Desenfoque en tareas de justicia

* Distraído en los muertos de ayer

* Garfio preso “por que lo digo yo”

* Moreno Peña no hace quorum

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En su largo discurso que dio al protestar el cargo, el gobernador Javier Corral dedicó sólo cinco párrafos al tema de la seguridad, diferente al de César Duarte seis años atrás, que prácticamente dedicó su mensaje completo al espinoso tema, sintetizado en la frase que sería insignia de gobierno y con la cual se desmarcaba de Reyes Baeza: “El poder es para poder, no para no poder”.

Sin darle más crédito que el justamente necesario, es válido afirmar que Duarte contuvo la violencia extendida durante el gobierno de Reyes. Tampoco es que convirtiera a Chihuahua en estado modelo de paz y armonía, pero los índices delictivos fueron consistentemente a la baja en su administración.

Por eso la inseguridad no era tema relevante al inicio del presente gobierno, de modo que permitió a Corral replantear sus prioridades hacia el respeto a los derechos humanos, la no tortura y ratificar su compromiso para suturar viejas heridas con las organizaciones que condenan la violencia contra la mujer.

“Nuestros cuerpos de policía merecen respeto a su función y solo la lograremos con capacitación en la investigación y en el respeto a los derechos humanos. No más casos de tortura para obtener confesiones.” Destacó el gobernador en el sucinto espacio dedicado a la seguridad y ahí mismo propuso modificar la Ley Orgánica de la Fiscalía General para crear la Fiscalía Especializada en Graves Violaciones a los Derechos Humanos.

Así, hurgando entre las víctimas del pasado, prioridad de sus amigos de izquierda que hizo suya, y políticas de respeto a los derechos humanos, han transitado los primeros ocho meses de su administración. Firma convenios con los antropólogos argentinos para identificar cuerpos, acuerda con la organización “Justicia para nuestra hijas”, ofrece buscar a 160 mujeres desaparecidas.

El pasado es su prioridad, asumiendo el rol de activista social cuando tiene la enorme responsabilidad de preservar la seguridad de los chihuahuenses aquí y ahora. Estaría bien contribuir a cerrar heridas del pasado, siempre que no se distraiga de sus responsabilidades con el presente.

Sucede sin embargo que mientras rebusca en los feminicidios de ayer, en el Chihuahua de hoy siguen apareciendo mujeres muertas: Miroslava, Matilde, la jovencita Athié Corral y decenas más de nombres menos glamurosos, pero igualmente víctimas mortales a causa de un estado donde la impunidad se recrea.

No señor gobernador, a usted no le es dado revestirse de luchador social, intentando pasar por adalid que se transporta hacia el pasado para conjurar entuertos que lastimaron a toda una generación, por más dolorosos que hayan sido, mientras en la actualidad la violencia sigue cobrando víctimas en la entidad que usted gobierna por mandato popular.

Empiece a gobernar para todos, hoy los chihuahuenses ven con azoro y temor que los emisarios del mal se mueven con impunidad plena, llevándose la vida de gente inocente y usted distraído en asuntos del pasado. Un mínimo de sentido común, llevar justicia a los muertos de ayer es muy importante, pero antes ocúpese de los vivos de hoy.

Cada vez está más claro que Javier Garfio sigue detenido por ordenes expresas del gobernador Javier Corral, un claro “por que lo digo yo”. En cualquier otro contexto, estaría llevando el libertad su proceso, en el presente no hay forma de que salga, así ponga la fianza más alta que pudiese fijar el juez.

Es una gran injusticia la que comete el Nuevo Amanecer contra Garfio y en ésta afirmación no están contenidas apreciaciones subjetivas de culpabilidad o inocencia. Nada, eso que lo decida el juez, sino por el empeño, la evidente decisión gubernamental de mantenerlo en prisión, a pesar de que se dan todos los argumentos legales para que lleve su juicio en libertad.

Una de las razones más poderosas de los maxijucios es que el gobierno recupere parte de lo saqueado en la pasada administración, que a decir del gobernador Corral son alrededor de seis mil millones de pesos. Bueno, pues recojan el terreno que tiene a Garfio detenido, sería un avance importante en ese propósito general.

Sin embargo lo rechazan, sólo ellos sabrán por que. Pero a los ojos del observador imparcial es cada vez más claro que Javier Garfio pinta para preso político. Da la impresión que liberarlo, así sea parcialmente y con todas las restricciones legales, sería un fracaso para los propósitos justicieros del gobernador.

Estiran mucho la liga con el expresidente municipal. Si quieren mantenerlo en prisión háganle nuevos cargos, ahí está Miguel Riggs desesperado por jalar reflectores con sus propias demandas, pero no lo mantengan detenido arbitrariamente. Hay formas ¿Estarías de acuerdo, Maclovio?

El impresentable delegado del PRI, Fernando Moreno Peña, hace hasta lo imposible por convencer a los priistas incluidos en la lista oficial del nuevo Consejo Político Estatal, para que asistan hoy en la tarde a una reunión preparatoria rumbo a la asamblea de agosto próximo.

El priismo de Chihuahua está hecho garras, destrozado por seis años de un gobierno al que la gente califica de corrupto y saqueador de las arcas públicas, sin esperanza de recuperarse en las próximas elecciones, condición que le impide atender las líneas y directrices de sus dirigentes. Por eso tienen dificultades hasta para integrar el Consejo Político Estatal.

¿A qué tal comentario? Pues en mesas de café y cruces frecuentes de llamadas telefónicas, ha trascendido que varios de los priistas más conocidos apuntados a la lista para integrar el Consejo y ser asambleístas,rechazaron cortésmente   la invitación o si dijeron si, fue sólo de cortesía.

Nunca éste partido se había visto tan derrotado, pero es que a los pobres les llueve sobre modado. Pierden el poder del gobierno estatal, el Congreso y las presidencias municipales más importantes y luego les envían del CEN a un delegado que no sabe otra sino amenazarlos como a párvulos desobligados. Derrotados, regañados y sin esperanzas, así nunca.