Matan al periodista Javier Valdez en Culiacan

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Ciudad de México— Javier Valdez,  reconocido periodista que se especializó en la cobertura de temas sobre el narcotráfico, fue asesinado a tiros ayer en Culiacán, Sinaloa; es el sexto periodista asesinado desde principios marzo.

Reportero, referente para todo periodista que llegaba a su estado y quería saber qué pasaba ahí, fue cofundador de Ríodoce, semanario que en el 2011 recibió junto con El Diario de Juárez el premio de periodismo María Moors Cabot, que entrega la Universidad de Columbia, en Nueva York. También era corresponsal de La Jornada y autor de varios libros. Colaboró con la AFP por más de una década.

Riodoce señaló en su página web que Valdez manejaba un vehículo a pocas calles de sus oficinas cuando desconocidos lo interceptaron y balearon. La Jornada indicó que recibió múltiples disparos.

Imágenes divulgadas en la prensa local mostraron el cuerpo caído en medio de una calle y cubierto con una sábana azul. A su alrededor había 12 conos amarillos que la Policía  utiliza para marcar los lugares donde se localizan casquillos.

El presidente Enrique Peña Nieto condenó el asesinato en su cuenta de Twitter y dijo que pidió a las autoridades federales apoyar en la investigación del que calificó como un «indignante crimen».

El mandatario aseguró que su gobierno mantiene un «compromiso con la libertad de expresión y prensa, fundamentales para nuestra democracia».

El fiscal de Sinaloa, Juan José Ríos, no ofreció más detalles del crimen pero aseguró que su prioridad era salvaguardar la integridad del semanario y de la familia del periodista. Agregó que estaban abiertas todas las líneas de investigación, incluyendo la posibilidad de que el móvil del crimen fuera su trabajo informativo.

«El narco allá es una forma de vida», había dicho Valdez el pasado mes de octubre en una entrevista con Rompeviento TV, una televisora por internet. «Uno tiene que asumir la tarea que le toca siendo periodista; es eso, o te haces tonto; yo no quiero que me digan qué estabas haciendo tú ante tanta muerte».

«Nosotros en ese ambiente hacemos periodismo pero te cuidas del vecino, del pariente, del tipo que va en la camioneta de lujo mientras esperas el verde del semáforo», añadió en dicha entrevista.

Valdez decía haber asumido la tarea de contar el narco con un tratamiento humano, social. «Contar la vida en medio de la muerte», había dicho.

En su último libro, «Narcoperiodismo», abordó la relación de la prensa y el crimen organizado, pero antes había realizado múltiples investigaciones sobre menores («Huérfanos del Narco» y «Los Morros del Narco») o sobre el papel de la mujer en el narco.

Ríodoce recibió en 2011 el premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, uno de los más prestigiosos para el periodismo en América Latina, y Valdez fue galardonado ese mismo año por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), una organización con sede en Nueva York.

Especializado en temas de violencia, el semanario ya había sido atacado en otras ocasiones y era reconocido por su independencia y su periodismo de investigación.