SILENCIO CÓMPLICE DE LA SOCIEDAD

*Empresarios acríticos y tolerantes

*César Duarte no llegó al último adiós

*Ausencia de Maru genera suspicacias

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Datos de espanto. El Sistema Nacional de Seguridad presentó ayer en su página oficial el corte más reciente de homicidios dolosos al primer bimestre del año. Febrero confirmó la tendencia creciente del presente año, 2 mil 98 víctimas en todo el país contra mil 681, una escandalosa diferencia de 417 asesinatos con relación de un mes a otro.

Los estudiosos del fenómeno delictivo ubican al año 2011 como el peor desde que en 2007 empezaron las mediciones oficiales confiables. Era lo más cruento de la fallida guerra de Calderón contra el crimen.

El presente año, a como cerró el primer bimestre, camina hacia aquellas cifras de terror, van 389 muertes por 586 de aquel sangriento y todavía cercano 2011. Pero en cambio superó por más de dos a uno al bimestre del año pasado, que cerró con 171.

Como usted observa en esa aportación histórica de sangre, Chihuahua pone una cuota generosa. Está por abajo únicamente de Baja California Sur y Nayarit. Son datos oficiales, ahí están para el que desee comprobarlos en sus fuentes primarias.

En las estadísticas no está contenida la negativa percepción ciudadana, muchas veces la más confiable para describir lo que sucede en una sociedad. La gente de Chihuahua observa un repunte escandaloso cuya consecuencia es que, otra vez como en los años negros, el temor y la angustia se apoderó de las calles.

Diga Peniche lo que diga, simule el gobernador lo que simule, la realidad es que en la zona de combate donde el domingo pasado hubo escenas de guerra por el enfrentamiento entre grupos criminales, la gente vive un voluntario toque de queda; a sus casas en cuanto se oculta el sol.

Una parte significativa de la Iniciativa Privada, a propuesta de Álvaro Madero y otros dirigentes empresariales filopanistas, publicó el seis de diciembre un desplegado a página completa exigiendo a Peña Nieto actuar contra la corrupción de César Duarte y apoyar al estado para solventar el desfalco financiero.

Frente a la erupción violenta que lastima tanto a la sociedad y complica el desarrollo económico de la entidad, los representantes empresariales firmantes de aquel documento, así como los abstenidos, guardan hoy cómplice silencio.

A excepción de voces tímidas como las de Carlos Fierro, ningún dirigente empresarial y menos dueños del pueblo, líderes sociales–cooptados o no por el gobierno panista- organización de profesionistas o académicos de reconocimiento social, ha levantado la voz exigiendo un alto a la violencia.

El mismo error que la sociedad chihuahuense organizada cometió solapando la corrupción del pasado gobierno, por omisiones e inacción, hoy comenten contra la indolencia o franca incapacidad de Javier Corral para conducir al estado.

Los hechos incontrolables de la violencia ¿Merecen o no un desplegado de amonestación y exhorto a que intervengan con eficiencia los tres niveles de gobierno? Pregunta a la sociedad organizada, especialmente a los entusiastas empresarios que firmaron el documento de diciembre.

Es de extrema preocupación que el gobernador haya dejado pasar más de sesenta horas para emitir una declaración, que además fue “banquetera”, con relación a las matanzas. Los últimos tiros cesaron a las nueve de la noche del domingo y apenas ayer al medio día –forzado por los medios- Corral emitió un comentario.

Durante la noche y madrugada del domingo, lunes y martes completos y hasta antes del medio día de ayer miércoles permaneció ausente. ¿Tiene o no su agenda de gobierno otras prioridades? Respóndalo usted, amable lector.

Y cuando es requerido por los medios, responde con la trivialidad habitual de los políticos en ejercicio de gobierno, el bla, bla, bla, lo que resulta superficial, es lo que hacen todos para salir del paso en momentos incómodos.

Sin embargo el señor gobernador muestra señales de no estar conectado con la realidad o de pretender disimular los trastornos: “Los enfrentamientos del fin de semana han sido entre grupos de la Línea, por lo tanto no son agravios hacia la sociedad”.

Está grabado, lo dijo al salir del Congreso ¡A su ver no hay agravios a la sociedad! Que se maten entre ellos y la gente siga su vida, lo normal. Desde luego no sabe que las familias en la región están atemorizadas, como se dijo arriba, en voluntario toque de queda. Pero no hay agravio, es lo bueno.

Al sepelio de Carlos Hermosillo fueron los que deberían ir, menos uno. Estuvieron presentes César Camacho, coordinador de los diputados del PRI, Ramírez Marín, vicecoordinador, Guillermo Dowell, Liz Aguilera y Fernando Moreno Peña, dirigentes del partido, sus compañeros diputados federales y locales. Era uno de los suyos, había que acompañarlo.

El menos es César Duarte, la ausencia del ex gobernador causa especulaciones obvias, siendo el padrino y hacedor político del hoy difunto Carlos Hermosillo, esperaban que estuviese presente. Su inasistencia alimenta las versiones de que pasó a la clandestinidad, en previsión de manifestaciones espontáneas de rechazo y sobre todo de una orden de aprehensión imprevista. Las precauciones nunca están de mas.

Destacó también la falta de sus antiguos compañeros de gabinete, prácticamente ninguno estuvo presente. Son los saldos imprevistos de tanto desencuentro entre el grupo de Duarte, una vez dejado el poder.

Maru Campos, o su vocero, necesitan ofrecer una explicación creíble sobre su ausencia en la presidencia municipal. Ayer César Jáuregui dijo que pidió permiso para faltar del domingo 19 al jueves 23 de febrero, por motivos de salud, en respuesta a declaraciones de Andrés Pérez Howlett, presidente del PRI Municipal, quién trascendió la versión de que la edil viajó a Europa.

Cinco días para atenderse merecen un parte médico detallado, pues se infiere internamiento y la salud de los gobernantes es tema prioritario de transparencia. No tienen por que hacerse bolas, nada más informen con detalle lo ocurrido y tan tan, cierran el caso.

Ahora, que si doña Maru fue a Europa tengan cuidado con negarlo, le pueden sacar el número de vuelo y hasta las ciudades que visitó, mermando su credibilidad. No son tiempos para paseos, como dijo el policía de barrio cuando unos cholos asaltaron la tienda de la esquina: la plaza está muy caliente.