*La segunda oxigenación

* Una vida en la ilegalidad

* Ramón Galindo, ansioso

* ¿Supermocken? Ajá

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En el frenesí del “poder que dura mil años, César Duarte hizo magistrados a varios de sus cuates, algunos francamente incompetentes para desempeñar el cargo. Para lograrlo le bastó el ridículo argumento de que el Supremo Tribunal de Justicia necesitaba ser oxigenado.

Con es propósito, oxigenarlo, forzó la salida de magistrados en tiempo de jubilación y abrió espacio en trece salas para los nuevos postulantes, a quienes hoy se les conoce por magistrados duartistas u oxigenadores. Inició así el periodo más sombrío y pueril del Tribunal, con demandas y contrademandas internas que no han sido resueltas del todo.

Los malos ejemplos cunden y más en la administración pública, hay razones para suponer que Javier Corral prepara su versión personal de la oxigenación, en la que prevalece un enmarañado método para seleccionarlos y un examen faccioso con el fin de que muchos reprueben a efecto de que dejen espacios vacíos.

Los aspirantes a jueces, alrededor de doscientos, fueron sometidos a un examen sospechoso y cuestionado, en voz baja, por el gremio de la Litis y la chicana y denunciado en público por el magistrado rebelde, Luis Villegas. El examen es parte del proceso para regularizar a medio centenar de jueces interinos, algunos de los cuales llevan hasta diez años ejerciendo.

Por los mismos trascendidos se sabe que una enorme mayoría, estiman el 90 por ciento, de los jueces habría reprobado y ninguno alcanzó calificación de excelencia. De modo que para solventar el problema, tomaron la calificación menos baja como parámetro, en vez de anular la evaluación.

¿Tan incompetentes los jueces interinos? No, Luis Villegas ha explicado muy bien los motivos de tan bajas calificaciones, según los cuales el examen está hecho para que reprueben, de modo que abran espacio a los nuevos oxigenadores, quienes habrían acreditado beneficiados con información privilegiada. Les pasaron el acordeón, aseguran.

En esta parte entran los asegunes, para variar, pues tras el cuestionado mecanismo electivo estaría nada menos que Luz Estela Castro, la incómoda consejera de la Judicatura que, presume, habla en nombre del gobernador Corral.

Según dichas versiones la dureza del examen abriría espacio a un número relativamente importante de nuevos jueces, en perjuicio de otros tantos que llevan ejerciendo más o menos tiempo de manera interina ¿Adivine quién habría elegido, con antelación, el nombre de los “refresh”? Exacto, la señora consejera.

Estas y otras versiones corren en pasillos de juzgados y en despachos de abogados, pero inexplicablemente los presidentes de barras y colegios de abogados, que denunciaron con dureza la oxigenación de Duarte, guardan ahora prudente silencio.

La ventaja del Tribunal “pos-controversias”, es que ahora el presidente, Pablo González, no está sujeto a lo que diga la señora Castro como en su tiempo lo estuvo el magistrado presidente, Julio César Jiménez Castro, al que apodaban “florero” por que sólo servía de adorno.

Frente a un examen cuestionado por un magistrado y las versiones entre abogados, sería de utilidad para la credibilidad del Tribunal y del propio Pablo González -único que, en los últimos diez años, fue votado por unanimidad para presidente- que transparente la metodología evaluadora, empezando por explicar porqué elaboraron el examen en la Universidad Iberoamericana, donde la señora Castro tiene viejas y estables relaciones.

En estas denuncias es usual que prevalezcan motivaciones personales o políticas, pero antes de que sea materializada la oxigenación al estilo Nuevo Amanecer, hagan un ejercicio de transparencia y disipen dudas. De lo contrario permanecerá la percepción de que los nuevos jueces han sido sugeridos por Luz Estela Castro, una persona con fama pública de que vivió en la ilegalidad durante décadas, incluso combatiendo por la fuerza sentencias judiciales.

Ramón Galindo,candidato del PAN a la presidencia municipal de Juárez, está desesperado, se muestra y luce ansioso por empezar la campaña. Aprovechó los chubascos del lunes pasado para subir un video a redes y donde denuncia que los últimos presidentes municipales no han hecho nada para solucionar el viejo problema de los encharcamientos.

“Ya es tiempo de que Juárez gane”, dice al cerrar de su mensaje. Pero las redes son traicioneras, de inmediato los contrarios lo retaron con una simple pregunta: ¿Y tu qué hiciste cuando eras alcalde? Hace mucho que el PAN perdió el patrimonio de la denuncia.

Las campañas inician mañana pero Galindo se sube a redes violando, evidentemente, los tiempos electorales. Es fácil entender su apuro, va tercero o cuarto en las preferencias. Sin embargo no será con esos desplantes de ansiedad como logrará un mejor posicionamiento, lo único que conseguirá es una sanción del organismo electoral.

Galindo no es el único desesperado por empezar, días atrás el candidato de Morena, Javier González Mocken, un desprestigiado priista formado en la escuela de la corrupción, abrió una página digital identificándose como “supermocken”, membrete al estilo de superhéroe que tanto gusta a los políticos juaritos, que la usa como plataforma de su campaña, sin el menor rubor.

Ambos pisotean los tiempos legales, si en México hubiese respeto por las leyes los dos deberían estar fuera de contienda, pues no hay duda de que se anticiparon a los tiempos electorales. Pero, ya sabe usted, no sucederá nada, es la política legal de campaña. Sin embargo lo más probable es que no suceda nada, son políticos y a ellos todo les es permitido.

Pero la realidad es que los dos están rezagados en las preferencias electorales, en Juárez el independiente Armando Cabada lleva amplia ventaja en la aceptación popular y no se ve por donde puedan bajarlo en el poco tiempo de campaña, sólo restan 35 días efectivos para revertir las tendencias.

Galindo debería percatarse de que el gobernador Javier Corral lo mandó de candidato para sacrificarlo, uno menos de los competidores para el 2021, y González Mocken entender que ni con el perdón de López Obrador podrá ocultar su pasado duartista. Por favor, cerró la administración de Serrano, mientras éste hacía hasta lo imposible por que el PRI perdiese el estado ¿Han olvido esos pequeños detalles? Hijitos.