*Eugenio mueve su alfil

* AMLO y el discreto Espino

* Para cada problema un 10K

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 Estrenándose como nuevo capitán de la IP chihuahuense, Eugenio Baeza se hizo acompañar de varios empresarios locales para vestir su encuentro con Poncho Romo, futuro jefe de gabinete federal y enlace de López Obrador ante el sector empresarial del país.
En política no hay espacios vacíos y al ver que Javier Corral distrae su tiempo en actividades recreativas, la trastabillante Operación Justicia y en congresos académicos contra la corrupción, el inquieto vendedor de salchichas tomó la coyuntura y tendió un puente directo entre las Ánimas y los Pinos.
Las aspiraciones políticas de Eugenio son conocidas por sus amigos, empleados de alto rango y familiares en su entorno próximo; quiere ser gobernador. Audaz e inteligente como es, observó la oportunidad de levantar la mano y lo hizo desde la ciudad de México, intentando cerrar acuerdos con uno de los personajes más cercanos al futuro presidente.
Esa visita, a la que no fue requerida Alejandra de la Vega, representante del gobierno ante la IP local, y Javier Corral quedó enterado por segundas personas, es de lo más relevante en la política doméstica desde la elección del pasado uno de julio. Hay un nuevo competidor en las carreras dominicales y no es de los que aplauden buscando congraciarse con el favorito.
Arropado en sus fortalezas, liderazgo empresarial, y sacando la vuelta al gobernador Corral, el nuevo capitán de la IP mueve su alfil hacia el 2021 y si de camino hace negocios sean bienvenidos. Es pertinente la ruta trazada, pues la política como los negocios se hacen de arriba hacia abajo.
Miguel González, discípulo más aventajado de AMLO entre los yupis chihuahuitas, ha servido bien de enlace con el encumbrado regio. Construyó una relación personal con Poncho Romo y supo llegar hasta López Obrador –ya es de los que le llaman “licenciado”- en consecuencia hoy prepara las facturas para el cobro.
El resto de los empresarios que asistieron, a excepción de Jaime Cruz, Álvaro Madero y Enrique Terrazas Seyfer, fueron meramente presenciales, Eugenio los invitó pensando en hacer bola. Va en serio el humilde vendedor de salchichas, el librito de los tres meses, tres días, tres horas y tres minutos es sólo su carta de presentación. 
Para cada problema una carrera pedestre, podría ser el nuevo lema de la burocracia.
Si en los últimos días y semanas usted no escuchó hablar de Rafa Espino, uno de los chihuahuenses de más alto rango en el equipo cercano de López Obrador, es por que el hombre arrastra el lápiz preparando el proyecto general de reformas para el futuro presidente.
Sobran, dentro y fuera de Morena, quienes lo grillan con que lo marginaron del SAT o Aduanas, pero pocos saben que trabaja junto a Pocho Romo, futuro jefe de gabinete, preparando uno de los proyectos más importantes en el gobierno de la Regeneración. No lo pierda de vista, cualquier día dará la nota y tenga la seguridad de que tendrá una responsabilidad sobresaliente en el equipo del futuro presidente.
Reportan que muere de risa cada vez que recibe cuestionamientos sobre su cercanía con AMLO, por que “no le ha dado nada”, siendo que no pasa una semana sin verlo para discutir detalles de los avances, pues el nuevo Tlatoani da seguimiento personal al desarrollo de las reformas que será base de su administración.
Si Fernando Álvarez está convencido que la violencia se combate corriendo en las calles de la ciudad, como dijo a propósito de la pasada convivencia dominical de los burócratas estatal ¿Qué le impide a una funcionaria municipal pensar en que otra carrera es la respuesta ideal contra la basura esparcida en la ciudad? Nada. A propósito y entre paréntesis, felicidades a Tero Ortuño, logró sumar mil alumnos de Bachilleres. Pase de lista y toda la cosa.
Es la propuesta más creativa de la subdirectora de ecología municipal, Diana González, contra los maleducados que tiran basura. No es broma, la señora anunció una carrera de tres kilómetros donde los competidores irán por las calles recogiendo papeles y otros desperdicios.

Una pregunta, sólo por mortificar, ¿Quién ganaría, el que llene más bolsas negras o el que llegue primero a la meta? Por favor un mínimo de sentido común, una rayita menos a la frivolidad, si de plano tienen dificultades para desquitar el salario, pónganse a leer un libro edificante y así limpian la conciencia. O salgan, sin hacer alharaca, recogedor y escoba en mano a recorrer los lugares más sucios de la ciudad. No tendrían que caminar mucho, en los mercados del centro encuentran toneladas.