*Quinientos mil, cifra mágica

* Incógnita del voto cruzado

* Ironía de un PRI quebrado

* La subasta frustrada

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Estrategas electorales de los partidos dominantes –PRI, PAN y Morena- situaron en 500 mil la cifra mágica de votos para sus candidatos a presidentes de la república ¿Quién conseguirá el objetivo anhelado?.

Es la misma cantidad, votos mas votos menos, con que cerró Javier Corral la elección estatal del 2016. En teoría para el PAN esa cantidad sería un objetivo viable, refrendar y listo.

Si pero no. Primero nunca, en elecciones federales, ha conseguido una cantidad de votos así, alcanzó 450 mil cuando ganó Calderón las cuestionadas elecciones del 2006, sin contar que su candidato llega desfondado al día de la votación. El frente colapsa, importantes líderes del PRD han pasado a Morena en los últimos días.

En esa elección el PRI quedó debajo de los 440 mil votos, con la diferencia de que casi siempre ha rebasado esa cifra, pero en la estatal de hace dos años apenas arañó los 400 mil votos, cantidad similar a la del 2000 con Madrazo.

Hoy que los expertos proyectan una ola, con López Obrador empujando a los candidatos de Morena, la izquierda también se atrevió ponerse objetivos altos.

A lo más que ha llegado López Obrador fue a 300 mil, en la elección del 2012, pero la suma de candidatos a diputados federales apenas rebasó los 210 mil ¿Tan optimistas están para un objetivo así de importante en un estado cuyos votos se le negaron en elecciones anteriores?

Pues le diré que sí, en público confían en superar esa cifra, aunque reconocen en privado que 400 mil serían buenos. También sería un triunfo para ellos, tomando en cuenta un crecimiento electoral de casi 30 por ciento. Una barbaridad en estados norteños.

El otro dato a considerar en las elecciones del domingo son los alineamientos del voto. Siguiendo con López Obrador, por el efecto que proyecta, es necesario tomar en cuenta el porcentaje del voto diferenciado, que ha sido del 60 por ciento, más o menos.

¿Se mantendrá la misma diferencia durante las elecciones pasadas o será mayor el alineamiento? Si aumentan considerablemente el número de votos y lo hacen de forma más linean, 70, 80 porciento o más, algunos candidatos a diputados locales y federales de Morena tendrían posibilidades de ganar por tierra. Abusados, no pierdan de vista esa posibilidad.

Hay dos efectos domésticos que también son interesantes y fácilmente medibles, una vez contados los votos. Maru Campos está muy arriba en las encuestas, pero Ricardo Anaya cae, y más con la sangría del Frente que llega colapsado al día de la votación ¿Perjudicará ese factor a Maru o ella elevaría en Chihuahua la votación de Anaya?

El otro fenómeno regional podría ser Reyes Baeza. Han conseguido medir que su votación aumenta un diez por ciento cuando lo sitúan por su nombre y apellido en lugar de por partido ¿El desprestigio del PRI le costará votos o su nombre tendrá capacidad de dar un jalón a los candidatos de su partido?

Esas preguntas las responderán las urnas y los cerebros electorales tendrán que desmenuzarlas con detenimiento, el próximo domingo se proyecta una elección atípica en Chihuahua, con la siempre desconcertante incógnita de López Obrador y los votos diferenciados. Quedan sólo cinco días.

Ni la burlan perdonan, esos de Morena. Mire que acusar de compra de votos a un PRI que no tiene dinero ni para la gasolina del acarreo, es cosa de risa, o de mala leche, o de lo que cada quién le ponga, a su gusto.

En la era Duarte corría el dinero en ese partido… y también en otros. No había disimulo, en la campaña de Serrano se gastó a raudales y así perdieron feo. Hoy muchos de los que organizaban aquellos acarreos están convencidos que llevaron gente a votar para que lo hiciese por el PAN. De ese tamaño.

Así es, por la mala aprendieron que cuando los ciudadanos se convencen de ir contra un partido o un candidato no hay poder humanos que los detenga. Muy lejos están aquellos tiempos de “vota bandera” o el clásico marrullero “si no quieres al PRI, táchalo”.

Pero en fin, son los últimos días de la campaña, mañana cierra y después a esperar la jornada de votación. Así que en algo deben entretenerse los candidatos con tal de hacerse notar ¿Compra de votos? Ajá, con dinero que tengan para llevarles agua a sus representantes de casilla les va bien.

Alguien en gobiernos se  apresuró a presumir la subasta de ganado propiedad de César Duarte y por boquiflojos se les está cebando el numerito. Desde las sombras, el gobernador en fuga instruyó a sus avezados abogados para que interpusiesen un amparo chicanero y detuvo la venta.

Todo por mediatizar una acción francamente complicada, pues mientras un juez no sentencie a César Duarte y autorice que sus propiedades sean puestas a disposición del gobierno estatal, no podrán recuperar ni un becerro o metro cuadrado de tierra.

Es la ley, nadie fuera de sus cómplices desea que el “vulgar ladrón” se salga con la suya, quedándose con el dinero desfalcado. Sería una tragedia para Chihuahua no sólo para el ego de Javier Corral, que pudiese burlar las leyes amparado en el mismo dinero presumiblemente sustraído de manera ilegal.

Pero con estos abogados del Nuevo Amanecer no se puede tener muchas esperanzas, la estrategia de canta primero y luego averiguamos, diseñada por comodidad de Maclovio Murillo, quedó agotada en la “coneja productiva”.

Por esa vía no recuperarán dinero alguno ni consignarán a otros, todos los que sienten pasos en la azotea ya se pusieron en fuga y el que tenga dudas pregunte por Pedro Hernández, notificado en el periódico oficial, ante la imposibilidad de localizarlo.

Bien haría el gobernador Corral en replantear la estrategia completa de los maxijuicios, en los últimos meses sólo han hecho el papelón y si retienen a la coneja es por la mala, no por que hayan ganado en tribunales.

O bien, siempre está la opción de otra marcha por la dignidad de Chihuahua, con la diferencia de que ahora la tendrían que hacer probablemente contra el campeón de la protesta.

Habría una pequeña diferencia, López Obrador no es Peña Nieto, el mesías es el mesías y ahora en lugar de ser presidente legítimo sería en funciones, con todas las de la ley.