Como elegir televisión

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Elegir televisor es difícil: decenas de fabricantes, gamas y nombres raros para denominar las mejoras en calidad de imagen que llegan a los nuevos modelos cada año. Las características clave, curiosamente, suelen estar ocultas. Por si fuera poco, en las grandes superficies es imposible observar las ventajas de cada TV debido a las configuraciones que emplean con el brillo, contraste y color casi al máximo.

Conceptos generales

Lo mejor es comenzar a elegir un televisor ignorando todos los nombres sacados de los departamentos de márketing y las hojas de especificaciones: la información relevante siempre está en segundo plano para dar protagonismo a novedades que raramente benefician a la calidad de imagen del televisor.

El siguiente paso es elegir un tamaño adecuado. Normalmente, el límite lo pone el mueble de la habitación donde vamos a poner la tele. Cuanto más grande el televisor, mejor. Al contar 4K no debemos tener miedo a ver la imagen borrosa si nos sentamos cerca, sino todo lo contrario: apreciamos mejor todos los detalles y disfrutaremos de una experiencia más similar a la del cine. Sony recomienda sentarse a una distancia de 1.5 veces el alto del televisor para ver contenido 4K (1 metro de distancia aproximado para modelos de 55” y 1.2 metros para los de 65”).

Olvidarse del sistema operativo y de las “funciones inteligentes” del televisor es otra buena idea a la hora de elegir televisor. Con tantos dispositivos económicos disponibles como el Chromecast de Google o el nuevo Apple TV 4K, delimitar las opciones de compra puede ser un error. Además, pocos fabricantes ofrecen una buena experiencia.

Calidad de imagen

  • Elegir la máxima calidad de imagen de acuerdo al presupuesto que tenemos en mente es el objetivo principal a la hora de adquirir un nuevo televisor. Existen varias pautas que siempre se pueden seguir:
  • Los televisores OLED tienen la mejor calidad de imagen por su contraste perfecto, que es la característica más importante en un televisor, cómo gestionan y muestran las imágenes en movimiento y su rango de color.
  • Las pantallas LED incorporan una luz externa que ilumina los píxeles impidiendo que el negro sea negro. Pero son televisores más baratos y que no cuentan con ciertos problemas que pueden presentar, esporádicamente, los televisores OLED, como el quemado de imagen.
  • Los televisores LED que tienen atenuación local (local dimming) ofrecen un mejor contraste en las escenas oscuras.
  • Un televisor bien calibrado suele verse mejor que otro más caro mal calibrado.

Para los que les gusta jugar

Si el nuevo televisor va a ser conectado a una consola, es importante elegir un modelo que no cuente con mucho tiempo de retraso entre la señal y su muestra. Se conoce habitualmente como “input lag”: cuanto menos tiempo, mejor. Es importante poner el televisor en modo Juego o “Game” porque desactiva los filtros adicionales que empeoran la respuesta. Todo lo que sea menor de 30 milisegundos será óptimo, salvo para los entusiastas de los juegos de disparos en primera persona que necesitarán un monitor.

¿Merece la pena la tecnología OLED?

Los televisores OLED son casi siempre más caros que los LCD LED porque fabricarlos es un proceso más costoso y, sobre todo, delicado. Sin embargo, sus negros perfectos y su contraste perfecto encantarán a los cinéfilos y a los que trasnochan viendo series en Netflix y similares. Si se va a ver muchas series y peliculas de noche, y el bolsillo lo permite, los televisores OLED son inigualables.

Compañías como Samsung prefieren seguir apostando por el LED, y continúan mejorando el brillo máximo, el mínimo y el contraste de los paneles. Pero la diferencia sigue existiendo y los televisores OLED empiezan a ser cada vez más asequibles.