De Lucha entiendo, lleva una larga vida mercantilizando narrativas contra Chihuahua, de sus peleles también, agotada la fuente de ingresos panistas quieren seguir medrando, ahora en Morena. Pero cómo entender el activismo de Javier Corral contra el Partido que lo hizo diputado local, diputado federal, senador, gobernador, que le dio fama nacional. Del PAN recibió todo, sin él Javier Corral queda reducido a precoz comunicador de incierto destino y cuando la militancia rechaza su proyecto continuista, sin pensarlo traiciona las siglas que lo encumbraron hasta las nubes.
Tras los audios de Lucha, Víctor y los otros asoma el rostro de un gran traidor cuyo nombre es Javier Corral Jurado. Traicionó al PAN, Traicionó a Chihuahua y se traicionó a sí mismo, es traidor tres veces. Al PAN por trabajar a favor de otros partidos; a Chihuahua porque promueve una ideología autoritaria contraria a la tradición norteña; a sí mismo porque actúa contra los principios humanistas aprendidos en las cartillas del Partido, mil veces por él repetidas.
En el complot urdido contra la candidatura de Maru Campos, la peor conducta no es de una mujer habituada a la manipulación de quienes se mueven en su entorno, una mujer inescrupulosa que ha hecho de la denuncia social su negocio. Todos conocen la siniestra actitud de Luz Estela Castro, buena parte de la sociedad la tiene por execrable. En ese complot está el nombre de Javier Corral escrito transversalmente en cada conversación, es imposible darle sentido sin tenerlo en el centro de la misma. No puede quitarse, la infamia está desvelada.
Si de una simple llamada grupal quedó exhibida su participación intentando empoderar al candidato de Morena, en acuerdo con un personaje cuestionado de pésima fama pública como Alfredo Lozoya, a su vez candidato de otro partido, Movimiento Ciudadano ¿Que más han urdido en las sombras con la complicidad del gobernador del PAN –tengamos presente, es gobernador del PAN- contra la candidata de su partido?. Esa respuesta se la dejo a usted, amigo lector. Por mi parte sostengo que los audios demuestran lo que siempre sospechó el chihuahuense informado y en varios momentos ha dicho la candidata del PAN, que Javier es movido por extendidos rencores patológicos que torturan su mente impidiéndole reflexionar sobre sus inconsecuentes actos.
No busca justicia, quiere venganza y sólo Dios sabe de qué. Si de justicia fuese, sólo necesitaría dejar que la Fiscalía y los jueces cumplan con su responsabilidad, no intentaría retorcerla, acorralándola con manifestaciones de tres o cuatro mil ciudadanos, como propone quien presume de ser su asesora. En cambio se confabula con enemigos de su Partido, con tal de cancelar las aspiraciones de la candidata que legítimamente ganó, por amplísimo margen, la elección interna. Su grado de rencor y apetito de venganza es enfermizo.
Ni el pataleo de Lucha tirándose los pelos en el dorado exilio catalán, ni los peleles que siguen su juego y ciertamente ni Javier Corral en oficio de titiritero podrán cancelar el proyecto de Maru Campos. Entiendan, ahora es el proyecto de muchos chihuahuenses, los reiterados abusos la hicieron crecer, siendo ellos mismos quienes la elevaron a los altos niveles de aceptación popular de que goza ¿Son tan obtusos para no darse cuenta? Maru es beneficiaria de tres realidades políticas vigentes ahora mismo en Chihuahua: su natural aceptación en la base panista y los ciudadanos simpatizantes del partidos; el descredito y el mal gobierno de Javier Corral; y el temor de que nos gobierna un inculto de lealtad ciega al autoritario empeñado en destruir al país.
Es paradójico como los extremos se juntan, son más parecidos de lo que nadie imagina. Javier Corral se convirtió, hacia la parte final de su administración, en buena parte de lo que criticó de César Duarte. Duarte corrompió al PRD de Hortensia Aragón, pagando la candidatura de Jaime Beltrán del Río y al Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, con la de Cruz Pérez Cuellar; Javier trabaja a favor de Loera, en acuerdo de Alfredo Lozoya, candidato de Movimiento Ciudadano. Un enorme agravante tiene respecto de Duarte, éste trabajaba para el triunfo de Enrique Serrano, candidato del PRI, Javier quiere por todos los medios desbarrancar el proyecto de la candidata de su partido, Maru Campos. ¿De que tamaño será el rencor que lo atenaza?.
Rompeolas
Es infame tratar de secuestrar la justicia con propósitos electorales y más viniendo de personas que trabajaron para fortalecerla y defenderla, supuestamente. Imperativo detener los desvaríos de Lucha y sobre todo no dejarse intimidar por sus arrebatos amenazantes. Acusan a Pablo Héctor de tomar distancia de Javier Corral ¿No es esa la conducta que debe asumir un Presidente del Tribunal, mostrar independencia y administrar correctamente la justicia? Al verse derrotados entran en pánico y todo les parece un disparate.
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El Partido Verde, de la pareja Ávila-Gloria, recurrió a lo peor del duartismo para intentar mantener el registro y garantizar la diputación de María Ávila. No tuvieron más que aceptar la candidatura de Brenda Ríos, pues todos los perfiles medianamente aceptables a quienes se la propusieron, decidieron pasar porque no vieron seriedad. Brenda no les garantiza absolutamente nada, María podría quedarse sin la pluri.
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La Alianza Federalista está moralmente derrotada. Con la solicitud de desafuero de García Cabeza de Vaca recibieron un golpe directo al “botón” y en vez de reaccionar unidos, los otros dos gobernadores más activos, Alfaro y Corral, guardaron distancia del tamaulipeco. Era para que lo hubiesen defendido, por definición política, pero no fueron ni para exigir justicia libre de manipulaciones políticas, estando en pleno proceso electoral. El Tlatoani los midió y con esa reversa quedaron chiquitos.
