El estado cuenta con 700 ventiladores, entre las diversas instituciones estatales, federales y municipales, dijo ayer Javier Corral. El problema, explica, es la falta de personal de salud, por que ya están agotados. Continúa: “El estado ha emprendido una etapa de formación y capacitación urgente para que el personal que no tiene experiencia en atención intensiva o manejo de ventiladores, se pueda sumar a la lucha contra el Covid. ¡¿Por qué no los capacitaron desde un principio?! Tuvieron medio año antes que nos alcanzase la emergencia.
Es la pésima planeación, en el pico de la pandemia los ventiladores están guardados por que no hay personal capacitado para darles uso. A eso me refería en la entrega de ayer, cuando denuncié que la ineficiencia gubernamental espanta. Reaccionan tarde y a la desesperada.
Está muy concentrado en la lucha federalista y en su disputa personal contra López Obrador. Perfecto, el Tlatoani nos ningunea el presupuesto, pero oiga, a Dios rogando y con el mazo dando, por andar del tingo al tango descuida los asuntos más sentidos de Chihuahua, en estos momentos la pandemia.
Eso pasó con el agua, cuando entró era demasiado tarde. Así hoy con la pandemia, se dieron cuanta de la gravedad hasta que los hospitales estaban saturados de pacientes moribundos. Antes paseaban tan distraídos como los irresponsables que organizan fiestas Covid. Existe otro dicho muy acomodado para el caso: “están en todo menos en misa”.
Hay más, intente usted hacerse la prueba Covid en hospitales o centros de salud públicos estatales. Es casi imposible, no hay reactivos suficientes, están escasos porque olvidaron pedirlos a tiempo. Ah, pero ya los pidieron. Otra vez la misma ¡¿Porqué hasta ahora!? llegarán en dos o tres meses, los laboratorios están saturados de pedidos anteriores.
Es una tras otra ¿Sabía usted que el personal de Salud ahora mismo está en lo que llaman “Asamblea Permanente de Brazos Caídos”, lo que significa que sólo atienden urgencias y a los enfermos ya internados?. Se quejan por que los tienen hartos de trabajar en las peores condiciones.
Transcribo un párrafo que el líder sindical, Pablo Serna, envió al secretario de salud, Eduardo Herrera, el pasado 19 de octubre, cuando ya de plano no aguantaban más:
“Es un problema alarmante el que varios directivos demuestren un escaso compromiso institucional, muy poco sentido social y humano, de acuerdo a la función que desempeñan. No es posible que con la experiencia del curso de la pandemia, y más aun, con el regreso a semáforo naranja –todavía no llegábamos al rojo- no se tengan los insumos de protección necesarios, la disponibilidad de atención médica en calidad y cantidad, así como en tiempo y forma de acuerdo a las áreas estratégicas y no se cumplan las directrices de protocolos normativos para enfrentar éste incremento de contagio por el Covid 19”.
Si los mismos trabajadores hacen una protesta por escrito y la llevan hasta el punto de hacer huelga de brazos caídos ¿Cómo estará el desorden en el sector Salud?. Es caótico y buena parte del problema, lo han dicho, tiene nombre y apellido: Carlos Benítez Pineda, director general del Hospital Salvador Zubirán, a él son atribuidas las negligencias.
Por ineficiente lo despidió el secretario Fernández, pero resultó que Benítez tiene influencias con el gobernador y, contra todo el personal, desde Palacio pretenden regresarlo al cargo donde, aseguran, hace tanto daño. Cerca de mil trabajadores de la salud firmaron para que no vuelva. Dese una idea del enfado.
Es imposible prestar atención profesional en medio de una crisis laboral, sin embargo pareciera que puede más la relación de un doctor que todos los trabajadores juntos y hasta que el secretario. Un mínimo de razón, si Corral tanto quiere al tal doctor Benítez, nómbrelo su asesor personal, béquelo en Harvard o envíenlo en misión diplomática a Las Vegas hasta que termine la administración, pero que no sea factor de encono el hospital. No ahora.
Concéntrense en lo fundamental; atender a los pacientes, después verán que hacer con el director odiado. En lugar de eso sueltan grillas de politiquería contra el líder sindical. Están desenfocados, a Serna no le importa la política partidista, y además deberían saber que si llegó a tal punto en su exigencia, es por que tiene elementos sobrados.
No los doblarán, su exigencia es pertinente; sólo buscan que les quiten de encima al funcionario responsable de que el personal de salud trabaje en las peores condiciones y sin instrumentos ni insumos para prestar el servicio, como han denunciado reiteradamente. Están más preocupados los trabajadores que los directivos ¿En que mundo vivimos?.
Perdieron el sentido común, observan el caos pero no saben que hacer. La subdirectora de salud, Dra. Leticia Ruiz González, anunció un programa llamado “Salud Digital”, dirigido a los sospechosos de portar el virus. Es básicamente una aplicación que contiene “Consejos de cómo aislarte, asesoría médica de la Secretaría de Salud, y nos dará oportunidad de llamarte, hacer una video llamada o enviar una ambulancia, si el paciente lo necesita”.
Recomiendan, no es broma, su programa como mejor que hacerse prueba. Es desquiciante ¡Solucionaron la crisis con una aplicación digital! Una pregunta, sólo por joder ¿Enviarían la ambulancia al momento en que ya no puedan respirar o cuando estén muertos?. Dan pena, lo digo con sincera preocupación, dolido por el momento de angustia que pasamos.
