Por mucho menos, incluso con frecuencia sólo buscando prebendas personales, la cúpula del Barzón suele sitiar palacio y montar un escándalo contra el gobierno de turno, digno de las más nobles causas. Hoy que asesinaron a dos de sus compañeros y la Fiscalía es omisa en la presentación judicial del presunto responsable, callan en cómplice silencio.
Embozalados por la nómina del Nuevo Amanecer, Luz Estela Castro, Martín Solís, Víctor Quintana y otros campeones estatales de la protesta se resguardan en sus oficinas, mientras el Fiscal Peniche y su comandante de policía, Oscar Aparicio, baten un caso que parecía rutinario.
Les faltó compromiso y valor para condenar los asesinatos e impávidos permanecieron a resguardo cuando la jueza Domínguez liberó al sospechoso, evidenciando su condición de activistas domesticados.
Ha pasado una semana desde los asesinatos y los antes intransigentes líderes del Barzón, eternos custodios de las causas sociales, continúan apoltronados en sus cómodos sillones de cuero rojo, disfrutando el fresco clima artificial mientras el campo arde por la injusticia cometida.
Con qué poco los compraron. Cuanto le gusta, amable lector, que perciban de salario mensual algunos de los barzonistas instalados en altos puestos de gobierno: 100, 150, 200 mil pesos. Ponga usted la cantidad, es la cantidad en que tasaron su silencio.
No encuentra límites su hipocresía de redentores sociales; hoy están al servicio del tlatoani en turno, mañana desempolvarán sus viejas causas para salir a la plaza. Han perdido credibilidad, su silencio además de cómplice es ominoso, ni por tratarse de sus compañeros de lucha asesinados actúan.
El rector Luis Fierro lanzó un llamado de auxilio, al recordar el viejo problema del sistema pensionario de la UACh, en perpetua crisis financiera. Hace por lo menos dos décadas que arrastra un déficit de 600 millones de pesos, obligando que las pensiones sean pagadas al día.
Siendo la crisis un tema conocido desde varias rectorías atrás, causa cierta preocupación entre los maestros universitarios que el rector lo ponga de nuevo en la opinión pública. Quizás haya más que contar, pero su prudencia le recomienda calma ¿Será? Ay natita, ese sí sería un problema mayor.
Desde luego que el señor rector tiene la obligación de mantener el equilibrio, a cualquier precio, en la Uach todo puede quebrar menos el sistema de pensiones a sus trabajadores jubilados. Y como del gobierno estatal nada debe esperar, no pueden ni con sus propias finanzas, bien haría en buscar soluciones creativas, pues encima está la amenaza populista de AMLO. Nadie más verá por la Universidad que sus propias autoridades, son tiempos de innovar con valentía.
A propósito, sería bueno que Tito Herrera, experimentado director de Pensiones Civiles del Estado, se asomara también a la situación financiera del organismo, que arrastra por herencia los mismos problemas. Hágalo hasta por precaución, no sea que mañana los pensionados encuentren su cuenta en ceros y arda Troya.
Pensiones es una de las instituciones del estado más queridos en Chihuahua, por razones obvias deberían tener cuidado en mantenerla estable, haciendo al menos lo que gobiernos anteriores, patear el problema hasta la siguiente administración.
Las recomendaciones tienen pertinencia tomando en cuenta la crisis financiera en otras áreas de la mayor sensibilidad, por ejemplo el Sistema de Salud. Nada menos ayer un grupo de trabajadores del Ichisal interpeló al gobernador Corral, desesperados por las promesas de que los basificarán, pero pasan los meses y nada.
La respuesta, habitual en el quinquenio, del gobernador es que resolverán el problema progresivamente, tomando en cuenta la antigüedad. O sea, tengan paciencia o resígnense a lo que pueden ofrecer hoy, pues la solución de fondo no llegará pronto. Seguro agradecieron su sinceridad, pero siguieron mendingando un reconocimiento laboral que por derecho merecen.
Mencionar el desabasto de medicamentos es inútil, Fuentes Vélez, tan diligente como incapaz secretario de finanzas, sigue con los tramites de un crédito de mil millones de pesos para abonar a las compañías farmacéuticas, siendo que faltan medicinas y materiales de curación hasta para lo más básico. Durante año y medio ignoraron el desabasto inhumano ¿Qué podría esperarse en otras áreas?.
Muy sobrado Gustavo Madero, al cierre de la campaña. Hace poco lo entrevistó un grupo de comunicadores de radio y el aspirante a senador montó en cólera cuando le preguntaron por las sospechas públicas de que una empresa presumiblemente propiedad de su familia vendió un software a la Secretaría de Finanzas, en 20 millones de pesos, al inicio de la presente administración.
Agresivo e iracundo desvió la pregunta con insolencia y palabras altisonantes, exhibiendo que los comunicadores tocaban fibras sensibles. Menos finitos, Gustavo sabe perfectamente que las sospechas son más que justificadas, si admitiese una investigación de la empresa, los socios y directivos, sería fácil encontrar la liga con al apellido Madero. Ese punto lo comentaron mucho yupis y aspirantes a dueños del pueblo, cuando materializaron la transacción, por cierto pagado de prisa.
Si con esa prepotencia se comporta estando de candidato, cuando se supone que ofrece su mejor rostro -¿Tendrá uno bueno?- para granjearse el voto popular, cómo será instalado en el senado. O peor tantito, cómo en la hipótesis de que sea gobernador de Chihuahua, su proyecto político tras la elección?. Una rayita menos, candidato, las sospechas de corrupción lo siguen desde los moches, tampoco tantas ínfulas de que no yo jamás.
Al ver la firma de Nachito Rodríguez en uno de los recibos duartistas, quienes alimentan la política ficción en la entidad propusieron la idea de que César Duarte pretendió poner, y estuvo a nada de conseguirlo, su propio auditor, en la presente Legislatura.
Como decían los antiguos, se ve muy ojona para ser paloma, pero el rumor prospera por el batidillo en que está convertida la política y los maxijuicios. La feroz oposición de Corral a que Nachito fuese auditor pudo deberse a que tenía información que lo asociaba con el vulgar ladrón. Duarte era perverso y corrupto pero su inteligencia no daba para tanto, a lo más era media y por cierto bastante inculto.
