El presidente Trump se expresó en términos poco amables sobre uno de sus opositores más acérrimos durante la entrevista con Bill O’Reilly de Fox News transmitida el domingo antes del Super Bowl. Trump arremetió contra el estado más grande del país, California.
“En California”, dijo O’Reilly, “ahorita están sometiendo a votación si deben hacerse estado santuario. Así que California y Estados Unidos van rumbo a un enfrentamiento. ¿Qué le parece esto?
“Bueno, creo que es ridículo”, contestó Trump. “Usted sabe que yo me opongo fuertemente a las ciudades santuario. Son caldo de cultivo para la delincuencia, hay muchos problemas. Tenemos que retirarles fondos, a California le damos cantidades tremendas de dinero… En muchos sentidos California está fuera de control, como usted sabe. Obviamente los electores están de acuerdo o de otra manera no hubieran votado por mí”.
“¿De manera que retirar los fondos sería el arma que usted elegiría”, señaló Trump. “Yo no quiero quitarle dinero a nadie. Quiero darles el dinero que necesitan para las operaciones adecuadas de una ciudad o un estado. Si van a tener ciudades santuario, tal vez tengamos que hacer eso. Definitivamente sería un arma”.
Primero mencionaremos que las ciudades santuario no son “caldo de cultivo de la delincuencia”. En un análisis de datos del FBI se muestra que en las ciudades refugio por lo general la delincuencia es menor que en las ciudades que no son santuariom informó The Washington Post.
Más importante, Trump está diciendo dos cosas. Primero, que California se encuentra “fuera de control”. En segundo lugar, no “quiere” retirar fondos federales al estado, pero lo hará en caso necesario, agregó el diario.
De acuerdo con el rotativo, aproximadamente el 26 por ciento de los ingresos de California provienen de Washington, D.C. Se trata de una proporción considerable, pero el estado se encuentra en una posición mucho más sólida que la mayoría de otros lugares para renegociar.
Añadió que no está clara la razón de que Trump asegure que California está “fuera de control”. Si está hablando respecto a las finanzas estatales, la entidad se halla en una posición mucho más fuerte que hace cinco años. Sin embargo, si Trump está diciendo que California se encuentra fuera de control en lo relativo a su parámetro favorito, la delincuencia, el estado se halla muy controlado.
Trump está enojado porque los electores californianos lo rechazaron en forma abrumadora en noviembre, según el Washington Post.
La semana anterior, la guerra de Trump con California tomó la forma de atacar al sistema estatal de universidades públicas. Cuando se registraron manifestaciones violentas en la U.C. en Berkeley, Trump sugirió que retiraría la partida presupuestal de la institución de educación superior, lo cual a) castiga a la instancia equivocada, puesto que la universidad no pidió a la gente protestar y b) no puede hacerse por orden ejecutiva.
Por su parte, en California existe un movimiento destinado a separarse de Estados Unidos. Los impulsores de la idea están recolectando firmas para someterla a votación en el 2018, aunque su efecto sería básicamente nulo.
El lunes, el Washington Post informó que la manifestación más visible de la economía de California –la industria tecnológica− se había unido a fin de presentar ante los tribunales una opinión externa en contra de la orden ejecutiva inmigratoria. La industria de la tecnología ocupa numerosos inmigrantes en Estados Unidos, por lo cual existe una motivación claramente empresarial para dicha postura.
Esta Guerra Civil ya comenzó. Trump amenaza los fondos californianos, California amenaza con hacer sus maletas e irse. Probablemente no ocurra nada de eso. Pero si usted pronosticó que la relación del Presidente con California sería más turbulenta que su relación con Rusia, me gustaría pedirle ayuda para elegir números de la lotería.
