Si hablamos de leyes pisoteadas, tendríamos que poner en primerísimo lugar las electorales. Es práctica común de los gobernantes desatenderlas, de hecho las votan sabiendo cómo y cuando las pasarán por alto. Pongamos que se trata de una insana costumbre en la política mexicana, pero nunca había sucedido que desde el Poder urdiesen un secuestro a la Cámara de Diputados, promoviendo un recurso legal a favor de violar la Constitución. Sí, para que los dejen violar la Constitución.
El artículo 54 de la Constitución regula lo que llaman la sobrerrepresentación, definida en los siguientes términos: “en ningún caso un partido político podrá contar con un número de diputados que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”. Es decir, que si un partido consigue el 30 por ciento de los votos, no puede tener más del 38 por ciento de los diputados en la Cámara.
En la elección pasada Morena firmó su votación nacional en 43,6 por ciento y se quedó con el 61.6 de los diputados federales. ¿Cómo lo hizo? Burló la Constitución con un ardid antidemocrático y cínico, postulando candidatos de su filiación en el PT y el PES, dos de sus satélites.
La cuestión radica en qué al “exportar” candidatos, la regla de asignación de diputados plurinominales le favorece, así se quedó con 85 de los 200 diputados, siendo que por esa votación le correspondían si mucho 40 plurinominales. Trasladó el tope constitucional de la sobrerrepresentación del ocho al 16 por ciento.
El Instituto Nacional Electoral aprobó el viernes pasado candados contra esa violación flagrante, intentando evitar el pisoteo a la Constitución. ¿Cómo reaccionó Morena? Mario Delgado, presidente nacional, impugnó el resolutivo de la forma en que su partido suele hacerlo, desacreditando al organismo con sandeces. Acusó al INE de “maniobras oscuras y vergonzosas” de implementar un “tenebroso plan” para evitar que se queden con la mayoría calificada.
Gran cinismo de éstos bribones despreciables, promueve un recurso legal ¡Para violar la Constitución!. Inaudito, y encima, cuando intentan detenerlos, se indignan retorciendo el argumento que los haga pasar por puros y defensores de las leyes. Es demencial, inconcebible, mayúsculo despropósito.
Éste asunto de la mayor importancia no ha permeado socialmente, pese a ir contra la democracia, la Carta Magna y el interés ciudadano. A espaldas del pueblo, López Obrador y Morena pretenden mantener secuestrada la Cámara de Diputados, es su pase hacia la consolidación de un régimen populista y autoritario.
Su estrategia es tan rupestre como vil; desacreditar al organismo electoral antes de la contienda, preparando un gigantesco fraude electoral contra los mexicanos, revestido de legalidad. ¿Cómo resolverá el Tribunal Electoral la impugnación de Morena? Vaya preparándose para otra aberración jurídica, revertirá el acuerdo del INE y abrirá la puerta para que López Obrador y Morena incrementen ilegalmente el número de sus diputados en la próxima elección.
Pero -ya sabemos- son diferentes, en ellos está bien visto matar, violar, secuestrar, robar. Son moralmente superiores. Hay que joderse, los bajamos en ésta o toda una generación de mexicanos verá cancelado su futuro ¿Usted, ya adoptó un chairo?
Rompeolas
Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, como el notario Luis Raúl Flores, de los recibos. El notario dijo que no los tuvo a la vista, no los conoce y no los certificó; Silvano que los gobernadores no firmaron el Acuerdo Nacional por la Democracia, no tuvieron acceso al texto y no conocen su contenido. Trágame tierra, el Tlatoani convoca a los gobernadores para firmar un acuerdo que los obliga a cumplir con la ley –así de absurdo- y ni siquiera tuvo la decencia de pasarles el texto para que le dieran una rápida hojeada. Hijitos, si ya saben que sólo él puede usar todos los recursos del Estado en los candidatos de Morena, para qué se prestan a la simulación.
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Incomprensible la incursión de Carlos Borruel en las campañas políticas. Presumiblemente va de candidato a diputado federal en el sexto distrito, por Morena. Con los antecedentes y pruebas testimoniales de su conflictiva familia, se atreve a exponerlos nuevamente al escarnio público y, lo peor, a cambio de una quimera. Si piensa que puede ganar los desenfrenos protagónicos nublan su mente. Cada quien, el seis de junio en la noche y días posteriores tendrá tiempo sobrado para rumiar su derrota.
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Toño García, regidor por el PRI, zurció un acuerdo de provecho para los chihuahuenses desesperados por tener actividades recreativas en “la nueva normalidad”. Propuso que los centros y clubes deportivos públicos abran su puerta al público en general, obviamente cuidando escrupulosamente las medidas recomendadas para mitigar los contagios. La propuesta fue aprobada por unanimidad y se le hará llegar a la Secretaría de Salud, conminándola a la reapertura. Indirectamente que se cuelguen los privados, mucha falta hace.
