*Como te ven… te tratan, Javier

* Rafa Espino a los cuernos de la luna

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El dato saca de quicio a cualquiera; en tres años la Federación recortó el 50 por ciento de los ingresos a Chihuahua. Drástico el moche, sin alusiones a Gustavo, pues en 2016 la entidad recibió 6 mil 130 millones de pesos para infraestructura y el presupuesto del 2020 se reduce a sólo 2,550 millones. Sin contar quitas en otros rubros, de los tantos que maneja la Secretaría de Hacienda.

Existen explicaciones, desde que el gobernador actual protestó el cargo no hizo más que mentarle la madre al entonces presidente Peña Nieto, por que no detenía a Duarte ¿Cómo esperaba ser recompensado en el presupuesto? Imposible, a la mínima insinuación presidencial los tecnócratas sacaron la ley de Coordinación Fiscal y no se desviaron ni una coma. Hoy conocemos las consecuencias.

Y ahora con López Obrador resulta que va peor. Con el cuento de la austeridad y de amarrar la enorme bolsa de los programas social-electorales, carga la mano con el serrucho de los dineros, a contento.

Volvemos a lo mismo ¿Dónde estaban los buenos oficios de Javier antes de que castigaran a Chihuahua de manera tan severa?. Exacto, concentrado en detener a Duarte y ocupado en la Reforma del Estado o desairando reuniones con el presidente ¿Recuerdan sus ausencias en Palacio?

Lamento decirlo, Javier, pero como te ven… te tratan. Es la realidad de un gobernador que no ha sabido poner por encima de sus traumas y fobias los intereses de Chihuahua, actuando con la lógica del irresponsable que no repara en las consecuencias de sus acciones.

Otra vez se ha equivocado, eligió el camino largo e intransitable de cancelar o modificar el Convenio de Coordinación Fiscal ¿Está pensando en serio que puede hacerlo? ¿Supone que López Obrador responderá si, cuando presente –si lo hace- la propuesta para terminar con la “gran inequidad”?.

No lo sabemos, si ha consumido los primeros tres años de su administración siguiendo al fantasma de Duarte, bien puede cerrar los últimos dos empeñado en modificar las leyes de coordinación, con la bandera de la soberanía y el federalismo. Por qué no, dos años son nada y hasta de precampaña le sirven, qué importa si a Chihuahua se la lleva el diablo.

De lo que si hay certeza es de la postura que adoptará López Obrador frente a los gobernadores alzados, si alguno lo desafía. El presidente declaró ayer que las negociaciones fuera de ley, tratándose de participaciones se acabaron; a cada quién lo que le corresponde, ni un centavo más.

Peña lo castigo por desafiarlo e intentar detenerlo; López Obrador ni en cuenta lo toma, pues Chihuahua y los estados del norte no le importan sino para consolidar la plataforma electoral con los programas sociales.

El margen de acción para conseguir recursos adicionales está muy reducido, a rascarse con sus propias uñas y trabajar por que Morena pierde el control del Congreso en la próxima elección. O intente cubrirse de héroe desafiando al presidente, quizás lo doble y Chihuahua se vea recompensado.

Rompeolas

Esperó el tiempo de un parto, nueve meses, pero al fin Rafa Espino se montó en el tren de Morena -¿O como debe decirse en el nuevo México? ¿Carro de mulas?-. Ayer protesto como miembro del Consejo Administrativo de Pemex y no cualquier consejero, es quién lleva la representación del presidente. Tome nota del pequeño detalle. ¿Lo aleja, ese nombramiento, de la gubernatura? Da igual, como dijo el clásico; ni lo aleja ni lo acerca, sino todo lo contrario. Para ganar la encuesta de Morena sólo se necesita un voto y cuando el “líder amadísimo” atienda las candidaturas del 2021, cualquier cosa puede suceder. En el inter Rafa se ha convertido en uno de los hombres fuertes de la petrolera, con todo lo que ello significa. Destapen las viuditas de clicquot, el cargo bien vale un pecadillo en tiempos de austeridad, no todos los días se llega al Consejo de la empresa más importante del país. En Chihuahua hay dos que brincan en un píe, esperando su merecida retribución, uno es de Cuauhtémoc ¿De dónde el otro?.