Rafael Moreno Valle debe ser un escritor fenómeno, portentoso. Nadie en la historia moderna de la literatura ha recibido más impulso de una casa editora, Porrúa, con un primer libro autobiográfico. La apuesta por su obra no tiene precedente.
Invertir millones de pesos en un escritor novato que se dedica a la política y aspira a ser presidente del país, es tener fe desmedida en su manejo de las letras y su capacidad expresiva.
Con todo el cinismo del mundo Moreno Valle repite, como merolico, que la inversión es de Porrúa, aclarando a quién esté dispuesto a escuchar que del gobierno poblano o de su bolsillo no salió ningún cinco.
Ni García Márquez o Paz, en sus mejores tiempos, recibieron una promoción así: redes, radio, T.V. espectaculares, periódicos. Sólo faltan volantes, cachuchas, mandiles, llaveros y despensas. La “Fuerza del Cambio” debe tener mayor calidad que “Cien Años de Soledad” o “El Laberinto de la Soledad”. ¡Qué manera de burlarse del pueblo!.
El calor que Moreno recibe de Porrúa será insuficiente para elevar las bajas temperaturas que sentirá en cuanto arribe mañana sábado a Chihuahua, donde lo espera un PAN frío e inocuo, pues los grupos –por cierto muy divididos- tomaron partido por los aspirantes a la presidencia y ninguno se va con él.
Juan Blanco hizo pacto de sangre con Ricardo Anaya; el M3 se decanta por Margarita Zavala, sin hacerle ascos al queretano; Javier Corral espera que vengan a rogar por su apoyo, deslizando sin convencimiento fingidas simpatías por el senador Juan Carlos Romero Hicks.
Como prueba del frío que sentirá el poblano, Fernando Álvarez Monge no estará presente para recibirlo. Reportan del Directivo Estatal que tuvo compromisos familiares impostergables en la Ciudad de México. Muy oportunos, así pone prudente distancia y evita enviar mensajes equivocados a los otros aspirantes.
No pasa nada, su participación en la precampaña es más que todo presencial, o como dijo un diputad del PAN: “las tira verdes para recogerlas maduras”, dando a entender que sus pretensiones son tomar cómoda posición que le permita negociar con el candidato. Es decir mete aguja para sacar hebra.
En consecuencia, con la testera que pueda hacerle César “malo” Jáuregui y dos o tres panistas de medio pelo, más el saludo de Corral o la visita de cortesía, su gira por Chihuahua estará satisfactoriamente cumplida. Espera muy poco, recibirá muy poco.
En el PRI la insurgencia se desinfla, pero mantiene el discurso rebelde. Alejandro Domínguez cuajó una entrevista entre los cabezas de grupo que hacen punta en el movimiento reformista y los secretarios de organización y operación política del CEN, Carlos Iriarte y Jesús Gómez. Los recibirán el martes, se supone.
Ahora su tirada es que la convocatoria para elegir presidente del CDE incluya también a los consejos políticos municipales, con el fin de hacer un marco de votación entre diez y once mil priistas. Y su nieve ¿La quieren de chocolate o de vainilla; en cono de harina o vaso plástico?.
Nada, no les concederán ni los buenos días, su osadía –así la ven en México- de pretender reventar la elección del Consejo Político Estatal, los pone en la lista de los militantes “no confiables”. Pero son priistas al fin, así que llegado el momento de que las aguas tomen su nivel dirán “si señor”, le parece bien mi disculpa o quiere que me agache otro poco.
Lo que si parece un hecho, es que la grilla contra el delegado Fernando Moreno Peña tuvo repercusiones interesantes, no por que haya despreciado a los enlistados para competir por la presidencia, tampoco en razón de su conducta bajuna e insensata. En el CEN les reventó su faltar de oficio para evitar la sublevación.
El delegado si podría caer, pero no antes de que haya presidente del partido, mucho menos para el domingo 21, cuando esperan la presencia de Enrique Ochoa, a efecto de que rinda protesta al nuevo Consejo.
Para entonces deberá quedar todo planchadito, pues el presidente del CEN no querrá escuchar voces disonantes en su propio partido. Reyes Baeza haría bien en activar a Memo Márquez, Sergio Granados y el profe Tarango, los necesita al menos para tranquilizar las aguas mientras Ochoa permanezca en Chihuahua.
Aunque pensándola bien quién sabe, como están las cosas en el PRI local quizás el activismo de los operadores estrella del exgobernador cause más alteración que paz. Hoy las amenazas no asustan a nadie y los “maiceados” de palabra se cansaron de jugar al burro y la zanahoria.
Miguel Ángel Osorio Chong sacó de la congeladora al gobernador Javier Corral. Tras los desencuentros y recriminaciones mutuas por el repunte de la violencia en la entidad, desde aquel “Chihuahua se nos descompuso muchísimo” y sus posteriores escarceos, la comunicación entre Federación y Estado quedó trastornada en todos sus canales.
Sin embargo el Secretario de Gobernación dio un primer paso con el fin de restablecer la coordinación. Anunció una partida superior a los 217 millones de pesos, del Fondo Federal para Seguridad, cantidad que con otro piquito que ponga Arturo Fuentes Vélez hace una respetable bolsa de 300 millones para invertir en el combate a los grupos criminales.
El anuncio del dinero es coincidente con la información, también surgida de Gobernación, de que la Sedena enviará 700 nuevos elementos para acompañar a las fuerzas locales en su campaña de la sierra, una de las regiones más calientes del país.
Hace poco más de un mes Javier Corral decía que el Gobierno Federal lo había dejado sólo. Con los apoyos económicos recibidos y las nuevas tropas que llegarán a Chihuahua, Osorio espera acallar futuras críticas o eliminar pretexto para que carguen a su cuenta todos los muertitos de la entidad.
Se equivoca si piensa de tal manera. No conocen al señor gobernador, en cuanto la violencia suba de intensidad, como por desgracia seguirá subiendo, repartirá culpas tan campantemente como en sus días de legislador rebelde, pero jamás aceptará la parte de responsabilidad que le corresponde. Está en su ser voltear hacia otros cuando las cosas en su entorno marchan mal.
El miércoles en la noche murió la señora Sara Maldonado de Acosta, madre de Octavio Acosta Maldonado, un servidor público de muchos años y gente comprometida con Chihuahua. Sinceras condolencias a Tavo, sus familiares y amigos de doña Sara. Descanse en paz.
