Tal parece que la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI no encuentra ni el más mínimo elemento de corrupción respecto al ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, y parece haber librado la expulsión.
Este fin de semana se supone que iba a salir, junto con el ex de Quintana Roo, Roberto Borge, y el ex de Tamaulipas, Tomas Yarrington, pero la sorpresa es que no; se dice que detrás trae un padrino de peso completo, el senador Emilio Gamboa.
Mientras tanto en Televisa y en otros medios de comunicación, se siguen develando los desvíos del anterior gobierno estatal de Chihuahua, pero tal parece que para la comisión especializada del PRI no hay nada claro.
Desde luego hay que diferenciar los ataques del gobierno de Javier Corral contra todo lo que huela a César Duarte, pero hay documentos que tienen números fríos, y entre se mencionan el origen de los 65 millones de pesos para el fideicomiso de Unión Progreso, los contratos al sobrino de Duarte, el enriquecimiento inexplicable del diputado Carlos Hermosillo, el endeudamiento en que dejó sumida a la entidad, el uso de maquinaria oficial para su rancho, entre otras más.
