*Las motivaciones del Pony

* Dos oficios; una contradicción

* García Chávez, congruencia

 

En diciembre del año pasado Mario Mata, entonces presidente de la JMAS, dio luz verde a los representantes de Altozano para que continuasen con la tramitación de documentos, aclarando serían responsables de perforar los pozos de abastecimiento, y tender la infraestructura hidráulica necesaria para los desarrollos.

Siete meses después Roberto Lara, quién sustituyó a Mata en la presidencia de la Junta Municipal de Agua, habría enviado un extraño oficio, a los mismos directivos de Altozano, en el que básicamente destroza el oficio anterior de Mario Mata.

La contradicción asombra: Mata autorizó a los desarrolladores la perforación de pozos, distribución, alcantarillado y construcción de plantas tratadoras, así como su respectiva operación; El Pony alegó que todo eso debería estar a cargo de la Junta y que el oficio de Mata carecía de validez. Punto, el bueno es el que yo mando y se hace lo que yo digo, Mario Mata está equivocado.

¿Qué hay tras las posturas encontradas de dos presidentes de la JMAS, que en sólo seis o siete meses cambiaron de parecer sobre un mismo hecho, siendo que ambos se rigen por las mismas leyes? Sólo ellos sabrán, pero obviedad de contradicciones alientan el sospechosismo.

Y como la mula no era arisca, los garrotes así la hicieron, en el sector se comenta que las motivaciones del Pony para desautoriza, por oficio, al presidente anterior y hoy flamante diputado federal, es el interés de conseguir la operación de las plantas tratadoras.

Aquí va otra pregunta, sólo por mortificar: ¿Tiene que ver, acaso, ese interés con la próxima licitación para el manejo de las plantas tratadoras, cuyo negocio es superior a los mil millones de pesos, donde el Pony fue cabildero estrella y corren versiones de que los Madero y Elías lo tomarán para ellos, como sucedió con la concesión de la primera planta tratadora, construida en tiempos de Barrio? Como dije, es sólo una pregunta con ganas de mortificar.

Que desesperante debe ser para el gobernador Javier Corral, acostumbrado a la estridencia y el discurso flamígero contra los gobernantes necios, que un excompañero de lucha hoy lo señale por omisiones y presumibles actos de corrupción en su administración.

Jaime García Chávez fue factor preponderante para que Corral llegase a la gubernatura, sin la precampaña de Unión Ciudadana y la demanda contra Duarte y Herrera por el tema de la Unión de crédito, enderezada por el activista, el proyecto de Corral difícilmente hubiese prosperado.

Bien, pues hoy como ayer y anteayer Jaime García Chávez sigue levantando la misma bandera, combate a la corrupción, más el agregado del factor “justicia pareja y no selectiva”, endilgado a Corral.

Frente a sus amigos y santones que hizo traer para vestir el Encuentro Nacional Anticorrupción, plataforma de su campaña nacional hacia la presidencia del país, 2024, la protesta de Jaime debió ser incómoda, un grano en el trasero.

Son las facturas sociales que llegan con el poder, de senador o diputado cualquiera puede hacer o decir lo que le venga en gana sin consecuencias, durante el ejercicio de gobierno hablan los hechos y sobran las palabras. En esa parte Javier Corral ha fallado mientras García Chávez se mantiene firme. Son hechos, no juicios de valor.

Los especuladores y usureros de la tierra, cuyos apellidos usted conoce muy bien, están desesperados por que cayeron sus ventas y la competencia les llegó de manera inesperada.

Acostumbrados a poner precio sin competencia, cual si fuesen sindicato de la mafia, utilizan al siempre dispuesto Pony Lara, presidente de la Junta Municipal de Agua, para complicar el desarrollo de Altozano, comentan al interior de la institución.

Andrés Elías, representante de la Iniciativa Privada en el Consejo de la Junta de Aguas, habría convencido al buen Pony para que promoviese la clausura del desarrollo Altozano, alegando que no hay factibilidad, es decir disposición de agua, comentaron en el gremio.

Todo se debe, aseguran, a que una vez comercializada la nuez habrá circulante en la entidad y los usureros quieren recuperar las ventas caídas golpeando a la competencia. De ahí los esfuerzos para reventar el multimillonario proyecto que les incomoda.

¿Tanto así? Es lo que dicen las fuentes yupis, que se frotan las manos al ver la confrontación que viene por el dominio de la tierra en Chihuahua, pues Altozano incomodó a las tres familias que durante décadas han puesto precio a la tierra en Chihuahua, sin mayor interés que sus bolsillos.

Ojalá César Jáuregui e Ismael Rodríguez, únicos funcionarios de alto rango en el gobierno estatal con sentido común, intervengan para frenar el atropello. Y no se trata de hacer apología de nadie, el comentario va contra los terratenientes que monopolizan el desarrollo de la ciudad.

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