*Un comandante sin generales

* Lucha y Emma, ahí les hablan

* ¿Preparan el regreso de Elba?

0
1

 

Acostumbrado a tejer y destejer en solitario, tras dos décadas transitando de una cámara legislativa a otra sin responsabilidad definida, Javier Corral no ha reparado en la importancia de convocar a las fuerzas chihuahuenses en su lucha contra el régimen centralista de López Obrador.

Si ya decidió, junto con sus colegas del PAN, presentar frente contra un presidente autónomo, capaz de pisotear la soberanía de los estados, necesita el respaldo de los sectores: IP, universidades públicas y privadas, intelectuales, profesionistas y desde luego ediles, legisladores y partidos. Moviéndose a sus aires, de foro en foro sin respaldo social, su histrionismo será sólo presencial, reducido a lo anecdótico.

Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco, ha puesto el ejemplo arropándose con los suyos para exigir que la Federación considere, en la elaboración del presupuesto, los proyectos jaliscienses. Se paró junto a los grupos, levantó la voz y se hizo escuchar más fuerte que los gobernadores del PAN.

Corral tenía, repitió como estribillo durante semanas, la seguridad de que saliendo Peña Nieto Chihuahua recibiría el “trato que se merece”.

Debió moderar sus expectativas, como recomendé al verlo ilusionado por el relevo presidencial. López Obrador no se cuelga todavía la banda presidencial y ya entró en diferencias con la mayoría de los gobernadores, al punto de que el mismo Corral, antes ilusionado con el nuevo gobierno, hoy lamenta que los próximos años serán difíciles para Chihuahua. Tardó, pero al fin se percató que sus cálculos de buen trato eran más bien añoranzas ilusorias.

Sus asesores, los que tienen puestos los pies sobre la tierra como César Jáuregui, el exbueno, e Ismael Rodríguez, deberían invitarlo a realizar una valoración certera de las nuevas circunstancias políticas y resolver si confrontarse es la única respuesta. Otros dos años perdidos serán asfixiantes para el desarrollo estatal. Dijo ayer Ricardo Monreal, los gobernadores deben revisar su forma de comunicarse con el gobierno federal, advirtiendo que la rebelión no es el camino, pues “no me imagino a un estado, cualquiera que sea, aislado de la Federación”. En otras palabras, por las buenas puede, por las malas jamás. Es la realidad de la Cuarta República, el feroz centralismo de mando único e incuestionable.

Emma y Lucha, ahí les hablan, dijeron los “renatistas” en la mesa del Mirador, cuando nuevas activistas por los derechos de la mujer salieron a las calles para decir que “la lucha feminista está fuera del corral”. Así o más directa.

Trágame tierra y ahora que hacer. En Chihuahua matan, violan, desaparecen mujeres y más mujeres son víctimas de violencia mientras las luchadoras históricas guardan silencio, acomodadas en sus oficinas de gobierno. Especialmente Luz Estela Castro, defensora principal del gobierno estatal que ha sido incapaz de frenar los feminicidios en la entidad.

El mismo día en que celebran el “Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres” aparece muerta una jovencita de 15 años y las enérgicas luchadoras de toda la vida permanecen en sospechoso silencio, haciéndose cómplices de un gobierno donde la vida de las mujeres vale tres centavos.

De no ser por éstas nuevas jóvenes activistas, agrupadas en las organizaciones “Marea Verde” y “Movimiento Malinche”, Lucha ni por enterada se da del asesinato, como tampoco se ha enterado de las desapariciones ni los otros homicidios.

Cuando andaba en las calles contaban por feminicidio hasta las muertes naturales de abuelitas con 90 años o más, ahora voltea la espalda a esos trágicos asesinatos. El relevo generacional está en marcha.

López Obrador se reunió ayer con dos de los maestros más cercanos de Elba Esther Gordillo, Moisés Jiménez y Tomás Vázquez, el primero coordinador nacional de las redes sociales de AMLO, y el segundo de la organización “Maestros por México”, una plataforma sindical paralela al SNTE.

Tras el encuentro se supo que acordaron celebrar elecciones para relevar al interino Alfonso Cepeda en la dirigencia nacional del SNTE. Llevan prisa, las elecciones serán durante enero próximo.

Para evitar que los grupos magisteriales que responden a Juan Díaz, en Chihuahua Heber Avitia de la 42 y Rosy Hernández de la Octava, con sus alfiles en educación estatal, dejarán la elección en manos de Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de gobernación, y Luisa María Alcalde, propuesta para Secretaria del Trabajo.

¿Dedicatoria para que regrese Elba Esther a la dirigencia del SNTE? Puede, pero como está controlada la elección ganaría cualquier que proponga el gran tlatoani. Recuerde, Cepeda dijo hace días que el SNTE se suma a la Cuarta Transformación, es decir “a sus ordenes, señor presidente”. Más le vale, pretende perpetuarse y lo deponen con riesgo de proceso penal.