*López Obrador no es Felipe Calderón, pero…

*Narco, criminal negligencia del presidente

*Alfredo Lozoya no sabe que su tiempo acabó

*Maru hizo valer su conocida mano izquierda

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No soy Felipe Calderón, responde López Obrador cada que le preguntan por algún asunto del crimen organizado, la última vez en Guadalupe y Calvo a propósito del narcoreten que detuvo a periodistas que cubrían la gira, negando un hecho documentado por decenas de colegas.

La negligencia del presidente en asuntos de seguridad raya en conducta criminal y en varios sentidos pareciese de complicidad. los protege por que también son seres humanos, habla bien de ellos y les agradece “por portase bien en las elecciones”, justifica los ataques al Ejército, responde que “no pasa nada” cuando en su propia gira colocan retenes, rebautiza los territorios que tradicionalmente ocupan, llamémosle ahora “triángulo de gente buena y trabajadora”, libera al hijo de un narcotraficante sentenciado, pide que le digan “señor Guzmán”, no chapo.

Con esa política de abrazos y no balazos, que al principio pensábamos era un estribillo, abandona sus deberes con el país permitiendo que los grupos criminales se empoderen por encima de las fuerzas armadas. Nada le importa, él mantiene la narrativa de que combate las causas, como si combatirlas excluyese la obligación de aplicar el legítimo uso de la fuerza.

Pero además, eso de combatir las causas es una falacia, hoy existe más pobreza que en años anteriores, documentada por el INEGI y Coneval, más menores desertan de la educación básica, en todo el sexenio apenas creceremos al 2,2 por ciento, la inversión y el empleo ha caído ¿Qué tipo de causas combate?.

La estrategia de dejar hacer dejar pasar permite el fortalecimiento de los grupos criminales que llenan de sangre al país ¿Qué otro presidente en el mundo da un trato privilegiado a quienes restan poder al Estado? Dudo que exista uno, aparte del nuestro y sin embargo un amplio sector de la población continúa creyendo en él.

Si Peña, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas o cualquier otro confraternizara con las bandas criminales como lo hace López Obrador, pagaría un alto costo social. Él no, mantiene su narrativa tan orondo como si en verdad fuésemos “requetebién”, burlándose de la sociedad y desafiando a quienes cuestionan su estrategia.

Tiene razón, no es Felipe Calderón, pero sus omisiones han causado más violencia y muerte que la guerra declarada por el panista y permitido que los carteles de la droga controlen el 30 por ciento del territorio nacional, según datos de la DEA.

Rompeolas

Alfredo Lozoya no se ha dado cuenta que su tiempo en política está agotado, sigue comportándose como si fuese alcalde de Parral y aspirante a la gubernatura, cuando en realidad nadie lo toma en cuenta, más que para hacer bromas y por cierto algunas pesaditas. Se ha convertido en el hazmerreír de la política doméstica. La denuncia que puso contra Fermín Ordoñez por el tema de la narcomanta describe su desesperación; o está realmente asustado o entró en una etapa de deterioro mental. Sólo falta que pierda el control de Movimiento Ciudadano y al paso que va lo perderá muy pronto, ya sea que Dante se lo entregue a Fermín o a cualquier otro político de medio pelo desesperado por figurar.

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Buenas noticias de la gobernadora Campos luego de la visita presidencial. Trascendió que rescató 200 millones de pesos que Javier Corral había dejado tirados en el Fondo Nacional de Infraestructura. Dicen que Corral no los tramitó por que debería pagar nueve millones de pesos y se le hizo caro, pero yo más bien pienso que fue por pereza o descuido, nada le importaba más que su venganza contra Duarte. El caso es que Maru los destrabó y serán aplicados en Juárez. De pasada también suavizó su relación con el presidente, donde una siniestra secretaria está empeñada en complicarla, pensando en que así contribuya a la precampaña –ya están pensando en esas- de Juan Carlos Loera. Son los eternos opositores, así estén gobernando. La visita a Guadalupe y Calvo fue en desagravio de la gobernadora, dejando en claro que el problema no está con el presidente, sino con la asesora informal del señor delegado.