*Meade a la sombra de Duarte

* Gómez Mont, asesor de a millón

* La versatilidad del Bell 407

* Memo Luján luce agotado

* Ejercito en calles… a correr

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En los primeros días del relanzamiento de su campaña, así lo manejan desde que René Juárez asumió la dirigencia nacional del PRI, José Antonio Meade estará en ciudad Juárez. Llega hoy con agenda ordinaria: actos públicos con mujeres y militantes, reuniones privadas con empresarios y candidatos de todo el estado.

A los empresarios los conoce muy bien, como secretario de Hacienda se tendían a sus pies, hoy será Meade quien haga las reverencias. En cuanto a los candidatos lo de siempre: lectura de cartilla, promesas de vamos a ganar pero aprieten cada quién en su trinchera. Llamadas a misa.

Lo interesante será su mensaje, cuando vino en precampaña agachó la cabeza y decidió no ver la sombra ominosa de César Duarte proyectada en un sombrío, derrotado y disminuido PRI. Pudo ofrecer un discurso firme contra la corrupción dejó pasar la oportunidad.

Si viniese a Chihuahua, capital, vería más de cerca el desprestigio del gobernador en fuga, pero los desastrosos saldos son también observables en Juárez ¿Mostrará en esta segunda etapa un discurso diferente o cubrirá –como lo hace hasta hoy el PRI nacional- al exgobernador?

Si el relanzamiento de campaña tiene que ver sólo con un presidente de partido identificado con la base y los habituales discursos de unidad partidista, está condenado a seguir en el tercer lugar. Además de un discurso espontaneo y estructurado necesita valentía.

Para tomar el rumbo de la credibilidad necesita cambiar discurso, tono y agenda, interpretar correctamente el momento de irritación y hartazgo social por causa de la corrupción, representada principalmente en los gobernantes de su partido. Es complicado siendo parte del gobierno peñista.

Guardando todas las proporciones, Meade es para Peña lo que Serrano a Duarte. Ambos están lastrados por el mismo que los puso de candidatos y por lo tanto no saben de que manera distanciarse sin perder su favor ¿Romperá las ataduras o compartirán destino electoral?. Mañana hablamos de Carrete. Flamante adquisición.

Si realmente quiere tener una última oportunidad de reposicionar su campaña antes del 20 de mayo, día del segundo debate, requiere tomar decisiones importantes asociadas con la administración de Peña Nieto y los gobernadores iconos de la corrupción. De continuar tapándolos puede despellejarse –dijo que por México hasta la muerte- y seguirá predicando en el desierto.

Muy preocupado está Javier Corral con la presión del Tribunal Colegiado apremiando la entrega de la “coneja productiva”, el huésped más distinguido de San Guillermo y, a falta de Duarte, estrella principal en los maxijuicios de la corrupción. De otra manera nunca hubiese contratado los servicios profesionales de uno de los despachos más caros del país, el de Fernando Gómez Mont, exsecretario de gobernación con Felipe calderón y, junto a Diego Fernández de Ceballos, el litigante mejor pagado del país. Al menos es de lo que tiene fama.

Un abogado que conoce los entresijos del sistema judicial mexicano, dijo que para un caso así, el de la Coneja productiva, Gómez Mont cobraría por lo menos 20 millones de pesos, sólo para sacar las primeras copias del expediente.

¿Tanto? Es lo que calculó ese abogado. Igual exagera, pero de lo que nadie tiene dudas es que Gómez Mont sabe cobrar y en dólares, con lo que se ha disparado por el peligro de AMLO y la incertidumbre del TLC. Sin embargo el dinero no es problema, que los maxijuicios sigan aunque falten medicinas.

Acabado y sin garbo luce Guillermo Luján, uno de los hombres cercanos a Corral y subsecretario de Egresos en la Secretaría de Finanzas. Aguanta poco el ingeniero, tantos años en la brega de eternidad y lo agota un año y siete meses de trabajo burocrático. Algún embrujo tendrá esa chamba maldita que los consume.

Ayer fue sorprendido por los medios, al salir de un encuentro con el gobernador, en el que acordaron suspender la venta del helicóptero Bell 407, una de las joyas de la flota área de gobierno y la aeronave favorita de Duarte. En ella realizó mil viajes a sus ranchos.

Debieron pasar casi dos años para que Memo Luján y los asesores de Finanzas advirtieran la versatilidad del helicóptero y comprender que, además de los viajes personales de funcionarios, puede ser usado también como ambulancia. Hay que ser agudos, encontrar varios usos tiene su chiste.

Ahora entienden que las promesas de campaña guardan consecuencias y las incumplidas suelen desgastar al gobernante. Corral ofreció vender la flotilla aérea y ahora resulta que siempre no, mejor la conserva… por versátil.

Lo mismo sucedió con la casa de gobierno, decidieron conservarla ¿También le encuentran cualidades versátiles? Desde luego las tiene todas, es buena hasta para una fiesta de bacanal amenizada con el cantante de moda, ahora que Juan Gabriel pasó a mejor vida. Cuando hagan la party inviten.

Una propuesta, sólo como sugerencia incauta, compren la propiedad de al lado y construyan un helipuerto, así podrán trasladarse desde cualquier punto del estado hasta la oficina del gobernador, sin escuchar las sirenas que buscan a los asesinos de policías, ver las molestas caravanas artilladas, ni arriesgarse a comentarios impropios contra el mandatario. Trasladarse por aire tiene sus ventajas, Duarte puede darles varias más.

Tras la reunión del consejo de seguridad, el lunes pasado, el Fiscal César Augusto Peniche declaró que federales y militares regresarán al patrullaje citadino en Juárez, Chihuahua y Parral. De la sierra no han salido, aunque su presencia pase inadvertida para los sicarios del mal, pero sus retenes bien que molestan a los inocentes.

Lo que faltaba, militares patrullando las calles de las principales ciudades de la entidad. Igual sucedió durante la guerra de Calderón contra el narco, con grave deterioro social.

Las experiencias ciudadanas, cuando salen militares y federales a las calles, son pésimas. En vez de reducirse los índices delictivos aumentan de manera exponencial, hasta dar la impresión que son ellos los causantes de la violencia.

Ojalá sea temporal, la gente de Juárez recuerda muy nítidamente los nefastos tiempos de Facundo Rosas, el impune lugarteniente de Genaro García Luna, autor de la estrategia para empoderar al chapo Guzmán, que al país costó miles de muertes y una caída brutal de la economía en las zonas de conflicto. En ese nivel estamos, hace tiempo que Chihuahua es territorio de disputa entre bandas criminales.