Grupo Cementos en Estados Unidos

*Un Gobierno de tambora y pandero

*Cuarón-Ortuño; mancuerna obtusa

*Reelección despierta división del PAN

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El Financiero manejó ayer en su portal digital una noticia sobresaliente del Grupo Cementos de Chihuahua en Estados Unidos. Informa que pronto publicará los balances del cuarto trimestre del año y los analistas esperan un crecimiento de doble dígito, como resultado del tipo de cambio y la consolidación de los activos comprados a Cemex.

Pondera sus más recientes inversiones: “Ante las expectativas de crecimiento en el vecino país del norte y agresivos planes de inversión en infraestructura del entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, en noviembre GCC adquirió plantas, terminales de distribución, además de negocios de concreto, agregados y asfalto en ese país por 306 millones de dólares”.

Y cita una entrevista de Enrique Escalante, Director General de GCC, celebrada en noviembre del año pasado, en la que valora sus favorables expectativas de crecimiento. Bien por un grupo cuya matriz está en Chihuahua, aunque hace tiempo sus mayores negocios los realice en Estados Unidos.

Contrastes del negocio, mientras las expectativas de crecimiento son altas allá, entre otras razones por “Agresivos planes de inversión en infraestructura” de Trump, en Chihuahua los analistas esperan que sus ventas caigan dramáticamente ¿Motivos? Simple, la obra pública está deprimida.

El gobierno de Corral está por llegar a los cinco meses y no hay una sola noticia de inversión, un proyecto ejecutivo a poner en marcha o el anuncio de su plan quinquenal. Vaya, ni tan sólo han citado fecha para presentar su planeación general.

A lo más que llegó la secretaria de comunicaciones y obra pública, Norma Baca, es a esbozar la posibilidad de construir dos hospitales en Juárez –ambos están concluidos hasta obra negra- para lo que sólo esperan encontrar la mejor forma de gestionar recursos. Es decir apenas exploran estrategias de financiamiento.

Explican y justifican la parálisis en la administración deficitaria que recibieron. Verdad a medias, todos los gobernadores reciben la caja en ceros, pero su primer tarea es allegarse de recursos cuanto antes y empezar a trabajar.

La desatención en asuntos de infraestructura tiene otra explicación; la agenda prioritaria impuesta por Javier Corral a su gobierno. Ocupa su tiempo atendiendo a figuras que lo apoyaron en campaña como la analista Denise Dresser; organizar el abrazo en los puentes fronterizos contra Trump; promover el libro de Cárdenas, firmar acuerdos con otros gobernadores; realizar foros y coloquios a favor de transparencia y la rendición de cuentas…

El suyo es un gobierno basado en la política del pandero y la tambora, el de un activista social que se siente más cómodo organizando manifestaciones internacionales, codeándose con sus amigos intelectuales y políticos del Distrito Federal, pontificando en foros y coloquios o firmando acuerdos para el archivo, que concentrado en los asuntos sustantivos de gobierno.

Revisen la agenda desde que tomó protesta, siempre ocupado en actividades improductivas, sin darse tiempo de sentarse a gobernar. Cuando menos piensen dejarán los cargos ¿Qué cuentas entregarán entonces?

La farándula tiene sus consecuencias. Ayer un grupo de maestros reventó las audiencias públicas para pedir la destitución de Pablo Cuarón, Secretario de Educación, por considerarlo omiso y negligente ante los problemas de la educación.

Hasta de traidor lo acusaron, por solapar –según los manifestantes- a empleados que sirvieron en la campaña de Serrano.

Con independencia de la politiquería en el gremio, maestros que arrastran el gis y directivos de carrera sienten en los centros escolares la negligencia de la Jefa del Departamento de Educación Media-Superior, Dolores Sáenz Ortiz.

Ven que obstruye los nombramientos para cubrir vacantes, pues están sin atenderse a tres semanas de iniciado el ciclo escolar, mucho menos aprobar nombramientos para cubrir puestos directivos por jubilaciones o retiros.

Otra vez la parálisis, les parece intrascendente tener a los alumnos sin clases, mientras resuelven la manera de restar fuerza a la organización sindical, pues por su inmovilismo pareciese que pretenden imponer a maestros y directivos vinculados al gobierno o al PAN.

Son los detalles diarios que deben resolver los funcionarios de la SEP, en lugar de atenderlos Pablo Cuarón en la Secretaría y Tere Ortuño en el Bachilleres, hacen mancuerna fortaleciendo la intransigencia contra la base magisterial.

Ante su desconocimiento del sector, optan por la inacción, presumiblemente apoyados en la absurda sospecha de que los sindicatos pretenden nombrar en las plazas y cargos vacantes maestros y directivos priistas. Una visión obtusa.

La inminente discusión legislativa para reglamentar la reelección de presidentes municipales y diputados locales, despertó la histórica división en el Partido Acción Nacional, atenuada tras su arrollador triunfo del año pasado. Los operadores de Palacio promueven una batería de candados contra la reelección en automático, desde el Congreso pretenden facilitarla a cualquier precio.

En el fondo de ambas posturas, cuyas propuestas legislativas aparecerán progresivamente en el curso de la discusión, prevalece la incomodidad de Javier Corral con la posible reelección de Maru Campos y otros alcaldes de su partido y la de Miguel Latorre y la mayoría de los diputados azules en el Congreso local.

Blanca Gámez, presidenta del Congreso y una de las pocas diputadas del PAN que atienden la rienda de Palacio, ha dicho por lo bajo que no buscará reelegirse. Su postura denota las íntimas pretensiones de su jefe: conseguir acuerdos políticos contra la reelección.

Ambiciosos en Palacio, quieren aprovechar las elecciones intermedias para sustituir los alcaldes y diputados incómodos por unos a modo del gobernador. Todo menos eso, Maru Campos y Miguel Latorre encabezan la corriente reeleccionista y poseen condiciones políticas para imponer criterio o forzar negociaciones favorables.

Un dato a tomar en cuenta es que también entrarán al juego electoral las candidaturas a diputados federales y senadores. Para el senado el prospecto de Palacio es Gustavo Madero y la “Triple M”, desde ahora será “Tetra M”, adosando a los nombres de Mario Vázquez, Mario Campos, Malo Jáuregui el de Miguel Latorre, carece de prospecto dominante.

Para éste grupo lo más importante es conservar la alcaldía y el Congreso, así como proyectar a Mario Vázquez y Malo Jáuregui hacia el Congreso de la Unión y si de pasada se les hace la senaduría en segunda posición para alguno de sus activos femeninos, pues excelente. Con el enemigo común derrotado, los panistas ahora encuentran rivalidad en ellos mismos.