*Artemio en el CDE del PAN

* Ismael, una luz al amanecer

* Perdió Madero en el CEN

* El “me vale madre el PAN”

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Expedito y práctico, Fernando Álvarez Monge despachó con tres dedos a los panistas rechazados que aspiraban a diferentes cargos de elección. Lo hizo con la clásica de un icono priista: “Como dijo Artemio Iglesias, hay que estar preparados para ser y para no ser”, espetó sobre los impetuosos que buscaban los espacios negados.

Trágame tierra, se convulsionaron en sus tubas los fundadores del PAN, incluido Luis Héctor Álvarez, tío del jefe panista. Y por lo que se supo de algunos, salieron refunfuñando otra del Filosofo de Rubio: bueno, ya que Fernando se las sabe todas, habría que recordarle que a puñaladas iguales llorar es cobardía. Con eso intentaron decir que así como veo doy, o bien nos vemos en las urnas.

Lo anterior aplica, por lo que se supo el fin de semana, a los aspirantes del sur del estado, donde fueron rechazadas candidaturas de liderazgos regionales importantes para fortalecer a los santones del partido. El PAN de la mojigatería está de vuelta.

Para ser mas específicos, en Jiménez Corral habló personalmente por teléfono con Lolita Acosta, hermana de Flavio, quién se negaba reiteradamente a ser postulada para candidata a la presidencia municipal. Le prometió el cielo y las estrellas para que aceptase y obviamente la señora recompuso y presentó su registro. Faltaba más, eran ordenes del patrón.

Corral es igual que Duarte cuando se trata de imponer candidatos, dijeron los relegados, la diferencia es que el corrupto pagaba las campañas y éste –o sea el gobernador- quiere coperacha hasta para su caravana, resolvieron.

Queda el comentario como testimonio de la división que prevalece en el PAN, los santones regresaron para imponer su real voluntad y están consiguiendo sus objetivos, pues se supo que privilegiaron al PAN más conservador en municipios como Camargo, López, Jiménez, Gusapares, Saucillo, por citar algunos de los más inconformes.

Bienvenidos los santones, se han apoderado nuevamente de ese partid, les vendría bien recordar que fueron los mismos que entregaron el poder a Patricio Martínez, luego de un sexenio exitoso de la llamada Familia Feliz ¿Lo han olvidado? Parece que si.

La salida de Gustavo Madero del gabinete estatal abrió una luz en el gobierno del Nuevo Amanecer. No por que se haya ido, lo cual estaba muy masticado, y por lo mismo es bueno dentro y fuera del gobierno, sino por el perfil de quién lo sustituye.

En su lugar llegó Ismael Rodríguez, un personaje de sentido común, de formación empresarial –profesionalmente nació en el Grupo Chihuahua- y quienes lo conocen saben que es un hombre mesurado que no arrastra fobias partidistas ni carga sapos en la panza.

Su nombramiento de Coordinador General de Gabinete envía la señal de que al fin Javier Corral se percató del error y las consecuencias nefastas de abandonar la tarea de gobierno, el mayor reclamo de los chihuahuenses desde que asumió el cargo.

Está claro, a Corral le gusta la tambora, es feliz imaginándose cual redentor de los desvalidos mexicanos y empuñando su espada contra los corruptos de todos los tiempos y todas las naciones. Su lucha contra el régimen está al tope de sus prioridades, el hombre porta en su ADN la insubordinación. Desconoce otra tonada.

De algo han servido tantas criticas a su autismo de gobernante, pues parece que al fin reconoce que necesita una mano derecha ocupada en asuntos de gobierno, cargo que debió desempeñar Madero, sin embargo lo desatendió por andar en la baila partidista.

Y véalo usted, mientras Gustavo Madero cobraba como alto funcionario del gobierno estatal, era responsable del CEN para la plataforma electoral del PAN, cabildero del Frente –antes de que lo cuajaran- organizador de la caravana contra la Federación y atendía sus negocios propios y los de la de la familia, esos nunca los descuidan.

¿A que horas trabajaba por Chihuahua? Pues a ninguna, su prioridad era garantizar el regreso al senado y eso fue lo que hizo. Ahora hasta de perdido ocupará un escaño, pues va de primero en la fórmula.

Ismael Rodríguez es un perfil diferente, es un empresario que forjó su patrimonio con esfuerzo, mientras que a Gustavo le vino por herencia de padre y madre. Pero lo más importante es que no tiene aspiraciones políticas más allá de prestar un servicio al estado. Es decir no está loco por ser senador, diputado o cabildero de Los Pinos. Ojalá Ismael honre su historia.

Un dato a tomar en cuenta en la postulación de Gustavo Madero, es que perdió su lucha en el CEN del PAN, donde sin sombra de duda sigue mandando Ricardo Anaya, el señorito de la político que ahora se sabe es tan corrupto como los más corruptos de los priistas. En las últimas entregas Proceso y el Universal levantaron sus enaguas y sólo exhibe miserias.

Gustavo fue postulado para candidato al senado en primera fórmula, pero eso candidatura no lo tiene nada satisfecho dado que esperaba, según los servicios presentados al PAN en los últimos meses, encabezar la lista del partido. Es decir quería el privilegiado primer lugar en esa lista propuesta por el CEN.

La verdad es que el traidor Anaya lo rechazó, pues tampoco le gusta que Corral se presente ante la opinión pública como su posible sucesor. Ha sido mayor el activismo electoral del gobernador que el del candidato panista a la presidencia. Eso a ningún político le gusta, menos a uno con la egolatría de Anaya.

Que tal con los nuevos panistas, ahora tenemos que una diputada sin antecedentes políticos ni historia social, se da el lujo de mandar al partido por el mejor camino posible.

Tan insignificante es esta señora que ni su nombre vale la pena mencionar, pero si tiene el descaro de comentar que el PAN le vale madre y que está concentrada en la carrera política de su hijo, que por ciento no ha empezado.

Esos son los representantes populares del Nuevo Amanecer, una cauda de políticos improvisados que de pronto se asumen salvadores de la Patria. Benditos ¿Confesaron sus pecados el miércoles de penitencia o quedaron a salvo santiguándose con agua bendita?