Juegos para el Celular que funcionan como casinos

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En la nueva generación de consolas hay muchas cosas que están cambiando. Los videojuegos no solo son más realistas, sino que las compañías están buscando otras maneras para hacer dinero con sus proyectos, tomando prácticas que ya se llevan a cabo actualmente en juegos para celulares. La principal son los micropagos, compras dentro del juego que nos dan ventajas en la partida en algunos casos, mientras que en otros pueden ser simplemente elementos cosméticos. El problema llega cuando se le da prioridad a las microtransacciones sobre el tiempo de partida invertido, favoreciendo que aquellos que paguen obtengan más rápido los beneficios que los que no lo hacen.

El caso más notorio es el del reciente éxito de Electronic Arts, Star Wars: Battlefront II, que a pesar de ser un gran videojuego, contaba con un sistema de desbloqueo de personajes como Luke Skywalker o el villano Darth Vader excesivamente arduo para el jugador tradicional, exigiendo más de 40 horas para cada uno. Según cálculos hechos por los propios jugadores, hacía falta invertir 4,528 horas para desbloquearlo todo; la alternativa para tener todo ese contenido de forma rápida era pagar unos 2,000 dolares, excesivo desde donde se vea.

Pero no solo hay quejas cuando esos títulos se convierten en pay to win’(pagar para ganar), sino también el hecho de que esas cajas de botín o loot boxes son como los sobres de cromos que hemos comprado toda la vida: son aleatorios. Imaginemos que compramos con el dinero ficticio del juego una caja de recompensa, nunca sabremos qué nos va a tocar, de forma que si necesitamos un arma o atuendo específico no tendremos la certeza del número de cajas que tendremos que comprar; puede ser en la primera, en la décima o en la vigésima.

Y esto ha llegado a oídos de los organismos gubernamentales de muchos países, quienes ya han expresado su preocupación ante este tipo de prácticas por parte de las compañías de videojuegos. Desde Bélgica, el ministro de Justicia del país, Koen Geens, fue el primero en elevar la voz calificando a las cajas de recompensa como apuestas, es decir, juegos de azar. Esgrimía en su comunicado que “combinar dinero y adicción es apostar. Unir apuestas con videojuegos, sobre todo en edades tempranas, es peligroso para la salud mental de los niños”.

La posición del gobierno belga, que todavía está investigando cómo aplacar la situación para que pueda ser acorde a la legislación del país, se determinará próximamente. No han sido los únicos; un político francés ha expresado públicamente su preocupación con las microtransacciones en las cajas de recompensa. Y si nos vamos a territorio norteamericano vemos que la oposición es todavía más activa.

El ministro de Justicia belga cree que “combinar dinero y adicción es apostar. Unir apuestas con videojuegos, sobre todo en edades tempranas, es peligroso para la salud mental de los niños”

Chris Lee, miembro de la cámara baja del congreso de Hawái, quiere que las cajas de loot en los videojuegos desaparezcan o se regulen, porque se trata de “una práctica depredadora”. Su posición fue clara: “Star Wars Battlefront II es como un casino temático de Star Wars diseñado para que los niños gasten dinero”. Además, hizo un llamamiento público a la ciudadanía para que hubiese un consenso entre todos los Estados del país para abordar el tema.

Desde la Comisión de Victoria, en Australia, un analista perteneciente al organismo público de la Commonwealth llamado Jarrod Wolfe aseguró que juegos como el mencionado tienen un sistema pensado en “pagar para nadar”, lo cual calificó de “reprochable moralmente, e incluso legalmente cuestionable”.

La reacción fue casi inmediata por parte de Electronic Arts, compañía encargada de manejar el diseño del nuevo videojuego de Star Wars: el mismo día de lanzamiento del título desactivaron todas esas microtransacciones al haber recibido más de 600,000 mensajes oponiéndose a ello en los foros oficiales. Todavía no han indicado cómo reincorporarán las compras con dinero real dentro del juego, pero aseguran que será una que pueda ser aceptada por la mayoría de compradores.

Algunos políticos y analistas proponen que, en caso de no eliminarse las cajas de loot vinculadas a las compras con dinero real en videojuegos de consolas, al menos que se abran diálogos con los organismos de clasificación por edades, otorgando una calificación de +18, solo para adultos, a aquellos títulos que incluyan mecánicas de apuestas o azar. En España no ha habido reacción política respecto al tema.