*El rock star terminará en despojo

* Si viviera Cantinflas o Héctor Suárez

* López Gatell o adulación sin límite

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Me pregunto dónde acabará López Gatell cuando termine la pandemia, o el sexenio, si bien le va. Trabajo encontrará, sería un excelente bufón de Palacio, merolico estrella en ferias de pueblo, interprete autorizado de Cantinflas. Y no lo digo de broma, el hombre alcanza puntadas de brillantez dando gusto, frente a toda la Nación, a un autócrata como López Obrador. La explicación de hoy, intentando aclarar la evidente contradicción entre el Presidente y el secretario de Salud sobre el rebrote del virus moral, es un ejemplo la más absoluta e irracional sumisión al Poder, caso típico de lealtad ciega, portento de adulación sin reservas.

Su deber es manejar la evolución de la pandemia con datos verídicos y accesibles a la población, manteniéndola informada sobre la mayor preocupación del momento. En vez de cumplir se inclina voluntariamente al interés avieso de un presidente más preocupado por conservar altos índices de popularidad –cada que puede los presume- que por evitar muertes y administrar eficazmente la crisis de salud.

Si nos atenemos a las primeras versiones sobre el famoso sistema Centinela que a inicios de la pandemia presumió como la mayor novedad, según el cual todos los casos deben ser multiplicados por ocho, los datos son de horror; El país casi alcanza siete millones de contagios y 700 mil muertos, más que todos los del mundo junto, y la prioridad de López Gatell es dar gusto al Tlatoani.. La deplorable situación en hospitales, las muertes de personal médico, la falta de camas e insumos los tiene sin cuidado, para ellos “No pasa nada”, vamos requetebién ¿Porqué no? Si les vino como anillo al dedo.

Su cinismo enfada, el Presidente y el secretario de Salud en ostentosa contradicción Frente a la Nación entera, y en medio de ellos López Gatell miente mirándonos de frente, sabiendo que miente, orgulloso de mentir. Probablemente lo escucharon, ha circulado profusamente en redes, pero decido trascribir la “explicación” de López Gatell aclarando la “aparente” contradicción entre Presidente y Secretario:

“Ojo, por que a veces surge esta idea de ¡oh!, el Presidente dice que no hay rebrote y López Gatell dijo que si hay rebrote ¿Qué ésta pasando? No está pasando nada, estamos teniendo unas apreciaciones sistemáticas de todos los fenómenos. El Presidente ésta misma mañana dijo, inmediatamente después de que el doctor Alcocer (Secretario de Salud) dijo vemos señales de rebrote, él –López Obrador- dijo no hay rebrote y luego yo me paré y dije: vemos señales tempranas de rebrote ¿Porqué razón? Por que el señor Presidente está viendo integralmente la Nación en muchos campos que a nosotros no nos corresponde atender. Él, por dejemplo, destacó la estabilidad económica de México y la velocidad tan positiva con que se ha logrado recuperar México, manteniendo la moneda estable etcétera, etcétera. En la parte técnica  lo que decimos es “vemos señales de un cambio de trayectoria”.

Sinceramente no resisto la risa, es una galimatías precioso: “es que mira, lo que yo dije, pero luego tu dijiste, y no ya que tu primero habías dicho, quizás por que yo siempre dije, ya que tenía que decir, pues que tu habías dicho”. Así respondió a la simple pregunta ¿Hay o no rebrote? Pudo contestar con un sí o un no, pero decidió enredarse y creer que nos enreda, para concluir con un “vemos señales de un cambio de trayectoria”. Jajajajajaja, pero entonces hay o no hay rebrote. Es que está para mojar los pantalones de risa.

Reconozco su agudeza para desviar la atención y conseguir el objetivo, ayer no hablamos de brotes ni rebrotes, nos concentramos en la abyecta sumisión de un científico mexicano frente al Poder, dispuesto a engañar a cien millones de mexicanos a fin de congraciarse con uno. Hijo de la chingada, perdón por la expresión, aunque no crean lo digo con cariño y muerto de risa, me ha convencido de su capacidad e ingenio para hablar sin decir nada.

Cómo me gustaría que viviesen Cantinflas o Héctor Suárez, encontrarían en López Gatell una veta inagotable de humor, al personaje con el que toda su vida soñaron. No están ellos, a ver cual de los excelentes humoristas mexicanos de hoy tienen la valentía de incorporarlo a sus espectáculos, el hombre da para mucho, recordemos la joyita que nos dejó muy al principio de pandemia: “La fuerza del presidente es Moral, no de contagio” en respuesta a otra simple pregunta ¿puede o no contagiar el Presidente?.

Siento sincera pena por él, pasando la emergencia sanitaria o concluido el sexenio, será el hazmerreir de toda una generación, por que si algo sabe hacer el mexicano es reírse de la muerte, de si mismo, de sus desgracias ¿Habrá visualizado el despojo en que se convertirá? No creo, sospecho que su inteligencia aduladora no alcanza para tanto.