*El fantasma de Salinas tocó a Javier

* Madero; Reforma electoral a modo

* Temprano para obviar preferencias

La primera gran confrontación de los partidos dominantes, Morena y PAN, previa a las elecciones del año que viene, será por la Reforma Electoral. Los golpes no serán marcados, van en serio, atrás quedaron amenazas pactadas, valores entendidos o las ordinarias escaramuzas. Con esa reforma abren oficialmente las hostilidades políticas.

El remiso y desprestigiado precandidato, Gustavo Madero, ha sido elegido por Javier Corral para conducir las negociaciones, lo que representa un exceso antidemocrático pues intentará tejerse un traje a la medida. Es más largo que un día sin lonche, sabe que en esa Ley descansa buena posibilidad de ser gobernador, imposible pasar sin ver.

No se trata de una especulación injuriosa o hipótesis descabellada, desde que Javier Corral encomendó al nuevo subsecretario de gobierno, Carlos Olson, la tarea de preparar la Reforma, sabía que dejaba la responsabilidad en manos de Gustavo, Olson es su fiel y más confiable operador. Jamás movería una coma sin autorización del influyente senador.

La primer consecuencia de tener a Gustavo en la trastienda de las negociaciones, es que complicará los acuerdos. Como ya dije, imposible discutir con objetividad si en ello tiene puesto su futuro inmediato; la segunda es que desanivela el piso en perjuicio de Maru Campos, la precandidata mejor presentable entre los aspirantes del PAN.

Es curioso como políticos tan agudos pierden el sentido común cuando ocupan la silla de gobernador, no pueden sustraerse de la política partidista. Antes del cargo se regodean diciendo que “gobernador no pone gobernador”, sin embargo cuando llegan se les hace chico el mar para hacer un buche de agua y les da por conducir el proceso electoral, pensando en que acomodarán heredero.

En esa parte Javier es igual a todos, supone que al final de su mandato maneja con maestría ejemplar los hilos de la política y está seguro de que puede acomodar el escenario a su favorito, en este caso a Gustavo Madero.

Se equivoca; ni trae todos los hilos del poder, ni podrá construir un escenario a modo del senador. La máxima de los gobernadores sigue teniendo plena vigencia y el que dude pregunte a cualquiera de los ex con vida. ¿Ya olvidaste, Javier, cómo perdió Lalo Romero? Hasta hubo lágrimas en aquella triste asamblea estatal del gimnasio Manuel Bernardo Aguirre.

La Reforma Electoral de Chihuahua no será discutida en el Congreso del Estado sino en Ciudad de México. Allá el gobernador es otro de muchos actores y de ningún modo el más importante ¿Cómo espera que aprueben una segunda vuelta en la ley de Chihuahua, sin estar incluida en la legislación Federal?. Ni en sus más dulces sueños.

Lo que si está logrando es polarizar al PAN. Con el favoritismo por Gustavo agrupa en torno a Maru Campos a todos los actores de importancia que, aun siendo panistas convencidos, jamás irían en campaña por Gustavo. Y si, queriendo o no abre el camino a Morena ¿Asocian esta historia con el pasado reciente, visto desde el PRI? Mañana desdoblaré el tema, es de lo más interesante.

Rompeolas

El Fantasma de Carlos Salinas se hizo presente en Chihuahua, treinta años después del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas. Los pactos con el diablo cobran factura más temprano que tarde; el que se acerca al fuego sale chamuscado. Javier Corral acaba de comprenderlo. Con un simple “las criticas públicas y los afectos privados no funcionan”, Salinas desnudó a un Javier de doble vida; el que reacciona iracundo contra molinos de viento y el que implora consejo y respaldo del “villano favorito”, con tal que conseguir sus propósitos. ¿Qué sabe Salinas? Que no sabe el infeliz, con el se confiesan los más altos políticos del país, entre los cuales -ahora sabemos- esta Javier Corral. Trágame tierra, ahora ya sabe el Líder Amadísimo que Corral, quien le juró amor eterno horneando “rayadas” sólo para su paladar, tuvo furtivos y oscuros encuentros con Salinas. Ni como replicar, lo más seguro es que Salinas tenga grabados los encuentros ¡imagine a Javier adulando en privado al padrino del mafia!. Mejor le paro y prometo que ahí muere, hablamos de palabras mayores.

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