*Secuelas de una infamia

* Tiempo de ingenuidades

* Los pecadillos del pastor

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Desde que Jorge Esteban Sandoval asumió la delegación del ISSSTE un grupo de mujeres asociadas al movimiento feminista emprendió una ofensiva mediática pretendiendo revertir su nombramiento. Ese movimiento es secuela de una infamia de la que Jorge fue objeto años atrás, cuando desde las cúpulas del poder urdieron una trama cuyo fin era desprestigiarlo, acusándolo de acoso sexual y laboral.

Fue una trama aviesa y burda que terminó en los archivos de la Fiscalía por carecer de datos que confirmasen los supuestos hechos y dichos. Es la misma demanda que hoy ha recogido ese grupo de mujeres para exigir su destitución. Es decir, tras una infamia revestida de tintes legales montan otra de carácter público y social.

¿Por qué lo hacen? La respuesta obvia es por que pueden y en ese “nosotras podemos” no reparan en que violentan la presunción de inocencia siendo que para la Fiscalía es evidente -por eso quedó archivada-, atentan contra sus derechos humanos e intentan cancelar su derecho a ejercer un trabajo honesto. Todos derechos elementales de cualquier ciudadano.

¿Como puede una sociedad democrática permitir que grupos de feministas decreten la muerte social y política de un ciudadano sin antecedentes penales que, a juicio de muchos ciudadanos, goza de buena fama pública? ¿Dónde ubican o distinguen el valor de la dignidad humana refiriéndolo al género? ¿Debemos entender y aceptar que los derechos del hombre en cuanto a varón están subordinados a los derechos de la mujer? ¿Quién atropella a quién?.

Esa conducta galvanizada en la precaria percepción de que, por ser empoderada, todo lo puedo en nombre del feminismo, es una desviación inadmisible de la convivencia social. Es una deformación de los valores y la dignidad de la persona. Si les ha sido dado el derecho natural a juzgar, sentenciar, condenar y administrar culpas y castigos, disolvamos los ministerios públicos y el Poder judicial sometiéndonos, todos, a su inapelable censura social.

Una postura prudente sería permitir que las leyes avancen, dar espacio a las instituciones que, como sociedad, hemos construido para dirimir estas y otras controversias.

La nota regresó a los maxijuicios de la corrupción duartista. Marcelo González Tachiquín se dejó apresar por los querubines del Fiscal Peniche. Y digo se dejó en razón de que, sabiendo que su nombre está inscrito en la parte superior de los justiciables del pasado sexenio, vino a Chihuahua para ponerse a las órdenes del Ministerio Público y los juzgadores, pensando en que lo protegía el espíritu navideño.

No meto las manos al fuego por Marcelo, de hecho por nadie y menos por los amigos de Duarte, pero tampoco lo juzgaré y mucho menos sentenciaré, para eso están los señores jueces. Sin embargo encuentro difícil que consiga salir de prisión antes de que concluya la administración de Javier Corral y no se trata de una premonición o deseo personal, fundamento la sospecha en lo sucedido a otros detenidos de los maxijuicios; por quinientos mil pesos llevan casi dos años a la sombra.

Marcelo y sus abogados se pasan de ingenuos, pensaban que un amparo bajo el sobaco detendría nuevas órdenes de aprehensión. Hijitos, no siguieron de cerca el caso de la Coneja y sus nuevos compañeros, las primeras víctimas del Nuevo Amanecer. Sírvale de ejemplo al resto de los justiciables que siguen huyendo, la lista es larga, para entender que la determinación por que caigan es mucha y la ley queda al servicio de Corral ¿Dudas? Despéjenlas preguntando a Ricardo, Villegas, Tarín y compañía.

Comprobado está que a falta del “as de oros” cualquier pececillo menor es recibido en San Guillermo con trompetas y tambores, máxime hoy que abundan presunciones de un acuerdo de impunidad entre la mafia del poder y López Obrador, en el que estaría incluido César Duarte, más no sus asociados en el saqueo. Jamás pierdan de vista que la coneja juega en otras ligas, por eso lo liberaron contra la voluntad de Corral.

En estos tiempos de inocentadas, otra la entregó el diputado local por el Partido Encuentro Social, Misael Maynés. Una noche anterior a la sesión donde votarían la segunda reestructuración de la deuda, mediados del mes pasado, se le ocurrió presumir un vehículo nuevo cuyo valor comercial ronda el millón de pesos, con el pequeño detalle de hacerlo tras cambiar el radical No de su voto por un terso desde luego.

Encima el muy cándido, anteayer hizo cambio de propietario y puso el vehículo señalado a nombre del Congreso. Pretende apaciguar las criticas públicas y desinflar una demanda en su contra. Las premuras del cambio ensancharon la sospecha y hoy está demandado por la bancada de Morena.

Trágame tierra, el régimen del Nuevo Amanecer ejerciendo las mismas practicas corruptas que el odiado duartismo. Bueno, se defenderán diciendo si pero con montos menores, Duarte repartía entre dos y tres millones por diputado en cada votación importante, Corral sólo regala vehículos de millón. Son usos y costumbres de la política mexicana matizados por el “estilo personal de gobernar”.