Cierto, se descompuso muchísimo

* Gobierno de agenda monotemática

* Pensiones, seis meses para una cita

* Plan B contra magistrados rebeldes

* Isela Torres abarata el Congreso

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Pues si, como dijo hace un mes Osorio Chong en Toluca, “Chihuahua se nos descompuso muchísimo”. A los chihuahuenses, no a los gobernantes, ellos la sobrellevan repartiéndose culpas mientras la gente sufre las consecuencias de las constantes balaceras.

Parece maldición, la violencia escala en intensidad y frecuencia a la par que avanzan los maxijuicios. En cuanto detuvieron a Enrique Antonio Tarín, ocurren balaceras simultaneas en Cuauhtémoc y Madera, la zona más caliente del estado después del Triangulo Dorado.

No se pretende construir teorías conspirativas de política ficción, tampoco establecer ninguna relación entre un hecho y otro, sólo enunciar la espantosa coincidencia. Ahora, de no ser hechos coincidentes al azar, piense lo que sucedería cuando detengan a Duarte, asumiendo que lo detienen.

Quizás a la distancia parezcan eventos menores, sin embargo en la región prevalece un fáctico toque de queda con escuelas básicas cerradas, comercio deprimido, estaciones de combustible sin servicios después de las seis de la tarde y,

atemorizados, los habitantes de la región decidieron guardarse en el interior de sus domicilios, conscientes de que la ciudad es hoy tierra de nadie, donde cualquiera puede convertirse en víctima colateral del fuego cruzado o ser extorsionado por los grupos criminales que se mueven en la impunidad.

Mientras la inseguridad se extiende en amplias franjas de la entidad, el fiscal Peniche ofrece entrevistas exclusivas a cadenas de radio nacional, explicando los pormenores de la investigación que realizan para detener a César Duarte y el gobernador Corral se ocupa de fortalecer el discurso de la operación justicia, formulando de pasada recomendaciones sobre “civilidad política” para llevar en paz la fiesta donde sus compañeros de partido discuten por la candidatura a presidente de la república.

Ambos recibieron ayer amplios espacios en cadena nacional, sin hacer la menor referencia a la inseguridad. De esas nimiedades que se ocupen otros.

Su problema no es que vayan contra el exgobernador en fuga y cualquiera de los señalados por corruptos de la pasada administración, perfecto que hagan lo necesario para llevarlos a la justicia.

Lo grave del Nuevo Amanecer es que hagan de esta tarea su única prioridad, al punto de convertir la agenda gubernamental en monotemática. A Dios rogando y con el maso dando, en su cargada contra Duarte abran espacios que les permitan atender otros desafíos, mínimamente el de seguridad.

Además de la violencia, prevalecen y se ensanchan problemas de enorme sensibilidad, por ejemplo el deterioro del servicio médico en Pensiones. Un ejemplo concreto, al profesor Alfonso Guadarrama, número de Pensiones 5669, fundador de la institución –el mismo número lo dice todo- le han reprogramado cuatro veces su cita con un cardiólogo.

Tiene casi seis meses tratando de que lo atienda y cada vez que pretende confirmarla, le dan fecha nueva. Estas insatisfacciones del servicio médico empezaron a sentirse desde que Tito Herrera se hizo cargo de la Institución.

Por desgracia para los derechohabientes son frecuentes, pues reportan que desde octubre pasado la espera de meses para ser atendido por un especialista no es excepción.

Hay vida y necesidades más allá de la urgencia por detener a Duarte, ocúpense.

El jueves pasado bajaron de los asuntos en cartera, del Tribunal Colegiado, la sentencia del amparo presentado por el abogado Ramírez Luque contra los magistrados duartistas, conocidos como los oxigenadores.

Analistas de la Litis y la chicana, lo mismo que tinterillos desocupados, sostienen que la sentencia está preparada en sentido negativo, como sucedió semanas atrás con el amparo presentado por Fito baca, contra el magistrado Quintana. Es lo más seguro, que la justicia federal deponga la mitad del Pleno luce improbable. Mañana Jueves podrían subirlo de nuevo.

Maclovio Murillo y César “exbueno” Jáuregui tienen el dato registrado, ambos están convencidos de que por esa vía no prospera una “reoxigenación”, así que preparan un plan B que les permita asumir el control del Tribunal sin oposición.

De alguna manera esperan reventar a Luis Villegas, Gabriel Sepúlveda y Jorge Ramírez. Villegas en razón de su declaratoria personal de guerra contra Corral; Sepúlveda y Ramírez por ser lo más duro del duartismo. ¿Cómo retirarlos de su sala? Es tarea para super Maclovio.

Los diputados locales abaratan el Congreso, sin percatarse ni hacer el menor esfuerzo, les sale natural. Isela Torres propuso un punto de acuerdo para solicitar que Javier Corral rechazase la renuncia de Carlos Angulo, a efecto de que compareciese ante el Congreso con el fin de explicar que hizo durante los ocho meses que ocupó el cargo.

¡Y lo votaron! Los señores diputados dividieron su voto intentando hacerlo comparecer. Un poco de seriedad, saben que Angulo era el titular de la oficina de gobierno abierto, transparente o ventilado –algo así- es decir el responsable de los asuntos sin importancia.

El señor no tenía ni quién le sirviera café por las mañanas, menos secretaria para dictar un oficio o pedirle una solicitud de viáticos. No se burlen del inocente sólo por que decidió anunciar, con más de un año de anticipación, sus pretensiones de ser presidente municipal de Juárez.

Martín Zermeño envió un correo a GPS, donde acepta que fungió como Fiscal de Prevención los últimos tres años de la pasada administración. Y explica que operaba con un presupuesto mínimo, con relación al resto de las fiscalías, y la mitad estaba destinado a becas para adultos mayores y la otra mitad a programas de prevención en escuelas de todos los niveles. Aclara también que no manejaba de manera directa recursos económicos, dado que únicamente se ajusta al presupuesto asignado.

Perfecto, GPS no es ni pretende ser Ministerio Público, si Martín dice que todo está bien, no hay porqué poner en duda sus palabras. Ahora, si los querubines de Peniche deslizan –como han deslizado- comentarios en contra, pues lo sano sería que lo hagan ante un juez. Es su obligación ¿Qué no? Queda el comentario para el registro y a satisfacción del interesado, como dicen los abogados de películas gringas.