*Pininos de la Tercer Vía

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Desde Juárez reportaron un par de encuentros entre el edil independiente Armando Cabada y el expresidente municipal, Marco Adán Quezada, cuyo nombre habitualmente es mencionado en los cotillos políticos y mesas de café como uno de los posibles candidatos al gobierno. Dos reuniones seguidas, jueves y viernes, no son casualidad y menos momento de reposo para el café, trascendió que dan los primeros pasos buscando consolidar una opción alternativa contra Morena y el PAN, en la disputa por Chihuahua.
Se trata de la Tercera Vía, idea esbozada en diferentes momentos en esta columna y que personajes importantes empiezan a considerar como opción viable. En síntesis refieren un acuerdo político entre actores, pongámoslo así, no comprometidos con los partidos y que agrupados podrían galvanizar en un movimiento de corte ciudadano.
El formato es conocido, hablamos del tradicional “corramos juntos y el que avance más encabeza el proyecto, bajo el entendido de que los otros se suman en  espacios menores generando una sinergia social, sobre la base de que aquí cabemos todos”. El multicitado “ganar ganar”.
En la mesa muy democráticos e incluyentes, razonable desde cualquier punto de vista, el reto está en mantenerlo, pero si dos figuras preponderantes han decidido pactar los primeros acuerdos, es que al menos visualizan una oportunidad de éxito.
Supongo que eventualmente convocarán a liderazgos regionales, especialmente el caballo Lozoya, presidente de un municipio con escasa trascendencia política, que sin embargo ha tenido la gracia de moverse frenéticamente por todo el estado. No deja de hacer sonar su botecito chilero y ese dinamismo mantiene su nombre entre los posibles candidatos. Pero si en verdad tiene dos dedos de frente o más, sabrá que sólo no pasa de Talamantes, así que también los necesita.
Sentarse a una mesa y decir vamos juntos, hermanos y de la mano, con la consigna de que el que llegue primero canta el uno dos tres por todos sus compañeros, como en el bote volado, es muy romántico. El reto está en mantener los acuerdos una vez llegadas las definiciones.
Por ejemplo, si en las encuestas para determinar quién hace cabeza, Lozoya sale adelante ¿Cabada y Marco Adán aceptarían el resultado y se sumarían a su candidatura? O Lozoya entregaría sus activos a Cabada, o a Marco Adán, aceptando competir en una candidatura menor. Si quieren jugar con posibilidades de éxito, sólo hay espacio para un candidato de la Tercera Vía, no caben los tres. Cuando llegue ese momento, es donde deben mantener la unidad.
El otro reto es soportar a pie firme, sin cuartearse, los atentos saludos que seguramente recibirían de los partidos tradicionales, Morena y PAN, si verdaderamente el proyecto empieza a prender. Las campañas no han empezado, en consecuencia el golpeteo tampoco y en la medida que crezcan recibirán puntapies. Es la lucha por el poder, no un juego de canicas.
Pero el momento de conformar un proyecto político al margen de los partidos tradicionales es oportuno, las condiciones de Chihuahua están dadas, que logren llevarlo a buen puerto es otra cosa, las señales de hartazgo ciudadano ahí están.