*AMLO ¿Riesgo de seguridad nacional?

* Corte e INE bajo asedio presidencial

*El ejemplar activismo de Muñoz Ledo

*Treinta segundos para la historia

*Tiscareño aprovechó el megacierre

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Empiezo la columna de hoy con un párrafo de Ricardo Pascoe publicado en su colaboración de Excelsior. En estas líneas encuentro certeramente definido al presidente López Obrador: “Hoy, Morena es un riesgo de seguridad nacional, a la par del crimen organizado, la pandemia, y la crisis económica. Esto es así por que Morena ya es un factor corrosivo y destructor de la unidad nacional y de las instituciones que conforman el Estado mexicano. Es una fuerza política que, como robot, aprueba ley tras ley que violan y contradicen la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sin ruborizarse ni cuestionar las verdaderas conveniencia de actos subversivos de ese orden. La subversión consiste en que aprueban leyes inconstitucionales sin modificar la Constitución misma, por que no cuentan con los votos suficientes para ello”.

Sin pretender alterar el texto de Pascoe, respetado ideólogo de la izquierda mexicano identificado con Cuauhtémoc Cárdenas, me atrevo a sustituir el nombre de López Obrador por el su de partido, Morena. Quien destruye la unidad nacional, el que socaba las instituciones, el que autoriza la subversión legislativa y viola la Constitución es el presidente López Obrador. Morena y sus legisladores, ciegamente leales, le sirven de instrumento destructor y delirantes matraqueros de sus aviesos atropellos, cuyo propósito final es instaurar un régimen tiránico de libertades ciudadanas canceladas.

Confieso que no lo había vista como riesgo de seguridad nacional, a la par del crimen organizado, la pandemia y la crisis económica. Es difícil verlo así porque hablamos precisamente del presidente de todos los mexicanos, el responsable de conducir al país salvaguardándolo de tales amenazas, y del partido oficial con amplia mayoría en las cámaras legislativas. Sin embargo al ver sus actos no puedo sino darle razón a Pascoe: cancelación de un aeropuerto premiado internacionalmente, supresión de fideicomisos, construcción de caprichosos e inútiles megaproyectos y, lo reciente, cimentar las bases de su continuismo apalancado en las Fuerzas Armadas y la Suprema Corte de Justicia de la Nación sometida para solventar la insuficiencia legislativa que le impide modificar la Constitución. Que resuelva la Corte, últimamente su frase favorita.

A sus ochenta y cinco años, otro histórico luchador de la izquierda nos está dando una lección ejemplar, Porfirio Muñoz Ledo. Con brillante narrativa ha tomado el liderazgo en defensa de la Constitución, sin que ninguno de sus compañeros diputados de bancada, Morena, se atreva a desmentirlo. Saben que la flagrante violación a la Constitución con un artículo transitorio que un desconocido senador por el partido Verde introdujo de último momento en forma subrepticia, es un abuso de poder indefendible.

Porfirio anticipó la creación del “Frente en Defensa de la Constitución”, que será anunciado éste martes con la presencia de otra luchadora histórica de la izquierda, Ifigenia Martínez. Recupero dos expresiones que describen la lucidez del veterano legislador: “No recuerdo en el pasado del país una violación tan flagrante por parte del Ejecutivo de la Constitución del país. Es un hecho insólito, es un hecho atrabiliario y una mancha en la historia del país, por no llamarle lacra”. La otra: “el Ejecutivo denosta a los magistrados y a las instituciones que no le son sumisos, obedientes o abyectos… eso es indigno en un jefe de Estado”.

Estoy convencido de que si consigue someter a la Corte, a un paso está, el segundo movimiento será convertir al INE ciudadanizado en el “Instituto Electoral del Pueblo” que no reconozca más autoridad que la voluntad popular, sesionando en remedos de votación a mano alzada donde decida, inapelablemente, sobre validez de resultados electorales, legalidad de registros de candidatos, autorización de registro partidistas, financiamientos, destruyendo de un plumazo una larga lucha social que las figuras más importantes de la oposición dieron en las últimas cuatro décadas del siglo pasado, en tesonera insistencia hasta quitarle al gobierno el control del arbitraje electoral.

Un Ejército dócil comprado a precio de oro –no hay dinero para salud pero a los militares les sobra- una Corte sometida abyectamente al Ejecutivo e institutos electorales de asamblea popular donde la voz decide la suerte de las elecciones y esa voz no es otra más que la del tlatoani, es la ruta pavimentada hacia la consolidación de la dictadura.

Las flechas en cuya dirección va están definidas nítidamente, marcan el rumbo hacia la destrucción del país. La única forma de frenarlo es en las urnas, en los 30 segundos que todo mexicano en edad de votar tiene, de pie frente a la boleta, para contribuir a la democracia. Pueden ser los 30 segundos más importantes de nuestras vidas, fallamos y, muy probablemente, la del seis de junio sea la última elección a la que hayamos asistido como ciudadanos libres. Otra vez vuelvo a preguntar ¿Romántico idealista? Aténganse.

Rompeolas

El que aprovechó el “súper cierre” éste fin de semana fue Fernando Tiscareño, candidato de Morena y la coalición “Juntos Hacemos Historia” al Distrito octavo federal. En una dinámica entrevista se pudo sentar un par de horas con Marco Quezada para trazar temas de coordinación, en la eventualidad de que uno llegue al Congreso de la Unión y el otro a la alcaldía de la capital. Uno de los temas de reflexión fueron los que ya lograron con éxito en el pasado, cuando Tiscareño coordinó el programa Sumar que tuvo el espíritu de reconstrucción del tejido social en las 110 colonias de Chihuahua que más requerían de la intervención de las autoridades y sectores de la sociedad.

Otro rubro es el que la ciudadanía siente en total abandono, el apoyo contra las adicciones. Ya se constituye como problema de inseguridad por el alto índice de consumo de cristal y otras metanfetaminas. Contribuir a la seguridad, no solo atrayendo recursos para mejor equipamiento en las fuerzas del orden, sino también gestionando proyectos que beneficien y capaciten de mejor manera a los policías. Lo interesante es que fijaron su objetivo, no solo presupuestal, sino incluso de colaboración con autoridades y organismos internacionales que Tiscareño bien conoce. El candidato a diputado federal y su esposa, ya lograron invertir en la construcción de 18 bibliotecas en escuelas primarias en zonas de alta marginación y lo hicieron por su propio pie, desde una AC, según nos cuentan.