*Sinceridad de Tere Ortuño

* El diputado número doce

* Yáñez retorcido de coraje

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Hay que agradecer, y reconocer, la sinceridad de Tere Ortuño, directora del Sistema Bachilleres. Una vez recibido el reporte de asistentes a la carrera de la Liberación, declaró ufana que uno de cada cinco asistentes eran de los planteles que dirige, un 20 por ciento nada despreciable tomando en cuenta la importancia que Corral dio al número de corredores.

Sabía lo que decía, tanta seguridad en su comentario sólo es producto de una adecuada planeación; pase de lista, puntos extras para los alumnos asistentes y horas buenas para los maestros. Hay control en la institución, el único que hacía mal su trabajo era Cuarón, dirá la señora.

Presumiendo que lleva en un puño a los bachilleres, no se percató de la balconeada hacia el gobernador y los organizadores del evento. Se supone que se trata de una carrera ciudadana y de pronto reconocen que los asistentes acuden “voluntariamente a fuerza”.

Fernando Álvarez Monje, Xochitl Reyes Castro y cada secretario en lo particular vayan haciendo sus propias listas de presentes, como está eso de que sólo Tere sabe contar el número de sus acarreados. No permitan que les quite el crédito, bastante lata da llevar a la gente para que sólo una entre todos los convocantes de nómina presuma méritos.

Mientras Morena sigue sin mando estable en la entidad –no hay quién les ponga orden- ocupados como están los tiburones distribuyéndose el pastel federal, desde Palacio regalaron un nuevo diputado al PAN.

Si está pensando en Rubén Aguilar pierde su tiempo, el patriarca del petismo doméstico juega al “totopo”, como veo doy, poniendo precio a cada voto importante que necesita la fracción gobernante. Experimentado el viejo zorro, sabe hasta donde puede estirar la liga sin romperla.

Ese diputado sería nada menos que Jesús Velázquez, el factor determinante para la ratificación de los mejores cargos en la Legislatura, tales como el de Jorge Issa, por donde pasan todos los cheques, y otros funcionarios del Congreso.

¿Cómo es que un duartista de primera hora se convirtió en el voto más comprometido y útil para la bancada del PAN? Los caminos de la política son inescrutables. En medio estaría nada menos que Karina Velázquez, otra que lleva el nombre de Duarte tatuado en el corazón.

De diputada incómoda a formar parte de oscuros acuerdos del pasado asilado en Miami y el presente del Nuevo Amanecer. Para que los interesados tomen nota y vayan midiendo el agua a los camotes, por lo que pueda ofrecerse antes del 2021.

Que corajes hará Ricardo Yáñez en la vieja penitenciaria estatal, donde seguramente pasa largas noches en vela. Rayos y centellas me partan, dirá renegando desde que liberaron a “la coneja”, Alejandro Gutiérrez.

Ironía de la justicia cuando es administrada en modo Nuevo Amanecer. Con tal de verse beneficiado con la máxima “confianza y te vas”,  Ricardo Yáñez “puso” a Gutiérrez y ahora resulta que el millonario coahuilense está fuera mientras él sigue detenido y encima otro de sus amigos, Alejandro Villarreal, no consigue una buena.

También importan dinero y relaciones, no es lo mismo un millonario socio de Carlos Slim, amigo de Beltrones, Peña y otros tiburones de la política; que un oscuro funcionario provinciano sin más relaciones que las de su hermano, Duarte y la maestra.