En racimo salen más baratos

* Héctor Acosta no es el oso

* Corral; el lobo no aparece

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Cubiertos hasta los párpados, siguiendo a hurtadillas el desarrollo de los maxijuicios, los últimos cuatro ediles de Ciudad Juárez quedaron pasmados al ser requeridos para que expliquen “ciertos detallitos” del Plan de Movilidad Urbana, un proyecto que inició con Teto Murguía y llegó hasta Armando Cabada, en el que Juárez contrató una deuda por más de cinco mil millones de pesos y a la fecha falta claridad.

Donde hay dinero siempre mete la cola el diablo ¿Habrán escapado los ediles juaritos a la tentación del apetitoso diezmo en una batería de obras que todavía no concluyen? La respuesta podría encontrarse en lo que una vez dijo Teto en público, hablando de honestidad: “Honesto, honesto, si soy. Pero ya tres veces honesto jamás”. No te acabes, juaritos.

Esa pregunta es la que pretende responderse Héctor Acosta, metódico Auditor Superior del Estado, y al investigar presumiblemente encontró inconsistencias durante el periodo de los cuatro ediles –Teto, Serrano, González Mocken y Cabada-, que necesitan ser aclaradas.

Parada eso fueron citados ayer en audiencia ministerial. Teto envió a su consejero y asesor jurídico, Héctor Arceluz, González Mocken a un abogado de su confianza; Cabada y Serrano desatendieron la invitación, ignorando la primera llamada.

Algo que deben conocer los cuatro, es que Acosta no es el Oso Valenzuela ni Jesús Esparza, si realmente construye un caso con fines de judicializarlo es por que encontró carnita y la tiene documentada. No es un improvisado ni se mueve por consigna.

Los maxijucios se trasladan temporalmente a Juárez, veremos en que concluyen, pues la audiencia de ayer es sólo el inicio de un asunto legal que los mantendrá ocupados buen rato. Y como usted se habrá percatado van en serio, pues en racimo de cuatro salen más baratos. Ay nanita, tan bien que estaban burlándose de Duarte.

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El que de plano no encuentra la suya es Javier Corral. Por impulso inercial mantiene vigente su campaña justiciera contra Duarte sólo de saliva. Hoy la noticia nacional es que al impresentable exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, le congelaron cuentas en Estados Unidos, acusándolo de estar asociado al crimen organizado.

El muy cínico dijo que en sus cuentas personales y las de su familia solo encontrarían 300 mil pesos, siendo que la suya fue una administración dispendiosa, siempre inmersa en sospechas de corrupción. Hasta disecó al “Dandy”, su caballo preferido, aparte de presumir ranchos y propiedades ostentosas, para que ahora salga con que no tiene ni para los abogados.

El punto es que Javier se colgó de los reflectores situados en Nayarit y, presuroso, declaró que su gobierno colaboró con las autoridades federales para fortalecer el expediente judicial contra Sandoval Castañeda. Es el viejo tema de las 12 mil vacas que habrían comprado entre Duarte y Sandoval con dinero púbico y que terminaron en ranchos de su propiedad y de sus amigos.

El tema de las cuentas congeladas nadie tiene que ver con las vacas de Duarte, pero de ahí Corral infiere que también a Duarte lo podrían seguir en Estados Unidos por lavado de dinero.

Desde luego que pueden, también por desfalcar a Chihuahua, por su situación migratoria, por una infracción de tránsito o por que a panchita la bolsearon en Balleza. El problema es que ni el gobierno de los Estados Unidos ni el gobierno Mexicano están interesados en llevarlo ante la justicia ¿Qué parte de esa realidad no entiende el gobernador?.

Ahora está esperanzado en que las quimios fraudulentas surtan efecto para nuevas carpetas de investigación. Otro tema viejo. Está como el cuento del lobo: les juro, niños, que ya viene el lobo. Se está acercando, mírenlo pasó y volvió al bosque. Bueno era un coyote pero el otro animal con rabo será lobo. Los acecha.

Los niños entienden el mal juego y terminan muertos de risa. Así Corral, sus declaraciones sobre que hay nuevas ordenes contra Duarte, que ya habló con Marcelo Ebrard para acelerar la extradición, que le congelarán cuentas, hace tiempo dejaron de surtir efecto mediático.

O actúa, presentando al lobo que no es otra más que la detención de Duarte con fines de extradición, o deja de hacer el ridículo con declaraciones forzadas que sólo exhiben su obsesión contra el “as de oros”. En esa parte ha perdido sentido común, el señor gobernador.