CIUDAD DE MÉXICO.-
En la serie Aquí en la Tierra, inspirada “en la vida real”, Gael García Bernal muestra múltiples facetas: crea, dirige, produce, recluta a actores de la talla de Daniel Giménez, Cacho y Dolores Heredia. Y va más allá, creando “una fábula” en la que los personajes, de esencia políticos, son explorados desde un punto de vista humano.
“Me siento contento de poder contar una historia bastante controversial, que trata temas de los que se habla todo el día, puestos en una fábula. Se trata de cuestionar a los personajes, a nosotros mismos y al entorno en el que vivimos”, afirmó García Bernal a Excélsior.
La serie de ocho episodios enfatiza el tema de la herencia como un elemento que ubica, en inicio, a cada personaje en su lugar en la tierra. Así lo explicó Gael, quien dijo que le dieron total libertad para hablar del tema.
“Nuestro acercamiento hacia la serie siempre fue acerca de la humanidad de estos personajes bajo estas estructuras y estos conceptos sociales, bajo este anclaje o narrativa que nos dicta quiénes somos al nacer. La herencia es un tema muy importante en la serie.
“Los personajes fueron abordados de esa forma. ¿Qué le pasa a esa persona que entendemos bajo todos nuestros prejuicios? ¿Quién es esa persona detrás de esa máscara, tomando esas decisiones, escondiéndose, renegando de su pasado, de quien le imponen ser, de ahí surgen los personajes y la historia esencial que queremos contar. La realidad no nos habla de ello, la ficción es la única forma de contarlo. Es un punto de vista político desde adentro del ser humano, encontrando su lugar en la tierra, que ya cuando nace está predestinado, de alguna forma: su nacionalidad, forma de ser, clase social, condición económica, en fin”, expresó García Bernal
Aquí en la Tierra fue seleccionada entre más de 100 producciones de 20 países en la primera edición del Canneseries, que se realizó hace algunos días.
“La experiencia fue una cosa nueva y fantástica. Estuvimos ahí la semana pasada y nos la pasamos muy bien, somos un grupete muy de hermanos. Nos divertimos mucho y tuvimos mucho tiempo libre para armar cualquier cosa. Rara vez tenemos ese lugar de encuentro para caminar seis horas en la playa, y metiéndonos a comer, cosas entre amigos, todo muy bonito. (Estoy) Encantado de que se presente y que se vea en todas partes del mundo, que llame la atención, porque se presentan creo 130 series y esta fue una de las seleccionadas. Así que ya estar ahí es un triunfo”, comentó.
Rodada entre la Ciudad de México y Montreal, la serie, cuyo estreno será el 20 de abril, fue creada, además de Gael, por Kyzza Terrazas y Jorge Dorante.
En su elenco, cuenta con nombres como Daniel Giménez Cacho, como uno de los personajes inmersos en actos de corrupción, asesinatos y poder, y Dolores Heredia, una activista política. Ambos consideraron que Aquí en la Tierra es una plataforma necesaria para hablar de la impunidad.
“La serie hecha un granito de arena para que se discutan estas cosas. Hacemos una radiografía de los mecanismos de poder, cómo son. Lo interesante es ver el lado humano. Quiénes son estas personas, cómo viven, qué comen, cómo son sus casas”, precisó Giménez Cacho.
Heredia relató que en su caso recrea a “una activista desde dentro”.
“Ella es parte del sistema, es diputada. Cómo desde ahí puede mover hilos, a denunciar y buscar”, señaló la actriz.
El primer episodio pone de manifiesto en la historia a un fiscal anticorrupción, lo cual para Giménez Cacho deja claro que la trama no es de denuncia particular hacia nadie, sino mera ficción.
“Está inspirada en muchas cosas de la vida real, pero aquí, por ejemplo, hay un fiscal anticorrupción, cosa que en México no hay, no sé por qué. Aquí los guionistas volaron en la imaginación ¡total! ¿De qué país es esta serie?”, bromeó Giménez Cacho.
Aquí en la Tierra enfatiza en su trama la historia de dos jóvenes cuyos caminos se cruzaron en la infancia. Carlos, interpretado por Alfonso Dosal, nacido en el seno de una familia poderosa, rodeado de lujos y privilegios, y Adán, interpretado por Tenoch Huerta, de origen humilde, hijo del custodia de la familia de Carlos, quien creció cerca de un gran poder político y fortuna, pero como testigo, no partícipe. De ambos, la impunidad es su hábitat.
“Se trata de humanizar a los monstruos, para entender en dónde estamos parados todos, porque si sólo son los malos del cuento, no podemos entender cómo es que ejecutan sus cosas.
“Se habla de la pérdida de la identidad, del no saber en donde estamos. Me interesaba interpretar a un personaje de un príncipe Hamlet que cree que lo tiene todo, y cuando le asesinan al padre se da cuenta que hay algo en él que no terminó de cerrar y viene el trabajo interno, en alguien que está constantemente drogado y evadido. Así como la mezcla de los mundos, porque el personaje de Tenoch y el mío crecieron juntos, en un lugar que no decidieron, pero que chocarán inevitablemente”, detalló Alfonso Dosal.
Tenoch Huerta reflexionó acerca de que, con este tipo de trabajos, los espectadores tengan otra perspectiva de la realidad y pueda generarse un cambio.
“Como actor tengo la esperanza de que cambiemos el mundo con nuestro trabajo, pero siendo sensato, dudo que suceda. Simplemente trabajamos y lo hacemos lo mejor que podemos, con todo el amor del mundo.
“Como ciudadano sí quiero que cambien las cosas, que se muevan, que este proyecto sea una voz más, que este proyecto trascienda, toque vidas y conciencias, que lleve a la gente a movilizarse, a entender, saber e involucrarse. Se vuelve un poco utópico. Tengo esperanza y el corazón puesto en que este país le va a dar una mejor vida y será un mejor lugar para mi hija, de lo que fue para mí y para mi padre”, concluyó Huerta.
