El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple mañana los primeros 100 días de gobierno con una caída en los niveles de aprobación.
De acuerdo con la encuesta de opinión de la firma Atlas Político, actualmente, 30.5 por ciento de los ciudadanos considera la gestión del mandatario como “óptima o buena”.
Mientras que en febrero esa cifra era de 38.7 por ciento, según el sondeo realizado del 1 al 3 de abril en el país sudamericano.
Además, 31.2 por ciento de los ciudadanos cree que su gestión es “mala” o “pésima”. Por encima del 22.5 por ciento que pensaba eso hace dos meses.
En este contexto, expertos afirmaron que los primeros 100 días no son satisfactorios.
No sería una subestimación decir que el desempeño del presidente hasta la fecha ha sido decepcionante. Hubo una percepción errónea de que Bolsonaro venía con una base de apoyo muy fuerte y creo que ahora empezamos a ver que tal vez no lo sea tanto”, afirmó Thomaz Favaro, de la consultora de riesgos políticos Control Risks a la agencia AFP.
La lucha contra la criminalidad y la corrupción fueron dos de las principales banderas de la campaña de Bolsonaro.
El jefe de Estado firmó en enero pasado una ordenanza que facilita la tenencia de armas y espera flexibilizar también el porte, tal como lo prometió a una población acosada por una violencia endémica.
El ministro de Justicia, Sergio Moro, presentó un proyecto de ley para combatir en conjunto la corrupción, el crimen organizado y los delitos violentos.
Sin embargo, la denominada ley anticrimen ha sido también un tema polémico entre el Ejecutivo y los parlamentarios.
De acuerdo con el sondeo de Atlas Político, el Partido Social Liberal (PSL) del presidente es el preferido de 5.5 por ciento de los brasileños.
Mientras que el Partido de los Trabajadores (PT) es la primera opción de 15.8 por ciento de los encuestados.
Además, 44 por ciento de los brasileños considera que la corrupción está en aumento en ese país.
Por encima de los 27.7 por ciento que estima que ha disminuido.
Bolsonaro prometió privatizaciones y concesiones, así como recortes presupuestarios para sanear las cuentas públicas.
En marzo se subastaron 12 aeropuertos por 620 millones de dólares, el doble de la cifra estimada originalmente.
Además, para los próximos días debe impulsar la reforma al sistema de jubilaciones.
