*Una visita presidencial farolera

*Al irse, Conagua cerró la Boquilla

*Una grosería mencionar a Corral

*Maru mostró serenidad y estatura

*Bonilla, excelente noticia del DAP

*Mario y Noel, acuerdos políticos

*Pérez Cuéllar esparció su venenillo

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Aparte del anuncio que hizo Zoé Robledo sobre la construcción del hospital en Juárez, que por cierto vienen anunciando su construcción desde los tiempos de Patricio Martínez y nada –a ver si esta es la buena- la visita de López Obrador a Chihuahua acepta sin forzarse el calificativo de “farolera”: puro gua-gua gua-gua insustancial. La perpetua campaña del presidente que no se resigna a gobernar para todos los mexicanos, conduciéndose más bien como jefe de un partido político.

Tampoco es sorpresa, desde que llegó al cargo se ha mantenido en campaña y si la suspendió unos meses fue obligado por el Covid, el mismo ha dicho que estaba desesperado por salir y bañarse de pueblo. Pero en la parte de los hechos nada de positivo trajo a Chihuahua; no se comprometió con el tema del presupuesto, conociendo el problema financiero, para él no existe la crisis del agua, ningún anuncio de obra o al menos promesas de inversión.

Nada, vino y se fue como llegó, una visita hueca, sin sustancia, por que ni siquiera puede decirse que haya sido política, el saludo entre la gobernadora Campos y el delegado Loera queda para el anecdotario, en cuanto se bajaron del presídium cada quien a lo suyo. Si realmente siente compromiso con estas tierras, al primero que debería quitar es a Loera, complica la relación institucional con sus fobias personales.

En cambio dejó dos acciones que lastiman: la grosería de mencionar a Javier Corral como uno de los mejores gobernadores, siendo que dejó el estado en quiebra y con cero obra pública y la orden de cerrar las compuertas de la Boquilla, generando nuevas oleadas de inconformidad en la región, ya de por si muy lastimada. En el caso del agua, el presidente deja asomar un dejo vengativo. No supera que lo hayan derrotado.

Lo de Corral, que por cierto Maru aguantó sin hacer gestos, no venía al caso. Lo hizo por molestar, conoce la confrontación, sabe perfectamente que desató una feroz persecución contra la hoy gobernadora y que durante la campaña hizo hasta lo imposible por que perdiese la elección, para qué mencionarlo delante de ella. Una total y absoluta grosería de quien postula civilidad política.

Sin embargo el juego de Corral es irrelevante y en todo caso si lo contrata terminará arrepintiéndose en menos de dos años, pues con toda certeza lo traicionaría como ha traicionado a todos. Lo que si tiene fondo es la obstinación contra los agricultores, ya están surgiendo reclamos enérgicos por el recorte de agua, hablan de 75 millones de metros cúbicos, abriendo espacio para una segunda versión de la crisis por el agua. No puede el presidente estar golpeando y esperar que le aplaudan.

En esta parte vale la pena destacar la prudencia con que ha actuado la gobernadora Campos. Entiende que no puede enfrentar al presidente y asume una conducta institucional, poniendo a Chihuahua en el centro de sus prioridades. La declaración de “como gobernadora siempre defenderé a mi gente”, es una definición inequívoca por Chihuahua y a la vez tuvo la prudencia de convocarlo a trabajar unidos, por que “en la división y la confrontación nadie pierde más que la ciudadanía”. En un mundo de sincera civilidad política el trabajo coordinado entre niveles de gobierno se daría por sentado, ni siquiera debería mencionarse, pero en estos tiempos de politiquería es necesario puntualizarlo.

Es la obligación de la gobernadora, procurar una relación institucional con el gobierno federal. Esa conducta que algunos de sus malquerientes la han criticado y a propósito de la cual los voceros certificados de la 4T quieren hacerla morenista, eventualmente dará rendimientos a Chihuahua. Por muy duro que sea el corazón del presidente y enfadado que esté con la entidad, terminará por ablandarse y si no, pues Maru Campos necesita intentarlo, para eso es gobernadora.

Rompeolas

Excelente negociación la de Marco Bonilla con el superintendente de la CFE, René Armendáriz. Reducir al cincuenta por ciento –quedará en 60 pesos bimensuales- la aportación por concepto de Derecho y Alumbrado Público, el famoso DAP, a las cuentas A1 y A2, algo así como 120 mil que representan el 40 por ciento de los contribuyentes, es una excelente noticia. Morena ha querido golpear mezquinamente al edil con el tema, sabiendo que se trata de una resolución de la Corte, a ver que dicen ahora con el acuerdo al que llegó con una dependencia del gobierno federal. Bonilla ha mostrado sensibilidad social y compromiso con los más amolados de Chihuahua. Están resolviendo bien el tema, palomita en frente y recado de buena conducta.

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Los acuerdos políticos entre Mario Vázquez y Noel Chávez quedaron expresados esta mañana en el Congreso del Estado, con la aprobación del refinanciamiento tan necesario para ir saneando el presupuesto estatal, del que por cierto los diputados del PRI aseguran estarán muy pendientes para que se cumpa en los términos aprobados. Con los votos del PRI se pasaron por uno del número mágico, veintidós  para hacer la mayoría calificada. Hace rato que Mario y Noel trabajan coordinadamente y en buenos términos, pero la unidad se construye todos los días, es la esencia del parlamentarismo. Seguramente continuarán así, ambos han mostrado oficio y madurez política. Vendrán otros asuntos importantes que precisen de la mayoría calificada y, está visto, para el gobierno y su bancada en el Congreso siempre será mejor negociar con un PRI confiable que hacer pagos por evento con los nanopartidos o soportar el chantaje de un Morena rijoso. Por cierto, Noel viaja mañana junto con la gobernadora Campos a Guachochi. Trae excelente porcentaje de bateo el de Guadalupe y Calvo.

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El edil juarito, Cruz Pérez Cuéllar, aprovechó una pregunta de los medios para soltar su venenillo contra Javier Corral, su queridísimo compadre, y lo mandó de embajador a un país de flojos y jugadores de golf. Ahí se desempeñaría muy bien, dijo entre risas. ¿Cuál país sería ese? Se aceptan propuestas. Y si por Cruz fuese, sabiendo que también a Juan Carlos Loera lo quiere ver lo más lejos posible de Juárez  ¿A que país lo mandaría? ¿A uno de galancetes pueblerinos? ¿A uno de políticos rupestres? ¿A uno de súbditos y lealtades ciegas? Preguntemos Cruz, ya que se está haciendo el graciosito.