*Más trabajo; menos “guamazos”

* PAN, convocatoria sin acuerdo

* Ruffo se mofa de Madero

* Llegan brigadas de AMLO

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Los datos son fríos, números que reflejan una realidad atroz en la que Chihuahua ocupa los peores lugares -¿Debería, acaso, decirse los mejores por ser de los primeros?- en un país acosado por grupos criminales bien organizados.
INEGI, Sistema Nacional de Seguridad y medios de comunicación en todo el país, reporta cifras escandalosas de Chihuahua: Primer lugar en drogadicción, tercero en feminicidios, quinto en desaparecidos. El año pasado la cifra de muertos cerró en dos mil 221 y en lo que va del presente superó los dos mil y faltan tres meses y medio para terminar de contar. La tasa de muertes violentas es de 40 por cada 100 mil habitantes, casi el doble que la media nacional.
Agregue usted los policías asesinados, más de 60 en lo que va del año, las llamadas muertes de alto impacto: líderes indígenas, barzonistas, periodistas, funcionarios educativos, profesionistas conocidos. Ahí están sus historias de sangre en las hemerotecas.
Digan lo que sea de Duarte, el peor de los corruptos, endeudó a Chihuahua, encabezó una pandilla de ladrones vulgares, financió con dinero público campañas del PRI, compró el silencio de los medios. Puede que sea cierto eso y más, ojalá la justicia llegue algún día para él, pues hasta hoy sigue gozando de impunidad.
Sin embargo en el tema de seguridad contuvo a la delincuencia. Que pactó con ellos, también puede que sea cierto, pero la gente quiere resultados y no le importa de que manera se dan. Con tal de vivir tranquilos aceptarían pactos hasta con el demonio.
En esa parte está desenfocado el gobernador Corral, nadie quiere verlo vestido de azul, metralleta en mano y conduciendo una patrulla con las torretas encendidas. De él esperan que coordine los esfuerzos en materia de seguridad con los otros niveles de gobierno, es la tarea de un gobernador.
Sin embargo no puede atenderla por estar peleando con la Federación. Así jamás regresará la paz, como tampoco recibirá Chihuahua un mejor trato financiero, imposible mientras permanezca con los guantes puestos en el “callejón de los guamazos”, frase con la que recibió a Agustín Basave en su gabinete.
Una fórmula mejor sería “más trabajo y menos guamazos”. No es mucho pedir ¿O si?.
Una convocatoria sin acuerdo previo publicó el Consejo Político del PAN, para relevar la dirigencia estatal. Los grupos dominantes al interior del partido están friccionados por posiciones y encargos menores, sin que ninguno ceda y se avenga a un acuerdo general que les permita postular planilla única.
Maru y su “M3” aceptaron con desgano que Rocío Reza encabece la planilla. Pero además de la presidencia, los neofelices de Palacio quieren los principales cargos directivos y mayoría amplia en el Consejo Político Estatal.
Más que las posiciones en si, que no hacen diferencia significativa al momento de las decisiones importantes, los grupos miden fuerza, se estudian a la espera de flaquezas o titubeos pensando en la designación de candidatos para la elección del 2021, cuando esté en juego la gubernatura y otra vez alcaldías y diputaciones.
Como se dijo, son rounds de estudio, la gente de Maru no romperá tan temprano con Palacio, son atravesados pero no suicidas y saben que exponerse desde hoy a la ira del “primer panista” conduciría su proyecto al barranco. Bienvenidos los aspavientos, llegadas las fechas de la asamblea firmarán la paz, así sea deshonrosa para el grupo de la capital.
A Ernesto Ruffo, primer gobernador del PAN y aspirante a la presidencia nacional del Partido, le ganó la risa y, reseñó Proceso, soltó una carcajada cuando supo que Gustavo Madero negó la existencia de los “moches”.
Sabe de lo que habla, en esa época encabezó la Comisión Anticorrupción del PAN y presentó un detallado reporte a Luis Felipe Bravo Mena, en el que daba cuenta con nombres y apellidos la costumbre de pedir comisión a los presidentes municipales, es decir un moche, a cambio de recibir diez o veinte por ciento de lo entregado por los diputados del PAN.
El cinismo de Madero no encuentra límite, negar una práctica corrupta extendida entre los diputados panistas que lideró como presidente del PAN y coordinador parlamentario, es tan absurdo como levantar un dedo al sol y pretender opacarlo.
Son las consecuencias de sus excesos cuando ejercen el poder. Antes podía denunciar lo que le viniese en gana sin que nadie le revirase, en cambio ahora hasta sus compañeros de partido se mofan de él. ¿Qué ondas con ese bato, es un mentiroso? Dirá el senador como único recurso para desviar el tema.
Hoy Madero es operador de Manuel Gómez Morín en su campaña por la presidencia del CEN y resulta que también el nieto del fundador, durante la presentación de su candidatura, dijo que pretende ser presidente por que está harto de la corrupción y “los moches”. Madero escuchó en silencio.
Si un día de estos llegan a su casa y llaman a la puerta diciendo que son enviados de López Obrador, tenga confianza, las brigadas del gran empadronamiento nacional para recibir apoyos del nuevo gobierno están por llegar a Chihuahua. Quieren saber si en ese domicilio viven adultos mayores, lisiados, ninis o madres solteras.
No es broma, el programa está en marcha a escala nacional, pues los llamados “vicegobernadores” recibieron la instrucción y los recursos para iniciar el empadronamiento general. El nuevo Tlatoani necesita los datos para enero del año que viene.
Entonces Bansife será el “Banco del Bienestar del Pueblo” y todos los inscritos en listados estarán recibiendo una tarjeta con la cual acudirán mensualmente a los cajeros del banco –para entonces serán miles en todo el país- a cobrarán puntualmente su beca asistencial. La idea es que no haya intermediarios, quieren evitar moches y pellizcos en el camino.

Es lo que ha trascendido entre gente de Morena, próximos funcionarios influyentes del Gobierno Federal. Esas son las verdaderas prioridades del presidente electo, la polémica sobre el aeropuerto, en Santa Lucía o Texoco, es tema para los analistas de bolsillo, a la Cuarta República le urge crear la plataforma electoral, base de su permanencia en el poder.