*Legislatura de veintidós

* Congreso, política del marro

* Pragmatismo de Corral

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Fernando Álvarez Monge y Jorge Issa, capitanes del PAN en el Congreso local, mostraron su perfil más endurecido por décadas militando en la oposición y, estimulados por Javier Corral, firmaron una declaratoria formal de guerra contra Morena.

En contubernio con los diputados del PES, PT, Verde y Panal presentaron una iniciativa cuyo fin es disolver la Secretaría de Asuntos Interinstitucionales, único cargo de relativa importancia otorgado a Morena en las negociaciones de octubre pasado, cuando resolvieron el reparto administrativo.

Amarrados los 22 votos necesarios para la mayoría calificada, rompieron cualquier posibilidad de acuerdo futuro con la mayor oposición, sin que los diputados de Morena, ingenuos hasta la pared de enfrente, jamás calculasen tal reacción. No es asunto personal, habrán dicho a Omar Holguín, titular de la secretaría y víctima directa si el Pleno hace buena la iniciativa rupturista.

La política en Chihuahua alcanzó niveles rupestres difíciles de asimilar hasta por las mentes más cavernarias: como ya no me sirves y encima tienes dificultades hasta para tomar decisiones elementales como la de nombrar a un jefe de prensa, desaparezco tu secretaría y te mando a inflar burros por la cola.

Así razonó el coordinador del PAN, o quien haya sido el autor intelectual de la iniciativa, y los legisladores de otros partidos se avinieron a cumplir con su papel de cómplices. Atraco tumultuario, los necesitaban para que detuviesen la pata.

Si durante la aprobación de la iniciativa para reestructurar la deuda estatal trascendieron versiones de sobornos, al verlos acuerpados en su cargada contra Morena toda duda queda eliminada: Oficialmente han sido maiceados, desde el miércoles la Legislatura quedó compuesta por 22 diputados, ni uno más.

Pero lo más inaudito es que los activistas y hoy diputados de partido formados en la disidencia radical, expertos en reventar sesiones, hechos en la protesta callejera y contestatarios por historia guarden silencio. Les quitan a la mala el único cargo administrativo que tenían, con la facilidad de quien arrebata el chupón a un niño de pecho y no son ni para patalear.

¿Debilidad? ¿Azoro? ¿Reversa para tomar vuelo? ¿Maiceo? No se entiende por que guardar increíble silencio. Sigan en sus inanes batallas internas, despedazándose unos a otros mientras el PAN y su desgobierno avanzan con la bandera de los maxijuicios. Jaime García Chávez y Dagoberto González hicieron, en su tiempo, más ruido siendo diputados únicos que los ocho de Morena juntos.

Pero veamos la película completa. Javier Corral pidió ayer a López Obrador que se desista de los recursos legales interpuestos ante la Corte por el presidente Peña para evitar que la justicia estatal husmee en asuntos federales que lo comprometen. Es el caso de la coneja y Beltrones que Peña decidió blindar antes de entregar la presidencia, consiguiendo una especie de amparo universal.

Véalo usted así: el gobernador que autoriza o permite el golpeteo de sus compañeros de partido contra los diputados de Morena es el mismo que se planta con arrogancia ante el Gobierno Federal emanado de éste partido, exigiendo que el jefe del Ejecutivo mueva su estructura jurídica para que le permitan continuar con la estrategia justiciera, que a la vez tiene por precampaña a la Presidencia. Con la mano derecha somete a los militantes de Morena en Chihuahua mientras tiende la izquierda esperando recibir el apoyo de AMLO.

Lo anterior sólo es posible por tres razones: La primera por que en México les importa tres cominos lo que suceda en Chihuahua; La segunda por la indisciplina y ferocidad con que se despedazan entre si los morenistas locales; y la tercera por el cínico pragmatismo de Javier Corral.

Tarugo si deja pasar la oportunidad, observa que sus adversarios naturales dedican la escasa inteligencia política y menguadas energías que tienen mordiéndose unos contra otros y, sin pensarlo, los avasalla seguro de que no habrá respuesta. Sigan por ese camino, quizás así consigan la gubernatura. Están hechos trizas.