Frisco, Texas— Dak Prescott trató de negociar la duración de su segunda reunión con los reporteros menos de 24 horas después de experimentar por primera vez el dolor de una derrota en la última jugada en los playoffs de la NFL.
El novato mariscal de Dallas le dijo a alguien que recolectara el mayor número de preguntas, y cuando pensó que era demasiado alto, Prescott sugirió el número de su uniforme –el cuatro– y sonrió débilmente mientras todos reían este lunes.
Prescott y su compañero novato Ezekiel Elliott, el campeón de acarreos de la NFL, ya pueden entender lo que sintieron durante años Tony Romo y Jason Witten al tratar de dar por terminada lo que actualmente son 21 años de sequía en el Supertazón, para una franquicia que tiene cinco títulos.
Dependerá de los jóvenes astros el lograr que suceda después de la promesa que hicieron en la devastadora derrota que tuvieron en casa ante Green Bay en el playoff divisional por marcador de 34-31.
“Se desaprovechó la oportunidad, este equipo no volverá a estar reunido, no será el mismo equipo, no serán exactamente los mismos hombres y los jugadores no volverán a estar juntos”, dijo Prescott, quien ha sido agregado al grupo de los mejores mariscales novatos de la NFL al convertirse en el primero en lanzar tres anotaciones en un partido de playoff en la era del Supertazón.
“Aunque es una base para la gente que lo hará para esta organización, los jóvenes de este equipo. Vamos a ser mejores después de esto y a hacer más intentos”.
Los Vaqueros tuvieron una repetición del 2007, cuando fueron el mejor sembrado de la Conferencia Nacional con un récord de 13-3 habiendo conseguido un descanso y la ventaja de jugar en casa antes de perder ante los Gigantes de Nueva York.
Ésta fue la quinta derrota divisional consecutiva para Dallas, desde 1996, un año después de la última victoria que tuvieron en el Supertazón.
Aunque la sensación podría ser un poco más parecida a la de 1991, cuando los Vaqueros perdieron ante Detroit en la misma ronda y tenían la necesidad de agregar a un ala defensiva de élite que presionara al mariscal contario.
Charles Haley fue una parte crucial en las tres victorias que tuvieron en el Super Bowl en cuatro años.
La defensa de Dallas fue mayormente adecuada en esta temporada, trabajando al lado de una ofensiva de primera, siendo una de las mejores líneas ofensivas de la NFL.
Sin embargo, los Vaqueros no pudieron detener a Aaron Rodgers, al igual como hace dos años cuando estuvieron constituidos de una manera similar y perdieron el partido divisional como visitantes en Green Bay.
