*El leguleyo Pichú

* La república chihuahuita

* Filtraciones, procedimiento estándar

 

De los gobernadores pedigüeños a la mamá federación que los trae de un lado a otro sin hacerles caso pasamos a la hermana república chihuahuita, independiente y soberana.

Es el rencor generado por las políticas centralistas de López Obrador entre gobernadores del PAN –Alfaro se cuece aparte- quienes han prometido separarse del Pacto Federal.

Son balcanización de saliva y bravuconadas oportunistas. Romper con el Pacto Federal implica una oposición organizada y con base social; sincera y maciza. Las amenazas discursivas causan risa entre los ideólogos de la Cuarta Transformación.

A ver si Silvano Aureoles, impresentable gobernador de Michoacán, hace realidad la trasferencia del compromiso educativo a la Federación, como tiene prometido. Es un ejemplo al que podría sumarse Chihuahua, según Gustavo Madero, diligente operador de Corral. Ajá, que aguanten a los maestros tres días sin dar clases, bloqueando Palacio y el centro de la ciudad.

Al rato les hablan, desde la secretaría de Hacienda, a uno por uno y los serenan ofreciendo fondear tal o cual proyecto e inyectar recursos acá y allá. Es la estrategia priista que López Obrador y sus futuros secretarios conocen muy bien. Háganse a la idea, hemos regresado al México de los 70, el presidencialismo feroz es la marca del nuevo régimen.

Ahora, si de verdad deciden pasar de los discursos a los hechos, pongan el ejemplo en sus estados.  Javier Corral podría empezar transfiriendo al municipio de Chihuahua la Junta Aguas y la Dirección de Vialidad. Él como doña Maru sabe que lo correcto es que ambos servicios deben ser administrados por la autoridad municipal. La congruencia tiene precio.

En ésta lucha de ajustes y medición de fuerzas, también los de Morena se muestran muy sobrados y absolutos. La suya es una conducta del tipo “háganle como quieran”, de cualquier modo toparán con pared.

Salgado Macedonio, insensato y truhan senador por Morena, conminó a los gobernadores a que “se pongan a trabajar y dejen de estar chillando”, previniéndolos que de no hacerlo el senado podría desaparecer los poderes. ¡Ahora no pueden expresarse por que los desaparecen! Han ganado todo, cierto, pero bájenle una rayita.

Y en Chihuahua el diputado Pichú de la Rosa, una figura de izquierda que socialmente trascendió en la protesta callejera y mediática, hoy pide que todos los opositores se conduzcan por los cauces legales, que dejen de hacer declaraciones públicas.

Serénense, ya ganaron y ganaron todo. Hacía qué país vamos o a qué nos han llevado. Los que escalaron hasta la cima del poder utilizando como recurso principal la protesta y la denuncia pública, una vez encumbrados piden civilidad, que los opositores al proyecto del nuevo régimen se apeguen a los medios legales para manifestar sus frustraciones. Inaudito.

Tenemos a los políticos que nos merecemos; en un lado al gobierno centralista y avasallante, intolerante a la critica. En otro una oposición anodina e incapaz de presentar un frente digno de apoyo social.

Sin embargo no pasa nada. En México nunca pasa nada, en cuanto aprueben los presupuestos estatales se acabó la protesta y hasta de los foros para revisar el Pacto Federal se olvidan. Andando la carreta se acomodan las calabazas.

Las filtraciones son el procedimiento estándar en la tarea gubernamental de los maxijuicios. Se supone que las órdenes de aprehensión deben ser liberadas en absoluto secreto, de modo que el “presunto” no escape o se ampare, pero en el caso del gobierno estatal ellos mismos hacen circular el chime.

Cómo no pueden detener a César Duarte, el mismo gobernador hizo circular la versión de que han librado diez o veinte ordenes de aprehensión contra él. En las mismas están hoy Manlio Fabio Beltrones y Luis Videgaray.

Ayer el consejero jurídico del gobierno deslizó comentarios sobre que ambos podrían estar sujetos a la acción de la justicia. Lo más seguro es que el juez de consigna haya ordenado detenerlos, por eso las filtraciones. Saben que no podrán detenerlos, no al menos sin el apoyo de López Obrador, que ha ofrecido perdón universal y olvido general, pero empiezan a litigar en medios.

Lo interesante del asunto es que Javier Corral elevó su apuesta justiciera en los últimos días del sexenio priista. Al poner a dos personajes de altos vuelos en el circuito de los justiciables emplaza al nuevo régimen ¿Cuánto tardará en hacer la “marcha por la dignidad” contra López Obrador, si es que decide mantener la política de perdón? Me gusta entre abril y junio, cuando el clima sea propicio.

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