiencia, sino que se comunicó por videoconferencia con el panel que evaluaba su liberación de la cárcel Lovelock, situada en el condado de Pershing, Nevada.
En la audiencia de este jueves, Simpson tuvo nuevamente la oportunidad de explicar lo sucedido en Las Vegas. El exjugador habló de los hechos y negó haber amenazado a las víctimas del caso. «No le he sacado nunca un arma a nadie», se defendió. Además, afirmó que no sabía que los otros cinco hombres que estaban con él iban armados.
En todo caso, sostuvo que «soy responsable completamente» por lo que pasó. Simpson dijo estar arrepentido y sostuvo que «si lo hubiera pensado mejor entonces, nada de eso habría sucedido».
«He cumplido el tiempo de mi sentencia», afirmó y prometió que cumplirá todos los requisitos que la Comisión le impuso.
En su intervención, que duró aproximadamente 45 minutos, explicó también que ha realizado un curso de «alternativa a la violencia» y reconoció que no había seguido un programa de desintoxicación del alcohol porque, según afirmó, «no tiene ese problema».
«Nadie sabe realmente por todo lo que hemos pasado», sostuvo entre suspiros Arnelle Simpson, hija del exjugador, en una intervención antes de la decisión final. Arnelle defendió a su padre afirmando que simplemente «tomó las decisiones incorrectas».
«Queremos que vuelva a casa (…) Esto ha sido duro, siendo honestos, muy, muy duro», declaró, aunque reconoció que el robo fue «claramente inapropiado».
«Siento que las cosas sucedieron como ocurrieron», afirmó Simpson antes de que los miembros de la Comisión se retiraran. «No seré un problema», prometió en su última intervención.
Bruce Fromong, víctima del robo en Las Vegas y «amigo de Simpson», explicó en la audiencia que «todos cometemos errores. O.J. cometió los suyos (…) Lo conozco desde hace mucho tiempo. No creo que sea una amenaza. Es un buen hombre (…) Creo que nueve años y medio es demasiado. Es hora de que vuelva a su casa, con su familia, con sus amigos».
«Gracias, gracias», fueron sus últimas palabras antes de retirarse al conocer que volverá a ser un hombre libre en poco tiempo.
La exestrella de los Buffalo Bills también fue el protagonista de otro de los episodios judiciales más seguido de las últimas décadas: el asesinato de su exesposa y un amigo en 1995, unos delitos por los que, finalmente, fue absuelto y que fue llamado «el juicio del siglo».
En todo caso, los miembros que debían decidir su liberación dejaron claro que dicho asesinato no tenía ningún peso en su decisión, si bien uno de ellos mostró los correos recordando dicho episodio.
«No recibirá ningún trato diferente», añadió Steve Wolfson, quien había desligado la decisión de la fama que goza el jugador. Para ello, explicó que el fallo iba a tener en cuenta un informe de antecedentes criminales y otro documento del Departamento Penitenciario en el que se analiza su comportamiento como reo.
Según las autoridades su comportamiento es correcto. «Simpson no se ha metido en problemas», dijo una portavoz a CNN del sistema presidiario de Nevada. «No hemos oído mucho de él», recalcó.
