Con Álvaro Madero presidiendo Coparmex, el gobierno y los empresarios estaban a partir de un piñón. No es que fuesen uno y la misma cosa, pero el sector privado se avino de inmediato a los intereses del nuevo gobierno, expresado en aquel desplegado donde exigían a Peña Nieto detener a Duarte y contribuir al pago de la deuda. Todas las cámaras, menos Canaco, firmaron el documento público.
A 19 meses, cumplido el 40 por ciento del quinquenio, no es que se haya roto aquella relación prometedora para el Nuevo Amanecer, sin embargo hay fisuras. El nuevo titular del sindicato patronal, Federico Baeza Mares, esbozó ayer tímidos reclamos al gobernador Corral, siendo que por definición suelen ser obsequiosos a los gobiernos en turno. Primero son los negocios.
Básicamente reclama, en el lenguaje sutil que los caracteriza cuando hablan de asuntos públicos, falta de atención y ausencia de compromisos con el sector privado organizado en las cámaras.
Nada nuevo, cualquiera sabe que Corral atiende a los grandes tiburones del capital sin tomar en cuenta a sus gerentes en las cámaras. Pragmatismo, sabe dónde quedar bien y ahí se aplica. Duarte ni eso hacía, sólo hablaba de negocios con quienes compartía comisión, usted conoce sus nombres.
El comentario de Federico Mares, formulado en conferencia de prensa, es una expresión del distanciamiento entre gobierno e IP. No se manda sólo y por “diplomático” que pretendiese ser, mostró insatisfacción con la política gubernamental en materia de promoción económica y relación con el sector.
Se sienten y ven relegados, es una comunidad exclusiva que hace dos años contribuyó a su triunfo, si usted quiere hasta votando por Chacho en lugar de Serrano, que reclama su espacio. Ven al gobierno de Corral desenfocado, o mejor dicho concentrado en las campañas presidenciales, Duarte y la Coneja y reaccionan molestos.
Encima ponga a una secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega, ausente de los asuntos públicos, desinteresada de los problemas locales y sin pretensiones de promover al estado. Si, tienen motivos para verse ajenos a la fiesta de globos azules. Ya están claros, entre los dueños del pueblo todos son iguales, pero hay unos más dueños que otros.
La batalla por la presidencia municipal de Chihuahua se calienta, las campañas inician formalmente hasta el 26 de mayo pero los principales protagonistas llevan prisa por morderse temprano, unos a otros.
Puntera y favorita, Maru Campos –todavía en oficio de alcaldesa, renunciará dos o tres días antes de la fecha límite- pretendía transitar sobre comicios propositivos, es decir desprovistos de ataques, lo que llaman guerra sucia. ¿Hay guerras limpias?.
Desde muy temprano Alejandro Domínguez fijó estrategia contraria, intentando minar su credibilidad asociándola con Duarte, el odiado de Corral. La fotocopia de recibos y los audios de supuestos actos de corrupción de Jáuregui y García Portillo, los mejores ejemplos de la contracampaña.
Bien, pues parece que Maru responderá los ataques muy pronto, que hayan sorprendido a personal del municipio rondando la casa de Alejandro así lo muestra. Seguro buscan piedras que lanzar, lo que anticipa recursos de respuesta al estilo ojo por ojo. No es dejada, en cuanto sientan peligro actuarán sin remordimiento.
Hasta la fecha no ha llegado, al menos no ha trascendido, una respuesta del PAN o la propia Maru a los ataques de Alejandro, pero por lo visto ayer, el diputado debería prepararse, están en camino.
Las campañas a diputados y senadores, a excepción de Reyes Baeza que ha logrado visibilidad social, llevan más de un mes y siguen planas, sin nada que valga la pena reseñar. La de presidentes municipales por la capital despertará al auditorio.
Ya era tiempo, hacen falta emociones fuertes más allá de Andrés Manuel y el peligro para México. La plaza por arder y los bomberos sin agua.
Como dato adicional está la presencia de Fernando Tiscareño, candidato de Morena. Acecha desde una discreta posición, esperando que López Obrador lo ponga en condiciones competitivas para colarse entre los dos de arriba. Quiere, le dicen el tarugo, capitalizar el desgaste al que se verán sometidos los candidatos del PRI y el PAN.
Ahí también hay lucha entre priistas. Los malquerientes de Marco Adán Quezada lo quieren enviar, a cualquier precio, hacia la campaña de “Tisca”. Insisten a coro que coordina su campaña y trabaja para AMLO.
No hay elementos pero si mala fe, al dejar el PRI municipal Teokali Hidalgo se incorporó a la campaña de Domínguez y Heliodoro Araiza es coordinador general. Ambos son de los más cercanos al expresidente municipal. Pero la grilla está presente y seguirá hasta que concluya la jornada electiva, es la naturaleza de la política, sobrexcitada en campañas.
Que Pablo Cuarón, secretario de educación, haya moderado su tono contra los maestros, es sólo entendible por que lo reconvino Javier Corral o en su nombre –del gobernador- Ismael Rodríguez, el negociador que levantó el paro.
Pablo es tozudo, de mente cuadrada y conducta contumaz, ni de chiste tuvo la ocurrencia propia de mandar mensajitos comedidos a los maestros, menos a los dirigentes del sindicato.
De pronto está muy orgulloso de los maestros y lleno de alegría por que han decidido, de diversas maneras, recuperar el tiempo perdido durante el paro. El arrepentimiento de Pablo, ahora en lugar de apedrearlos hace una firme defensa de su compromiso con la educación.
Debería pedirles perdón por las amenazas previas al conflicto, aquellas que hizo un día si y otro también antes de que lo pusieran bajo el escritorio para evitar más estropicios. No conoce a los maestros, la enorme mayoría son comprometidos con los programas escolares, tienen respeto por la profesión y quieren a los estudiantes.
Tarde pero la reversa es buena, mantener a un secretario en perpetuo choque con el sindicato y la base magisterial era comprar un boleto para nuevos paros. A ver cuanto dura la era “orgullosa y llena de alegría” de un empresario acostumbrado a mandar y que su primera opción para resolver crisis laborales es despidiendo al personal.
Ojalá se contenga para evitar nuevos movimientos magisteriales, sin embargo la cabra tira al monte, en cualquier momento amanece de malas y reanuda la pelea.