Con la mayos displicencia y ausencia de responsabilidad, Cruz Pérez Cuéllar se tomó su tiempo antes de acudir a la sesión del Consejo de Seguridad, el viernes pasado en Juárez. Simplemente llegó tarde, como si la ciudad no estuviese ardiendo ¿Qué asuntos más importantes tenía el presidente municipal para salir con la grosería de la impuntualidad, estando la ciudad en llamas?.
Cuando Cruz comprenda que su mejor campaña para gobernador es dar resultados como alcalde, tendrá alguna posibilidad de hacer efectivo su proyecto. Ahí, tomando decisiones y concentrado en las tares diarias, máxime en una ciudad tan exigente como Juárez, es donde cuajan los políticos con madera. Sin embargo no parece su caso, da la impresión que los asuntos de la gobernanza lo tienen sin cuidado, que otros se encarguen, él a lo suyo, la grilla rijosa y el bla, bla, bla.
La gobernadora Campos no dudó en trasladarse a Juárez para encabezar la reunión del Consejo de Seguridad, siendo que acababa de salir del Covid y los mandos militares también se movieron con celeridad, pero el edil toma la situación con marcada indiferencia, dándose el lujo de llegar tarde a la sesión. Es un contraste ejecutivo muy marcado, siendo que las instancias de gobierno necesitan una coordinación absoluta en su tarea de contener al Crimen.
A su estilo, después se activo. Reaccionó de la única manera en que sabe hacerlo, la rijosidad. Descalificó en público declaración del edil Marco Bonilla, Chihuahua, quien mostró preocupación por que los hechos violentos no tocaran a la capital, lo cual es de sentido común. Si ve como está el vecino, lo pertinente es tomar medidas preventivas y hacerlas del conocimiento general para evitar intranquilizar a la sociedad.
Apenas unos días antes, defendió a una regidora morenista, en Cuauhtémoc, que en un despliegue de abuso y prepotencia obstaculizó la justicia para evitar que detuviesen a su pareja ¿Qué negocios tiene en Cuauhtémoc y además defendiendo funcionarios prepotentes? Ninguno, es Cruz actuando de Pérez Cuéllar.
Tanto que se odian que al final parecen uno mismo, la verdad es que en muchos aspectos Pérez Cuéllar y Corral son parecidos; políticos faroleros, estridentes, atravesados, pero cuando tienen elevadas responsabilidades muestra cero compromiso, carecen de capacidad ejecutiva, toman los asuntos con frivolidad. Está equivocado en su camino al gobierno, es en el trabajo diario, no en la grilla donde puede encontrarlo. Juárez le está quedando grande.
Rompeolas
La gobernadora Campos empezó la semana con el tema que cerró la anterior; el Juez “presionado”, sólo que más picosa. Ratificado y todo, la Judicatura, o a quien competa, debe iniciar a la brevedad una investigación sobre las declaraciones del juzgador ¿Por qué se dejó presionar? ¿Quién y cómo lo presionó?. El apunte de la gobernadora es certero; necesita despejarse toda sombra de dudas sobre las presiones, pues contribuyen a demostrar lo que tanto se dijo, que Javier Corral, asumiéndose justiciero mayor, resultó el más grande corruptor de la justicia en Chihuahua, con persecuciones políticas contra sus compañeros de partido, motivadas por mezquinos intereses políticos. Se dijo honesto y termino corrompiendo a la justicia; se llamó demócrata y pisoteó la democracia.
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El exgobernador César Duarte está litigando a la distancia. Aprovechó el desliz del juez Samuel Mendoza para hacerse notar diciendo que la declaración de que lo presionaron es peccata minuta, que hay mucho más de fondo. Duarte pretende limpiarse el rostro, pero no hay en el mundo suficiente jabón, fue muy grande el daño que hizo a Chihuahua. Además ese tema está muy claro, lo he dicho en anteriores entregas; “hablamos de otros Pérez”, uno fue la feroz persecución política enderezada por Corral contra Maru y otra el desfalco que hizo César Duarte y su pandilla cuando ejercieron el poder, que dicho sea de paso, también pervirtió a la Justicia. No hay, para ellos, redención social.
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Al representante plenipotenciaria del Tlatoani, Juan Carlos Loera, que no lo molesten. Cuando se acerca el Super Tazón no hay otro asunto de mayor interés en su agenda. El juego es primero, los asuntos de inseguridad en Juárez pueden esperar, él se desestresa a sus anchas en los estadios del Imperio, como vulgar y ordinario fifí. Esos funcionarios son de a mentiritas y pensar que muy probablemente sea presidente municipal en Juárez. Que siga la fiesta, para eso es la 4T, para disfrutar del poder, si no que chiste tiene. No pasa nada, con que le pusieran un poco al peligro sería suficiente para justificar su negligencia.
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Salieron los nombramientos del Servicio Exterior Mexicano y tampoco en esa lista estuvo el nombre de Javier Corral. Pretendía el soñado consulado de Barcelona, beca triple AAA para políticos mexicanos, sin embargo esa representación quedó en manos de la exgobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich. López Orador premia a quien bien le sirve, la Pavlovich entregó el estado en charola de plata a Durazo, uno de sus recomendados, justo era recompensarla. Concluyó el 2021, inició el 2022 y Corral sigue esperando el ansiado hueso en el Gobierno Federal que dé paso seguro hacia la impunidad.
