*Sobra presidente; falta gobernador

*Pateados como el perro amarillo

* Conveniente amnesia de Corral

* La ingenuidad del “pequeño Amín”

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En el tema del agua, como en otros, en Chihuahua sobra presidente y falta gobernador. López Obrador no tiene ni la menor idea de lo que significa el distrito de riego 05, jamás ha escuchado hablar de la Boquilla, las Vírgenes o el Granero, pero un comentario suyo durante las mañanas es suficiente para que funcionarios irresponsables y serviles tomen sus palabras como si fuesen mandamientos divinos y emprenda un demencial saqueo de agua.

La maldición de los agricultores es que el gobernador Javier Corral, quien debería ver por ellos, tampoco conoce el tema, ni le interesa conocerlo. Prefiere esconderse en su oficina o en la Ciudad de México, ignorando la crisis como si ésta fuese pasajera, que involucrarse decididamente en la crisis. Baja la cabeza y cierra los ojos antes que indisponerse contra el Gran Tlatoani.

En medio de autoridades así, una que ni los hace en el mundo y otra a la que no le importan, los agricultores de la región de Delicias sólo se tienen a sí mismos. Al verse abandonados reaccionan de la única forma que pueden hacerlo para ser escuchados; la insurgencia cívica moteada de violencia. Toman casetas, incendian vehículos, enfrentan a la Guardia Nacional. Es hasta donde los han orillado.

Nadie podría culparlos, llevan 17 meses, desde febrero de año pasado recibieron la información de que un “modelo matemático” recomendó abrir la Boquilla para trasvasar 1000 metros cúbicos de agua a las presas Falcón y Amistad, en Tamaulipas y Nuevo León, prevenidos de que no podían hacer nada para evitarlo. Es mucho tiempo de zozobra para pedirles que conserven la calma, sus nervios están por reventar y más cuando ven a la Guardia Nacional apostada en las cortinas.

En la crisis del agua ha privado la indolencia gubernamental, si López Obrador no quiere nada con Chihuahua, el gobernador Corral debería sacar la cara por los suyos, sin embargo también se repliega o “hace que hace”. En todo ese tiempo no ha sido, por ejemplo, para reunir en la misma mesa a la directora de Conagua y a los gobernadores de Tamaulipas y Nuevo León, entidades que reciben dos terceras partes del los 432 millones de metros cúbicos que Chihuahua entrega como parte del Tratado, para encontrar una salida negociada.

Nada, piensa que cumplió hablando por teléfono con Marcelo Ebrard y éste le prometió que verían el tema con calma y en el inter no extraerían más agua. En México ven que a Corral no le importa, quiere resolver la emergencia por teléfono, pues a los funcionarios del nuevo régimen menos, Chihuahua es lo último que tienen presente. Por eso en Conagua hacen lo que quieren, cómo reclamarles sin acuerdos firmes o compromisos firmados, sólo expresiones telefónicas de buena fe, imposible. Así no.

El cambio climático ha generado adversas condiciones a las que no escapa Chihuahua, el estrés hídrico es mundial y ninguna de nuestras autoridades han sido para recoger esa nueva realidad y proponer enmiendas al Tratado. La solución es doméstica, no pasa necesariamente por los gringos, que dejen a Chihuahua pagar el cien por ciento del compromiso con Estados Unidos, pero sea liberado de la entrega a Tamaulipas y Nuevo León. Es una propuesta pertinente, los dos estados reciben casi el doble de la precipitación promedio anual que Chihuahua.

Por desgracia desde siempre hemos sido los grandes jodidos con el Tratado. Ya desde el año 2000 cancelaron, por la misma razón, el ciclo “otoño-invierno”. Desde entonces el problema ha seguido creciendo sin que los gobiernos le pongan atención suficiente.  Nos tratan como al perro amarillo, pateado y sin hueso que roer. Siguen tentando a los productores e incrementarán su nivel de protesta, es una consecuencia de alto riesgo ¿Han pensado en lo que sucedería si hay muertios? ¿Es lo que buscan?.

Rompeolas

En campaña ofreció que “El titular de la Secretaría de Salud en el Estado de Chihuahua sea médico de profesión, preferentemente especialista, en consenso con el gremio médico”. Desde la primera falló, al Dr. Ávila lo designó por su relación familiar con Francisco Barrio, no por “consenso con el gremio médico”, pero en la de ayer de plano olvidó la promesa. Lalo Fernández ni es médico, ni es conocido en el gremio, ni tiene experiencia en el sector. Cae más pronto un hablador que un cojo ¿Y la demanda por once millones de pesos? Ah, ese es otro tema.

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El “pequeño Amín” piensa que haciendo el trabajo sucio de Palacio conseguirá la Presidencia Municipal. Hijito, hoy te utilizan y mañana te darán una patada en el trasero. Pero ya se vio despachando en la oficina del edil. Inocente, espera a que tomen las decisiones importantes y verás donde están los compromisos superiores. De que los hay, los hay.