Ya se vieron, Gustavo y sus siete mongos, como los nuevos empoderados de Chihuahua, herederos legítimos de Javier Corral, escuderos en la batalla contra el odioso dictador y campantes operadores de la sucesión interna del PAN.
Es el mensaje enviado por Gustavo Madero al tomarse la foto con un grupo de seis aspirantes a la Presidencia Municipal y hacerla circular entre la clase panista. Ahí están Roberto –Pony- Lara, Miguel Riggs, Miguel Latorre, Fernando Álvarez Monge, Amín –pequeño- Anchondo, el amigo leal, aspirante a ministerial de oficio y futuro senador por vía de la suplencia, Carlos Olson, y Álvaro Madero, hermano y testigo de los acuerdos.
Los tiempos se aprietan en ese partido, como en los otros, para definir al candidato a gobernador y las otras plazas, siempre problemáticas. Esperaban que ayer saliese la convocatoria, así que los protagonistas principales van soltando sus cartas y colocando su resto sobre la mesa.
Gustavo muestra la necesidad imperiosa de lucir fortaleza, quiere pegar primero y por tanto dos veces, como haciéndose pasar por el candidato elegido. Es la nueva normalidad de Acción Nacional, rotos los puentes entre los dos grupos dominantes, hay que mostrar fortaleza.
Viéndolos a todos tan sonrientes, como si estuviesen disfrutando el triunfo en vez de preparando la batalla, es pertinente suponer que han llegado a o están por llegar a un acuerdo de grupo, sobre quien será el candidato a la Presidencia Municipal, sin que necesariamente implique hacerlo público.
Gustavo tiene dotes de encantador, sólo uno de los seis será elegido y sin embargo a todos los trae sonrientes e ilusionados. ¿Soy, acaso yo, el que usted ha elegido, señor? Preguntó el pequeño Amín en tono suplicante. No tu irás de regidor en primer lugar y cuando crezcas Director de Atención Ciudadana, la oficina de Marco te sienta bien. Entonces seré yo, concluyó confiando Álvarez Monge, como si el resto no existiesen. Tampoco, querido Fernando, tu me acompañarás en el gabinete de gobierno, necesitamos operadores de tus talentos. ¿Don Gustavo, será que acaso ha pensado en mí persona para tan honroso cargo? Preguntó ceremonioso Miguel Latorre, pasándose la palma de su mano por su amplia frente. No miguelito, tu tiempo está pronto pero no ha llegado ¿Te gustaría vivir en México?.
Viendo el descarte de adversarios y percatados de que sólo quedaban ellos, el Pony Lara levantó la mirada y encontró los enormes ojos abiertos de Riggs, ambos desconcertados, preguntándose sin hablar cual de los dos. Como buscando respuesta, los últimos dos mongos sin definición reaccionaron movidos por un impulso súbito y, juntos, buscaron respuesta en el rostro impávido del influyente senador. Nada, el esquivo pastor se había puesto a cubierto tras la espalda ancha del percherón Olson.
Se dice que, por el lado de Gustavo-Corral, los únicos dos candidatos a la Presidencia Municipal que siguen en competencia real, son Roberto Lara y Miguel Riggs, en el orden que usted decida ponerlos. De Olson, el séptimo y más aventajado mongo, ya sabemos, cuidará unos meses el escaño de Gustavo, esperanzado extenderlos a cuatro años e ilusamente confiado en que recibirá dieta completa, es decir sin moches. Difícil, Gustavo es de los que no dejan un centavo sobre la mesa, en una de esas lo vacuna. Son las reglas.
Rompeolas
Luego de transitar durante años sobre el delgado filo de la navaja entre Corral-Madero y Maru Campos, al fin el Pony Lara se decidió a dar un paso de costado hacia el proyecto del senador. Quienes lo conocen aseguran que está muy contento de su nueva posición, pues ya sin tapujos puede actuar más a sus anchas. Tarde o temprano tomaría partido, veremos como va, pero cierto, aparentemente su nombre estaría entre los más avanzados para cerrar una negociación.
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Sin embargo necesitan irse despacio, ayer Maru Campos definió que con el PAN todo y sin el PAN nada. Es decir, luego de coquetear con la posibilidad de irse a otro partido, si deciden bajarla por las malas, la alcaldesa optó por jugársela a todo o nada sin dejar su partido. Eso de que llegará hasta donde tope está demostrándose, pues no afloja el paso ni un momento, desafiando toda posibilidad de dedazo y más con las últimas e importantes adhesiones que ha cosechado en México. Así que Gustavo y sus siete mongos pueden hacer todos los planes que deseen, están en su derecho, sin embargo siempre estarán en la circunstancia de que se los patee doña Maru, que no se quita y cada día que pasa siente mayo fortaleza. Veremos, los días de gubernatura están aquí y suelen ser aprovechados por los más templados.
