Reina por una noche, mi ramillete para Trump

Los peores augurios se han cumplido, atrás quedó la incertidumbre del papel que asumiría Trump una vez instalado en la Casa Blanca.

El discurso que pronunció el viernes, al protestar el cargo, despejó toda duda: el suyo será un gobierno aislacionista, contrario a la tradición norteamericana de la globalización que hizo crecer a sus grandes compañías; Patriotero, colocando por la fuerza primero a los Estados Unidos y después que cada quién tome su lugar; bravucón y altanero, la misma conducta mostrada durante toda su campaña, la replicó contra sus adversarios internos y externos. Si, es válido decir que Trump será un peligro para México y el mundo.

No sabemos hasta dónde trastocará la vida de millones y millones de latinos que habitan al otro lado del muro, entre los cuales la mayoría son mexicanos. Tampoco conocemos, aunque se pueden hacer estimaciones, el tamaño del impacto a la economía nacional, hoy bastante debilitada. Y no hay certeza de hasta dónde piensa llegar con su campaña de odio.

Pero no existe duda que su presidencia tocará para mal la vida de millones. La diplomacia mexicana tiene frente a sí el reto más exigente de las últimas décadas; lidiar con el gobierno más poderoso del mundo, declarada su hostilidad a los mexicanos, que su asume como autócrata y pendenciero en su propio país, sin humillarse ni destruirse en el intento. Es una tarea desconcertante, supongo que tienen un plan.

En asuntos de política exterior México suele ser pasivo, en el mejor de los casos reactivo a lo que otros hacen, ahora tiene la obligación de llevar la iniciativa, actuar por cuenta propia dentro y fuera de los Estados Unidos. Ojalá Peña y Videgaray, responsables de conducir la contraofensiva, tengan suficiente habilidad y talento para contener el embate.

Y lo más importante, los grupos de poder en México deben posponer –aunque sea temporalmente- sus diferencias y hacer un frente común ante el inminente peligro. La unidad nacional es un tema que otros países no toman en cuenta, sucede espontanea y ya. No obstante nosotros tenemos una negra historia de traiciones y sometimientos vergonzosos a los intereses norteamericanos, el más ominoso y nefasto de todos concluido con la muerte del primer presidente electo democráticamente, Francisco I. Madero, a causa de la traición del alcohólico Huerta, alentada y dirigida desde la embajada de los Estados Unidos.

Sólo pensar en nuestras mezquindades me pongo de mal humor, se me revuelve el estómago. Al mal rato buena cara, hay que tomar la vida con humor, a grandes males, grandes remedios.

En Chihuahua tenemos mentes brillantes, hombres y mujeres preclaros con ideas e iniciativas capaces de mover las mejores conciencias del mundo, personajes de trayectoria destacada cuya acción hará temblar al tirano. Contra el muro de hierro alimentado en el odio, oponen uno de flores surgido desde el más profundo sentimiento de amor.

La iniciativa es de Águeda Lozano, el llamado a los ciudadanos del mundo de Javier Corral. Lo transcribo tal y cual como lo presentan:

“Ciudadanos del mundo

Reciban este mensaje destinado a difundir los ideales de la concordia, la colaboración internacional y la necesidad de construir un mundo sin fronteras.

Ciudadano Gobernador del Estado de Chihuahua, Javier Corral Jurado.”

Hasta ahí la cita de Javier, después el texto de Águeda:

“Se demolió el muro de Berlín y surgió la esperanza que jamás fuese levantado otro parecido.

Ante el resurgimiento de la intolerancia y los suprematismos nacionalistas, aquí y ahora, Chihuahua, México levanta un muro de las flores sobre tres mil quinientos kilómetros de frontera, para integrar y comunicar, para construir sólidos puentes de unión.

A todos los ciudadanos del mundo, los convocamos de nuevo para defender los derechos humanos. Hombres y mujeres nos han dado el ejemplo para avanzar en la historia con dignidad e independencia.

Este muro transparente, hecho de lenguaje y de comunicación, recogerá los pensamientos de todos los participantes en la edición de un documento que será como una flor que no se marchita: Una memoria para las generaciones venideras, encarnado en el patrimonio de su libertad irrenunciable: migración es vida, vida es migración.”

La convocatoria sigue con apelaciones al “origen mismo de la vida y la historia … hasta llegar a su forma más intrincada y compleja: la especie humana” de condenas directas a “las catástrofes ocasionadas por el siniestro racismo”

Después de dar instrucciones a los ciudadanos de “notable trayectoria” que deseen participar, la secretaria cierra su convocatoria con un:

“Por el bien de la causa su participación será recibida con todo nuestro reconocimiento”

“For the sake of this cause, your participation will be most welcome”

“Pour les besoins de la cause, j’éspère votre réponse, mil. Battre l’appel. Avec reconnaissanse.”

Por si alguna duda quedaba sobre alcances y destinatarios de la convocatoria, el cierre en español, inglés y francés las elimina. Además el mensaje íntegro viene redactado en los mismos idiomas. Abramos las fronteras, liberemos el pensamiento.

Ambiciosa y determinada la escultora, pero necesario el llamado mundial, muchos hombres y mujeres que postulan el amor y la paz como conducta de vida, se requieren para construir un muro de semejantes dimensiones. Hay claridad en el tamaño del reto.

Sin que mi trayectoria sea notable, recibí el correo de un amigo no de Águeda, a friego de pasar por impertinente me sumo con entusiasmo al llamado y presento mi ramillete para Trump:

Pensé primero en hacerlo de rosas rojas ¡mayúsculo desatino! el pervertido podría tomarlas como indirecta, representan la pasión más que el amor. Que sean blancas, ¡tampoco! Son un mensaje de amor filial y hasta donde se sabe el señor no tiene madre.

Los girasoles son hermosos, más los silvestres, románticos cuando los deshojas: me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere. Sin embargo los echó a perder el PRD, los veo y pienso en la corrupción e ineficiencia de sus gobiernos. Descartados.

Elevo la mira y pienso en Holanda, la ciudad de las flores, sus famosos tulipanes. Imagino los campos multicolores y se me antoja planear sobre ellos. Sería una excelente idea si los holandeses no estuviesen convocados. Que hagan ellos el propio.

Puesto en Europa, recordando a Sabina con la canción “1968” llego a Francia: “Aquel año maño duro doce meses, tu y yo acabamos de nacer… los claveles mordían a los magistrados, parís era un barrio con acordeón…” “En medio de Praga crecían amapolas, como un reto rojo al gris hormigón”.

Época del más delirante romanticismo ciudadano, la utopía en acción. Seguro Águeda la recuerda,  probablemente la vivió. Lástima, aquellos claveles que atemorizaron a los magistrados hoy están secos, sin alma y sin vida. Llegan medio siglo tarde a nuestra frontera.

Recuerdo el Nilo y a la mente viene la flor de Loto, alma y esencia del antiguo imperio que derrotó al poderoso ejército Hitita. Nada mejor para mi ramillete, ¡Error! El tirano declaró la guerra a los musulmanes y un ramo con flor egipcia sería visto como un atentado, los güeros están nerviosos.

Una muy mexicana, la flor de Cempasúchil ¡Cuidado! evoca lo muertos, nada que asocie desgracias, además sería tomada como una grosería o bravuconada, por aquello de “arriba la flor de Cempasúchil… hijos de suchil”.

No, necesito algo más universal, sencillo, sin complicaciones, algo como Azucena, Margarita, Hortensia, Anahí, Begonia, Carmelita, Dalia, Jazmín, Violeta, Melissa, Lis,  Magnolia ¡Alto, alto, alto! al repasar la lista veo que son todos nombres de mujer. Reversa al instante, dejo a Trump y veo sobre mi la ira de María.

Por ir a todo el mundo descuidé lo próximo, aquí en Chihuahua mi tía Cuca tiene su casa llena de flores primorosas, les habla y las regaña cuando se portan mal. Su favorita es la “Reina por una Noche”, se llama así por que sólo florece una vez al año, siempre nocturna despliega sus enormes pétalos blancos, coronados con estambres de punto naranja y rodeados de anchos tubos que simulan perfectas cristales entreverados con otros más delgados. Tan bella como la mejor corona de una reina.

Nunca he tenido el placer de verla florecer, pero mi tía describe esos efímeros momentos con pasión e intensidad, le fascina. El problema es que son muy pocas para tan grande muro, sólo florecen una vez al año y de noche.

Se me acaban las ideas como a los jóvenes del 68 el impulso, fueron de la euforia delirante al agotamiento extremo y la capitulación. Sabina lo plasmó en la misma canción: “Pero no pudimos reinventar la historia, mascaba la muerte chicle en el Vietnam, pisaban los tanques las flores de Praga y en México lindo tiraban a dar…”

Que weba, no resuelven los problemas domésticos y quieren redimir al mundo. Éxito en su empeño, chavales.

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