*Gobernadores, esbozo de contrapeso

*Porfirio es un peligro para Morena

* Lilly Téllez “sepulta” a López Gatell

* Jorge Issa con la cartera vacía

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Los gobernadores agrupados en la llamada Alianza Federalista empiezan a ser un esbozo de contrapeso al poder absoluto de López Obrador. Con una Corte obsequiosa y un Poder Judicial plegado a los deseos presidenciales, han sido los diez gobernadores desprendidos de Conago la única fuerza política significativa que parece incomodar al Presidente.

Reunidos ayer en Aguascalientes, los diez se pronunciaron por presentar una controversia constitucional buscando salvar los 109 fideicomisos, dotados en conjunto con 68 mil millones de pesos, que la Cámara de Diputados acordó desaparecer días atrás. 

Falta que el tema supere los obstáculos del Senado, donde existe el “bloque de contención” compuesto por PAN, PRI, PRD y MC, pero los mandatarios han dado el primer paso en esa dirección. Buenas noticias, ya los habían dado por perdidos, ahora por lo menos existe una lucecilla de esperanza.

Esa obsesión de López Obrador por concentrar en sus manos todo el presupuesto del Gobierno Federal está pegando fuerte en los estados y municipios, donde muchos de éstos programas tienen un impacto real. Intentar rescatarlos es valioso, pero los gobernadores, más que todo, hacer sentir su desacuerdo pensando en la próxima distribución del presupuesto nacional. Sienten que les irá muy mal.

La falta de dinero es una de las amenazas más sentidas de los gobernadores, saben que recibirán un recortón severo. Por ejemplo, el caso de Chihuahua Javier Corral ordenó a los secretarios y miembros de su gabinete proyectar presupuestos con 20 por ciento menos del presente año. Si lo dejan en esos niveles sería un golpe devastador para las ya de por si deprimidas finanzas estatales.

Para conocer la gravedad del asunto, pongamos que el próximo año Chihuahua tendrá dinero solo para pagar nómina de sus empleados y eso con dificultades, haciendo crecer el déficit que ya supera los diez mil millones de pesos. En consecuencia cero, cero programas, cero actividades más allá de las elementales.

Si éste año fue de aprietos financieros para el gobierno estatal y en general para las entidades públicas -Uach y Congreso andan por las mismas-, el que viene será para llorar. Es lo que hay, pero a nuestro querido Presidente le sobrará dinero para financiar sus programas electoreros.

Las comisiones del año que viene justifican cualquier atraco, como ese de los fideicomisos, Morena debe ganar si o si, es la instrucción del Tlatoani esperanzado en consolidar su cuarta transformación.

Rompeolas

Comentan que el Congreso del Estado tuvo dificultades para pagar la nómina de la quincena pasada, que poco faltó para que sus empleados recibieran la desagradable noticia de que hoy no. Jorge Issa podría empezar, como una medida de austeridad, despidiendo a todos los empleados de Rubén Aguilar, hablan de decenas, a quienes el viejo diputado “vacuna” –según comentarios- con hasta el 70 por ciento. Para ellos no hay austeridad.

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Porfirio Muñoz Ledo se convirtió en un peligro para Morena. Un hombre de 87 años tiene poco que perder y ciertamente ninguna otra aspiración política más allá del sexenio, pero ahora está encendido reventando el proceso de elección al interior del partido oficial. Si ya lo conocen, para que lo calentaron ¿Cierto Claudia?.

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Lilly Téllez me está cayendo bien, ha tenido algunas participaciones muy interesantes en el senado y particularmente ayer “sepultó” a López Gatell, el merolico de la pandemia, llamándolo “”pequeño virrey de las camas vacías y los muertos en casa”. Puntual la crítica de la senadora independiente; el mayor logro del Gobierno de López obrador es presumir que tienen camas suficientes para los enfermos de Covid, como si ese fuese su mayor objetivo, siendo que la gente sigue muriendo en sus casas por falta de atención o llegan las hospital sólo para morir y desocupar, rápidamente, la cama.