Sam Darnold tuvo un debut estelar a pesar de lanzar una intercepción devuelta para touchdown en su primer pase en la NFL y los New York Jets interceptaron cinco pases en su victoria por paliza 48-17 sobre los Detroit Lions en su primer partido de la temporada regular este lunes por la noche.
Stafford lanzó cuatro intercepciones –una menos de su marca personal– y dejó el partido brevemente en el tercer cuarto luego de ser golpeado desde atrás y por el frente. Después fue reemplazado en el último cuarto y reemplazado por Matt Cassel con Detroit cayendo por 31 puntos. Stafford completó 27 de 46 puntos para 286 yardas y un pase de touchdown a Golden Tate al inicio del tercer cuarto para empatar el marcador a 17.
Fue la mayor cantidad de puntos anotados en el tercer cuarto en la historia del equipo y quedaron detrás de los 34 puntos que el equipo encabezado por Brett Favre anotó en el segundo cuarto de su partido del 2008 contra Arizona.
New York anotó por tierra y por aire, con la defensiva y en una devolución de despeje. Los Jets podrían haber anotado en los minutos finales, pero entregaron el balón en el campo luego de arrodillarse para quitarle tiempo al reloj. Darnold le entregó el balón al réferi luego de arrodillarse al final y el oficial se lo devolvió antes de estrechar la mano del novato.
Fue un terrible debut como entrenador en jefe para Matt Patricia con Detroit. Los coaches nuevos en la NFL cayeron a 0-6 en la Semana 1, con Jon Gruden como la última esperanza del grupo para sumar una victoria en Monday Night Football.
El apoyador Darron Lee tuvo dos intercepciones de New York, incluyendo una devuelta 36 yardas para touchdown en el tercer cuarto. Trumaine Johnson, Morris Claiborne y Jamal Adams también interceptaron pases en un gran inicio para la secundaria de los Jets.
Hacia el final del partido, justo antes que Cassel lanzara una intercepción, cientos de aficionados de New York gritaban: “J-E-T-S, ¡JETS! ¡JETS! ¡JETS!”. Una multitud de colores verde y blanco ocupó los asientos en cuatro secciones atrás de la banca de New York y pareció superar a los aficionados de Detroit que se quedaron para el amargo final.