*Maru y Javicó, tocamientos

* In dubio pro reo ¿Cuál feo?

* Mitos sobre Marcelo

Muy sonrientes Maru Campos y Javier Corral en inusual coqueteo acompañado de tocamientos impropios, sin estar de más el “políticamente hablando”. Si los viese un observador ajeno a la política doméstica sonrientes y afables hasta empalagar, como en el izamiento de bandera en el Palomar, dirían que la presidenta y el gobernador son los grandes cuadernos de doble raya.

No es por tirarle mala onda a Maru, se trata de una observación irreverente cuyo propósito es advertir que su cercanía con Corral podría costarle muy cara si decide mantenerla el resto del quinquenio.

Javier terminará tan desprestigiado por su desgobierno que complicaría el proyecto político de la alcaldesa. La cuenta por el mal gobierno esta vez irá con cargo al PAN, con independencia de quien sea el candidato. Anteponer prudente distancia, sin llegar al diferendo, sería recomendable.

El gobernador es el gobernador y Javier es Corral, cuando amanece de buenas –sea que ganó en el golf o su mascota preferida le autorizó horas extras para el esparcimiento- muestra un rostro jovial y juguetón que hasta parece sincero.

Una vez nada pasa, igual mañana se sacan otra vez la lengua y pican los ojos, pero si a doña Maru se le hace costumbre terminará socialmente identificada con la ineficacia ejecutiva de “Javico”.

Marcelo González no asimila, por lo visto en las diligencias públicas, su nueva y vulnerable situación de residente estelar en San Guillermo. Nunca pensó que podría ser detenido y al verse sujeto a las ordenes de un juez reacciona con azoro e incredulidad.

No puedo ser yo, el doctor Marcelo González Tachiquín. Pues si, a menos que tenga un homónimo que además haya sido amigo de César Duarte y funcionario en su cuestionada administración.

Discutir con el juez apoyado en los mismos latinazgos que los maestros en Derecho usan para impresionar a ingenuas jovencitas de primer año y encima pensar que lo escuchan, describe a un Marcelo confundido, negado a su nueva realidad, la realidad de un detenido por la corrupción duartista.

Tengo derecho a llevar el proceso en libertad por que soy un ciudadano modelo. … Y? Mantenerme detenido por el delito que me imputan es violatorio de mis garantías ¿En serio? Desapruebo sus argumentos de juzgador incompetente. Y eso, ¿A que viene en ésta sala?. Por mi experiencia de mil años como catedrático se que… boberías.

La única realidad, para que a Marcelo y a sus abogados les quede claro, es que hoy están sujetos a la voluntad de Javier Corral, a cuyo servicio está el Poder Judicial empezando por los jueces de consigna resueltos a mantenerlo en prisión durante el tiempo máximo que consigna retorcer las leyes.

Véanse en el espejo de “la Coneja”, mínimo sentido común. Para recuperar la libertad pasarán al menos dos años, ahí está Jesús Esparza al que precisamente ayer alagaron otros tres meses su estancia en San Guillermo, con el argumento de que el Ministerio Público necesitaba más tiempo para cerrar la investigación, antes de llevarlo a juicio oral.

Marcelo y sus abogados, encabezados por Héctor Villasana, se pasaron de ingenuos. En su caso cabe la descripción de Piporro: para que te regresaste, ingrato, si ya la tenías ganada. Viendo la desesperación de Javier Corral por recobrar la vigencia mediática de los maxijucicios, es una estupidez regresar a Chihuahua pensando que un amparo lo protege.

En punto y aparte, siguiendo con Marcelo, es oportuno derrumbar un par de mitos que corren en cotos y cafés con relación a su detención, especialmente el relativo a que César Duarte, Peña y Videgaray empezaron a temblar con la noticia.

Nada más alejado de la verdad, ciertamente Marcelo podría aportar un par de pecadillos extras del “as de oros”, y en todo caso de carácter personal, para el morbo popular. Sin embargo tras dos años y medio de investigaciones no hay nada nuevo que sirva para formular otras ordenes de aprehensión o fortalecer los expedientes actuales ¿Qué más podrían saber de Duarte si el testigo estrella puso a disposición de los acusadores archivos completos y otros cómplices los “vistieron”.? ¿Cierto Ricardo?.

Además, tengan en cuenta que Marcelo no alcanza ni categoría de charal en las grandes ligas de la política mexicana. A Peña, Duarte, Beltrones y Videgaray les tiene sin cuidado lo que diga, saben que no hay relación vinculante que los inculpe. Les interesaba liberar a “la coneja” y consiguieron el objetivo. El resto de los detenidos que se rasque con sus propias uñas.

Otro dato, Marcelo está fuera del pacto de impunidad que firmó Peña Nieto, pero ese mismo pacto cubre a Duarte, a la coneja –está visto- y seguramente a Videgaray. A los cercanos del expresidente no los tocarán ni con una infracción de tránsito, recuerden la indulgencia del perdón y olvido general, administrada por el gran tlatoani a los corruptos del ayer, los de hoy escriben su propia historia.

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